Corruptelas y abusos en las Fuerzas Armadas

El Ejército español no ha sufrido ninguna reforma estructural desde la malograda reforma Azaña de 1931. Por tanto, no se han solucionado los problemas endémicos que sufre desde hace 200 años, tras la Guerra de Independencia y agravados con las guerras carlistas. Principalmente son la excesiva cantidad de mandos con respecto a la tropa, el nepotismo (proliferación de verdaderas sagas familiares) y la falta de democracia interna.

Un paso al frenteNingún gobierno se ha atrevido a disminuir sustancialmente el número de mandos, por lo que nuestro Ejército es inoperativo e ineficaz dentro de los cánones de nuestros países aliados.

La costumbre de muchos militares de acercar a sus hijos a la carrera militar, muchos sin vocación, ha llevado a un deterioro de la capacidad operativa, principalmente dentro de la oficialía.

Por último, la falta de libertad interna en un ejército que no permite los sindicatos con derechos restringidos como tienen muchos países de nuestro entorno o dónde la promoción a Oficial está muy restringida con el fin de crear castas, sólo puede facilitar las corruptelas y comportamientos caciquiles.

Hay buenos profesionales dentro de las Fuerzas Armadas, pero muchos se desesperan al no poder mejorar las cosas por las trabas que se les imponen.

Así lo cuenta un militar a través del libro: «Un paso al frente» y será entrevistado en el programa «Salvados»

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