Las Marchas de la Dignidad continúan su lento caminar. Después de la «Gigantesca manifestación» (como la han nombrado varios medios de difusión internacionales), las Marchas han emprendido un doble camino. Acampar para seguir demandando Dignidad: pan, trabajo y techo para todos; y mantener viva la llama que el Gobierno y los medios de comunicación quieren apagar.
«Confiamos que el 22M sea la mecha del cambio en España»
La Acampada por la Dignidad busca asentarse desafiando las advertencias de la Policía
22-M: reflexiones sobre la marcha, por Agustín Moreno