Otra economía es posible y necesaria
Aunque muchos no quieran verlo, nuestro planeta es finito y el ser humano, el principal valor de nuestra civilización, se ha convertido en otro bien comerciable.
Debemos cambiar nuestra visión de la economía para hacerla sostenible en el tiempo y en la Naturaleza y poniendo al ser humano en el centro, desbancando al dinero del poder actual.
Son muchas las cosas que podemos hacer. Miles de pequeños gestos pueden cambiar el mundo. Desde un consumo responsable en comercio de cercanía y a horas “lógicas” (hasta las 8 de la tarde y nunca los festivos) hasta entregar el voto a partidos que luchen contra la corrupción y por la mejora de la calidad de vida de todos los ciudadanos, no sólo de las élites económicas.
Entre esos gestos pueden estar (puedes ampliar información en la página Mecambio, hay alternativas):
Elegir un proveedor ético de energía, una comercializadora de energía 
renovable 100% y que, además, sea una cooperativa de todos los socios y que permita luchar contra el monopolio de las cinco grandes empresas multinacionales que tienen copado nuestro mercado. Estos son dos ejemplos.
Elegir un banco ético y transparente cuyo principal objetivo sea la financiación de la economía productiva y no la especulación:
También hay empresas éticas en el sector seguros:
Guía de 5 pasos para cambiarse
Hay alternativas, también, en móviles de fabricación ética, cooperativas de telefonía, trueque, etc
Mercado social de Aragón, consumo responsable
Consumo Responsable:
• Consume productos locales
o ¿Por qué? Evita el gasto en combustible y favorece las economías locales, acerca producción y consumo, participando en la gestión de tu alimentación, en la medida de tus posibilidades. Ya hay una gran experiencia de grupos de consumo ecológico.
• Compra en el mercado de tu barrio
o ¿Por qué? Favorece la vitalidad del barrio y facilita la creación de lazos comunitarios. El trato es personalizado y evita las compras compulsivas, gastando menos y más racionalmente. Crea tejido comercial local, favorece las relaciones humanas y facilita el consumo de productos locales, de mayor calidad y de proveedores no monopolistas. Apuesta por la sostenibilidad, la ecología y el medio ambiente evitando desplazamientos y tiempos muertos.
• Haz la lista de la compra
o ¿Por qué? Es la forma de evitar comprar algo que no necesitas. En ello las grandes superficies, por ejemplo, son expertas.
• Lleva tu bolsa y mucho mejor si es de tela
o ¿Por qué? Reducirás así el consumo de plástico. También los problemas derivados de la inmensa cantidad de plásticos sin control en los ecosistemas.
• Elige productos frescos evitando los envasados y pre-cocinados
o ¿Por qué? Alimentos envasados y pre-cocinados no tienen la misma calidad nutricional de los alimentos frescos. Además, los consumidores desconocemos qué contienen esos productos.
• Aumenta el consumo de frutas y verduras
o ¿Por qué? Aportan vitaminas y minerales. Son los alimentos ideales para reducir el riesgo de sufrir enfermedades cerebro-vasculares y del corazón y su poder antioxidante previene el envejecimiento prematuro. Además, la agricultura necesita de menos recursos que la ganadería, reduciéndose el impacto ambiental.
• Reduce el consumo de carne
o ¿Por qué? La carne es actualmente de baja calidad al estar el ganado estabulado y hormonado. Supone un elemento intermediario en la cadena alimentaria humana, lo que supone una perdida del 40% de la energía. Para producir 1 kilogramo de proteína cárnica se necesitan 10 kilogramos de proteína vegetal lo que obliga a que, por ejemplo, el 70% del maíz que cultivamos sea destinado a pienso animal suponiendo una gran pérdida de bosques y suelo agrícola. Por otro lado, según la Organización Mundial de la Salud comemos alrededor del 30% más de carne de la que sería aconsejable en una dieta sana.
• Lee las etiquetas, busca los distintivos de productos ecológicos y rechaza los transgénicos.
o ¿Por qué? Los productos ecológicos son producidos utilizando de manera eficiente los recursos naturales, sin emplear productos químicos u organismos modificados genéticamente ni para el abonado ni para el control de plagas, conservando así la fertilidad del suelo. Por otro lado, los organismos modificados genéticamente, o transgénicos, incrementan el uso de tóxicos, la contaminación genética y del suelo, la pérdida de la biodiversidad o el desarrollo de resistencias en insectos y malas hierbas así como efectos no deseados en otros organismos. Todavía no se conoce con exactitud el alcance de sus consecuencias para el medio ambiente y, sin embrago, el 60% de los productos envasados contiene trazas de transgénicos. Te animamos a consultar la lista roja de los transgénicos.
• Evita el uso de envases o úsalos de vidrio
o ¿Por qué? La mayor parte de los envases son peligrosos, muy contaminantes en su proceso de fabricación y difíciles de reciclar. El vidrio contamina menos que el plástico, aunque pese más, reciclándose el 100%.