Presupuesto de Tarazona de 2013: ¿Cuántos años pretenden engañarnos con el truco del almendruco?

Este año son más de 20 millones en inversiones a realizar en Tarazona por las administraciones públicas, otros años eran las que hacía el Ayuntamiento y luego…, no ejecutaba. Las obras, no por repetirse en los sucesivos presupuestos (y titulares de periódicos o revistas) se suman. Se han hecho o sólo se hicieron o “se harán” una sóla vez, y de otras nuca más se supo; ¿quieren que les refresque la memoria?, Sanatorio de Agramonte, Punto Limpio, tratamiento de escombrera, centro de emprendedores, nuevos nichos en el cementerio, nuevo polígono industrial, aparcamiento público, el abastecimiento desde el Val, un plan de desarrollo industrial, el antiguo Convento de San Joaquín, zonas Wi-fi…, por no hablar del Plan General de Ordenación Urbana que tanto insistieron en la oposición.

El tiempo transcurrido con Beamonte en la alcaldía, incrementa la desconfianza hacia sus “profecías”,  especialmente las referidas a la hacienda y a la deuda municipal. Este presupuesto reincide en los errores que nos han llevado, como ya advertíamos,  a tener serios problemas de tesorería, de desequilibrio y de inestabilidad presupuestaria, lo que se ha demostrado en el 2012 con la obligatoria aprobación de un nuevo plan económico tras el incumplimiento del anterior.

Parte de la base de un cálculo erróneo de los ingresos (impuestos y tasas) que no son justos, ni sociales ni solidarios; así, el superávit de la recogida de basuras (que pagamos todos y que en 2012 subió un 30%), financia otros deficitarios y menos necesarios como el aparcamiento de camiones. Y ello, por no determinar el coste real de los servicios tal y como demandamos. ¿Qué ocurrirá cuando no esté “mama” DPZ?, sencillamente, será imposible cumplir los servicios básicos y cubrir con garantía los gastos que siguen sin contención en cosas superfluas  obviando algunas carencias de la ciudad. En definitiva, los presupuestos aprobados son irreales y no atienden las prioridades que, para este grupo municipal, son el empleo, la emergencia social y el medio ambiente.

Eso sí, estos presupuestos se acuerdan, y ya veréis como cumplen, de terminar de pagar el Irturiaso a un particular (sin que fuera necesario), de pagar el supercontrato de la limpieza viaria más cara de Aragón (no necesariamente la mejor), la privatización del agua potable, el alquiler de una nave por 6000€ (+IVA) para una empresa que nunca llega, o de arreglar el patrimonio de la Iglesia, sin haber solucionado las auténticas necesidades de la ciudadanía en estos momentos tan difíciles.