TEMA 11.- ESTRATEGIA Y TÁCTICA (respuestas cuestionarios)

TEMA 11.- ESTRATEGIA Y TÁCTICA

INTRODUCCIÓN

Para poder eliminar la explotación y construir una sociedad más justa, el proletariado se ve obligado a arrebatar el poder a las clases dominantes empeñadas en mantener la vieja sociedad.

Esta lucha entre las clases dominantes y clases oprimidas dirigidas por el proletariado, es una lucha sin cuartel por el control político. Sólo desplazando a la burguesía del poder, la clase obrera podrá darse un Estado de nuevo tipo que le permita transformar la sociedad, imponiendo los intereses de la mayoría sobre la minoría hasta entonces privilegiada.

 Pero, ¿cómo logra aunar las fuerzas del proletariado y del pueblo? ¿Cómo puede ir debilitando el poder de la minoría dominante en la sociedad? De qué manera puede avanzar paso a paso, sin perder de vista el objetivo final? ¿Cómo logra avanzar desarrollando las fuerzas y la conciencia de las masas? ¿Qué elementos debe tomar en cuenta para transformar cada momento de la lucha en una victoria que asegure el triunfo definitivo? ¿De qué manera logra interpretar el sentir de las masas para lanzarlas a acciones que hagan avanzar el proceso?

LOS CONCEPTOS DE ESTRATEGIA Y TÁCTICA

Para ganar una guerra no basta con tener deseos de ganarla: es necesario planificar los combates de tal modo que permitan ir avanzando, hasta llegar a derrotar al enemigo. Y para planificar en forma correcta estos combates es necesario conocer muy bien los siguientes aspectos:

a) El terreno en el cual se va a dar la batalla.

b) El enemigo y su fuerza (sus puntos fuertes y sus puntos débiles);

c) Nuestras fuerzas (nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles).

Correlación de fuerzas.  Es el balance que hacemos entre las fuerzas enemigas y las nuestras. La correlación de fuerzas puede sernos favorable, es decir que contamos con mayores y/o mejores fuerzas que el enemigo, o puede sernos desfavorable, es decir, que el enemigo nos supera en cantidad y/o calidad de fuerzas. Veamos a través de un ejemplo cómo tomamos en cuenta los aspectos anotados.

 

Estrategia.-  Es  la forma en que se planifican, organizan, orientan los diversos combates para conseguir el objetivo fijado: ganar la guerra contra determinados adversarios.

Táctica.-  Son las distintas operaciones que se ejecutan concretamente para llevar a cabo los combates de acuerdo al plan estratégico general.

Objetivo estratégico final.- Es el objetivo que se persigue en último término.

Objetivos estratégicos parciales.- Son los objetivos que se pretenden lograr en cada combate.

La relación entre el objetivo estratégico parcial y final y entre la estrategia y la táctica es una relación entre el todo y la parte. Hay que tener en cuenta la situación de la guerra en su conjunto y todas las etapas de la guerra. El no tener en cuenta continuamente el objetivo final, puede significar sumergirse en problemas secundarios y entregar el triunfo al enemigo.

El proceso para determinar la estrategia y la táctica debe ser la elaboración de un plan  estratégico partiendo de un correcto análisis del terreno en el cual se va a dar el combate y de la correlación de fuerzas entre nosotros y el enemigo, con el objetivo de derrotarlo.

Para el marxismo la lucha de clases es, como decíamos anteriormente, una verdadera guerra. Ella se da en los distintos niveles de la sociedad (económico, ideológico y político), entre los grupos explotadores y los grupos explotados. Es una guerra larga en la que la clase obrera se dirige a la conquista del poder político para poner fin a la explotación, construyendo una sociedad socialista.

LA OFENSIVA Y LA DEFENSIVA EN EL TRANSCURSO DE LA LUCHA.

