En Izquierda Unida de Garrapinillos consideramos que nuestro barrio, junto al Canal Imperial y recorrido por multitud de acequias, debería ser verde.
Sin embargo la dejadez municipal ha permitido que muchos alcorques del barrio permanezcan vacíos al no reponerse los árboles talados (como en los jardines del Centro Cívico en la calle Aragón o el parque de la Avenida de la Jota); que se talen los longevos pinos que daban sombra al aparcamiento de las piscinas municipales para no trasladar los contenedores de basura de lugar o la reciente actuación de desbroce de la acequia de La Sagrada cercana a la calle Fuertes Vidosa que ha terminado con su cubierta vegetal pero no con las filtraciones. Por no hablar del parque del Camino de La Linde, que fue diseñado con mucho asfalto, para que cupieran más coches que personas; o del «Ojo» de Torreblanca, humedal natural junto al Centro Comercial Alcampo en estado de abandono.
La Naturaleza, las plantas y árboles, necesarios para nuestra supervivencia y un valor de nuestro barrio, tardan años en conformarse y, sin embargo, pueden ser destruidos en minutos. Por eso, antes de hacerlo, hay que pensar en una alternativa más respetuosa y menos dañina.
Estas actuaciones deberían realizarse con mayor atención para no convertir nuestro barrio en un erial, cada vez menos verde. Lo están consiguiendo.