Insistir en mantener a toda costa la ofensiva, cuando la correlación de fuerzas es muy desfavorable, es llevar al suicidio a las fuerzas revolucionarias. Un ejemplo de repliegue táctico, pero absolutamente necesario para conservar la ofensiva estratégica fue el tratado de paz de Brest-Litovsk, que debió firmar el gobierno revolucionario bolchevique con Alemania, en 1918.

“Cuando podemos aniquilarlos, lo hacemos con toda decisión; cuando no podemos aniquilarlos, tampoco nos dejamos aniquilar por ellos. Sólo apoyándonos en las amplias masas populares podemos llevar a la práctica esta estrategia y esta táctica. Y aplicándola, podemos poner en pleno juego la superioridad de la guerra popular y constreñir al enemigo a la posición pasiva de ser golpeado, por superior que sea en equipos y sean cuales fueren los medios que emplee, conservando siempre la iniciativa en nuestras manos.”

ESTRATEGIA DE LA UNIDAD POPULAR.

En Chile la candidatura de Allende y Tómic sacaron un 63% de los votos, pero solo un tercio de la población  apoyaba un programa que pretendía iniciar la construcción del socialismo en el país. Teniendo en  cuenta esa correlación de fuerzas y determinando en qué terreno debía darse la lucha para avanzar hacia la creación de una nueva correlación de fuerzas, los partidos proletarios de la Unidad Popular plantearon: 1) la necesidad de dar la batalla en el terreno electoral y dentro de los marcos de la legalidad burguesa, y 2) la necesidad de definir muy bien dentro del frente enemigo, cuál era el enemigo principal para que una vez derrotado se pudiera seguir avanzando por el camino de la construcción del socialismo.

Así se llegó a definir como enemigos principales a los siguientes: a) El imperialismo, dueño hasta entonces de la mayor parte de nuestras riquezas básicas. Sus minas de cobre producían en 1967 el 83% del cobre y en cincuenta años de dominio se llevaron en ganancias el equivalente a todos los bienes de Chile. Además, a través de sus inversiones, controlaban importantes sectores de la industria, el comercio, los transportes y la energía. b) Los latifundistas, dueños de la mayor parte de la tierra. Los predios de más de 80 hectáreas de riego básico eran apenas el 2% de todas las propiedades agrícolas y, sin embargo, constituían el 55% de las tierras. c) Los grandes capitalistas monopólicos industriales y bancarios. Según datos de 1967, de las 30.500 industrias que existían en el país, sólo unas 150 controlaban monopólicamente todos los mercados. Además concentraban la ayuda del Estado, el crédito bancario y explotaban al resto de los empresarios industriales del país vendiéndoles cara la materia prima y comprándoles baratos sus productos.

Fue así como, teniendo en cuenta estas consideraciones, se llegó a elaborar el Programa de la Unidad Popular, programa que plantea el carácter del combate inmediato que debería dar las fuerzas populares para avanzar hacia la construcción del socialismo.

 El Programa de la UP define, por lo tanto, un objetivo estratégico parcial, crear las condiciones que permitan avanzar hacia el objetivo estratégico final: establecer el socialismo en nuestro país.

El programa se va cumpliendo por medio de diversos pasos tácticos. Ellos son las formas concretas en que, de acuerdo a la correlación de fuerzas, se avanza hacia el objetivo estratégico fijado.

  Para decidir acerca de los pasos tácticos hay que tener una gran flexibilidad: hay que estar dispuestos a cambiar de táctica de acuerdo a los cambios de la realidad, pero siempre hay que tratar que nuestras acciones nos acerquen y no nos alejen de nuestros objetivos estratégicos.

 CORRELACIÓN DE FUERZAS POSIBLE Y REAL

Es importante recordar aquí que un buen estratega no sólo debe ser capaz de hacer un correcto análisis de la actual correlación de fuerzas, sino que al mismo tiempo debe ser capaz de crear las condiciones para que esa correlación de fuerzas cambie en favor de las fuerzas revolucionarias.

Y para ello es políticamente importante distinguir entre quienes podrían estar con el proceso revolucionario debido a la situación objetiva que ocupan en la sociedad y quienes ya lo están. Pongamos un ejemplo: Un campesino explotado por su patrón (un gran terrateniente), es una persona a quien le interesa objetivamente el proceso de Reforma Agraria para que se termine su situación de explotado. Sin embargo, debido a su baja conciencia política, debido a que su patrón es el padrino de sus hijos, y de vez en cuando les lleva un regalito, este campesino ha llegado a hacer frente común con el patrón contra las fuerzas revolucionarias que llevan adelante la Reforma Agraria.

Otro ejemplo bastante característico es el de los pequeños industriales y comerciantes que se verían favorecidos si se pusiera término a los monopolios industriales y su distribución pero que, a través de la propaganda de la derecha y las debilidades de la UP han sido ganados para posiciones contrarrevolucionarias.

Cuando nos referimos a quienes podrían estar con el proceso estamos pensando en la “correlación de fuerzas posible” que debería darse de acuerdo a las condiciones objetivas que estos grupos tienen en la sociedad.

 Cuando nos referimos a quienes ya están con el proceso, nos estamos refiriendo a “la correlación de fuerza real”. Un buen estratega, por lo tanto, es quien planifica una estrategia que permite ir incorporando al proceso revolucionario a todos aquellos sectores que por su situación en la sociedad deberían estar interesados en que se produjeran los cambios defendidos por las fuerzas revolucionarias.

LOS PARTIDOS PROLETARIOS Y LA ESTRATEGIA DE LA UP. (PROGRAMA MÍNIMO Y PROGRAMA MÁXIMO).

Es importante aclarar que no debe confundirse el programa de los partidos proletarios con el Programa de la Unidad Popular.

Los partidos proletarios defienden los intereses de clase del proletariado y, por lo tanto su objetivo estratégico final es la supresión de toda explotación, no sólo en nuestro país sino a nivel mundial, mediante la construcción socialismo.

Para establecer mejor las diferencias y la relación que existe entre el Programa de la UP y el programa de los partidos proletarios, es útil emplear los conceptos de “programa mínimo” y “programa máximo”.

Llamaremos PROGRAMA MÁXIMO al programa socialista que se refiere a las tareas generales que permiten lograr el objetivo estratégico final de la revolución proletaria.

Llamaremos PROGRAMA MÍNIMO al programa que se refiere a las tareas inmediatas que permiten lograr un determinado objetivo estratégico parcial de la lucha por el socialismo, en un país. El programa mínimo se refiere a la situación histórica concreta que es necesario transformar. Por lo tanto, cuando se producen modificaciones importantes en esta situación se deben hacer modificaciones importantes en el programa.

 

LAS CONSIGNAS

El arte de la dirección política revolucionaria consiste en determinar en forma correcta la estrategia general de lucha y las tácticas concretas para poner en práctica esa estrategia general. Como la situación es continuamente cambiante, la dirección política debe ser lo suficientemente flexible como para registrar cada uno de estos cambios, su repercusión en la correlación de fuerzas y las nuevas tareas que de ellos surgen.

Pero la dirección política debe ser capaz de expresar su análisis de la situación en consignas políticas que logren impulsar la acción de las masas en un determinado sentido.

Las consignas políticas no son sino frases cortas que tienen la función de ideas-fuerzas en las cuales se sintetizan el significado y la orientación concreta de la acción.

¿Qué hace eficaz una consigna?  No basta con que ella se desprenda de un diagnóstico correcto de la situación. Es necesario que la acción que se indica sea comprendida por las masas, que tenga un significado actual que sea sentido por las masas.

Una misma consigna puede ser justa en un momento determinado y puede no serlo en otro momento. Por otra parte, no hay que pensar que las consignas económicas son reformistas y que sólo las consignas políticas son revolucionarias.

Es necesario distinguir dos tipos de consignas: las consignas de propaganda y las consignas de acción.

Como ejemplo de las primeras, podríamos citar las siguientes: “aumentar la producción es hacer revolución”; “la distribución es tarea del pueblo”; “contra el legalismo burgués: justicia popular”, etc. Como ejemplo de las segundas podemos citar las siguientes: “a impedir el paro patronal haciendo producir las fábricas”; “formar una JAP por manzana”; “fortalecer los comandos comunales”, etc.

Una de las características de las desviaciones de ultraizquierda es la utilización de consignas que nada tienen que ver con el momento político que se está viviendo. Por ejemplo: “la consigna del momento es destruir el Parlamento”, cuando de hecho se sabe que no se cuenta con la fuerza como para hacer de ello una realidad; “insurrección o morir”, cuando nada hace pensar que la insurrección esté a la orden del día; “no al voto, sí al fusil”, cuando la mayor parte del pueblo cree en las elecciones y quiere la paz.

Lanzar a las masas a combates decisivos prematuros o demasiado tardíos es siempre peligroso para la revolución. Sólo un partido que tiene un verdadero contacto con las masas, que conoce sus intereses inmediatos, que evalúa correctamente su potencial revolucionario, es capaz de lograr una conducción política correcta haciendo que éstas lo reconozcan como su vanguardia.

El arte de la dirección política justa consiste en saber lanzar consignas que, partiendo de estos intereses, conduzcan a las masas hacia los objetivos estratégicos que se persiguen.

  CONCLUSIÓN.

La lucha de clases es una guerra prolongada. El éxito de las fuerzas revolucionarias depende de la correcta dirección estratégica y táctica de la lucha.

Es fundamental no perder de vista el objetivo final y saber ligar cada uno de los pasos concretos a este objetivo.

“Hay que mostrar audacia y resolución al elaborar las tareas y los métodos nuevos; hay que lograr prever, por lo menos en los rasgos más generales, el resultado de las próximas acciones y todas las posibilidades de desenvolvimiento de la situación objetiva.

“La revolución no es un ‘golpe de Estado’, ni mucho menos resultado de intrigas, sino obra de las masas. Por consiguiente, la movilización y el aglutinamiento de las fuerzas populares, la creación y el desarrollo del ejército político de la revolución, es lo fundamental y de significación decisiva. Esta tarea debe ser llevada a cabo de manera constante y a largo plazo; a través de todos los períodos, lo mismo cuando no hay situación revolucionaria que cuando ésta surge o se halla madura. Para ello hay que mezclarse diariamente con las masas, trabajar dondequiera que estén, incluso en las organizaciones del enemigo.

“Antes de la toma del poder y para la toma poder, el arma única de la revolución y de las masas es la organización. Una característica del movimiento revolucionario bajo la dirección de la clase obrera es su alto nivel organizativo.

“Organizar y luchar, luchar y organizar y de nuevo luchar. De una lucha surge otra; y una vez que las masa entran en ella van elevando rápidamente su conciencia, y a través de sus propias experiencias se darán cuenta de la verdad y de cómo deben luchar”.

 “Y, por último, el arte de la dirección estratégica y táctica revolucionaria, así como la dirección de la lucha que se manifiesta ante todo en saber lanzar consignas eficaces, correctas y oportunas de acuerdo con la situación concreta”

 

CUESTIONARIO TEMA 11.- ESTRATEGIA Y TACTICA

1. ¿Por qué la lucha de clases se plantea como una guerra?  Porque Es una  lucha entre las clases dominantes y clases oprimidas dirigidas por el proletariado, es una lucha sin cuartel por el control del poder político. Sólo desplazando a la burguesía del poder, la clase obrera podrá darse un Estado de nuevo tipo que le permita transformar la sociedad. Debe ser concebida como una guerra. En la que  el proletariado sólo podrá triunfar si sus sectores más avanzados lograban darse una organización parecida a la de un ejército, capaz de movilizar en forma inteligente y disciplinada a las grandes masas proletarias contra sus explotadores.

2. ¿Qué se entiende por estrategia? La forma en que se planifican, organizan, orientan los diversos combates para conseguir el objetivo fijado: ganar la guerra contra determinados adversarios.

3. ¿Qué es la táctica?   Las distintas operaciones que se ejecutan concretamente para llevar a cabo los combates de acuerdo al plan estratégico general. Por ejemplo, en la estrategia del cerco se daban los siguientes pasos tácticos: cortar las vías de comunicación, las vías de acceso de alimentos, agua, crear un clima de tensión anunciando continuamente ataques que no se llevan a cabo.

4. ¿Qué relación existe entre el objetivo estratégico final y un determinado objetivo estratégico parcial?La relación entre el objetivo estratégico parcial y final y entre la estrategia y la táctica es una relación entre el todo y la parte. Hay que tener en cuenta la situación de la guerra en su conjunto y todas las etapas de la guerra. El no tener en cuenta continuamente el objetivo final, puede significar sumergirse en problemas secundarios y entregar el triunfo al enemigo.

5. ¿Cuándo se plantea la necesidad de un repliegue táctico? En los momentos históricos  que la ofensiva pasa a manos del enemigo.

6. ¿En qué consiste el objetivo estratégico parcial que plantea el Programa de la UP y por qué es la única manera de avanzar al socialismo en nuestro país? crear las condiciones que permitan avanzar hacia el objetivo estratégico final: establecer el socialismo en nuestro país.

1) la necesidad de dar la batalla en el terreno electoral y dentro de los marcos de la legalidad burguesa, y

2) la necesidad de definir muy bien dentro del frente enemigo, cuál era el enemigo principal para que una vez derrotado se pudiera seguir avanzando por el camino de la construcción del socialismo. El imperialismo, Los latifundistas, Los grandes capitalistas monopólicos industriales y bancarios.

Porque el objetivo estratégico final solo podrá darse cuando se den las condiciones  tras muchos objetivos parciales, y se tengan más recursos que los dominados por la burguesía.

7. ¿Cómo se puede ayudar al proceso revolucionario desde las zonas no estratégicas?estas zonas deben estar movilizadas; pero sus acciones deben estar coordinadas y subordinadas al objetivo principal.

8. ¿Qué se entiende por correlación de fuerzas posible?quienes podrían estar con el proceso revolucionario debido a la situación objetiva que ocupan en la sociedad.

9. ¿Qué se entiende por correlación de fuerzas real?quienes ya  están con el proceso revolucionario.     

10. ¿Por qué es importante establecer esta diferencia?para pode elaborar una buena estratega  que permita  ir incorporando al proceso revolucionario a todos aquellos sectores que por su situación en la sociedad deberían estar interesados en que se produjeran los cambios defendidos por las fuerzas revolucionarias.

11. ¿Qué diferencia existe entre el programa máximo y el programa mínimo? El programa máximo  se refiere a las tareas generales que permiten lograr el objetivo estratégico final de la revolución proletaria. El programa mínimo se refiere a las tareas inmediatas que permiten lograr un determinado objetivo estratégico parcial.

12. ¿Qué relación existe entre ellos?Ambos buscan el mismo objetivo final. El socialismo.

13. Discuta cuáles son las condiciones que hacen necesario modificar el programa mínimo. Cuando se producen modificaciones importantes en la situación histórica concreta de un país.

14. ¿Cuándo decimos que una consigna es eficaz?No basta con que ella se desprenda de un diagnóstico correcto de la situación. Es necesario que la acción que se indica sea comprendida por las masas, que tenga un significado actual que sea sentido por las masas.

15. ¿Por qué es importante lanzar consignas adecuadas al momento político? Dé ejemplos de consignas adecuadas e inadecuadas. Deben ser consideradas importantes  por las masas en el momento actual.” La distribución es tarea del pueblo”. “insurrección o morir”.