GRANDES TITULARES Y TRISTES REALIDADES

Tras cuatro años del equipo de gobierno PP-PAR en el Ayuntamiento de Tarazona y en la institución comarcal, CC-IU cree que el pacto que situó a Beamonte como alcalde de Tarazona y a Paco Lamata como presidente de la Comarca de Tarazona y el Moncayo, ha resultado ser ineficaz, mas virtual y mediático que real, siendo la publicidad y la propaganda su principal actuación.

  La coalición electoral Colectivo de Convergencia- IU considera que “los cuatro años de gestión popular y aragonesista han demostrado que el programa con que ambas formaciones concurrieron a las elecciones municipales fue un fraude.

En primer lugar debemos recordar que el elemento principal de su programa era una apuesta total por el empleo, si bien, las cifras del INAEM demuestran lo contrario; los trabajadores y trabajadoras ven cómo se ha destruido empleo a marchas forzadas, llegando a 1.400 personas registradas en el INAEM en la comarca cuando hace cuatro años eran 600 y se hacía tanta sangre, ahora se ponen excusas de mal pagador para justificar un balance desastroso.

El proyecto estrella de Beamonte, el polígono industrial de titularidad municipal, desvinculado del SEPES, se quedó en agua de borrajas para retomar la idea inicialmente concebida por el anterior equipo de gobierno de ampliar el actual polígono. Lo mismo ocurrió con la publicitada Sociedad de Gestión Municipal, que sería la solución para el desempleo en Tarazona pero que duerme perdida en un cajón.

En cualquier caso, toda actuación en suelo industrial, además de otras cuestiones, requiere la aprobación de un buen Plan General de Ordenación Urbana por lo que CC-IU ha mostrado la mayor disposición para trabajar si bien el equipo de gobierno no ha avanzado nada en estos cuatro años. En materia de urbanismo, el único trabajo desarrollado ha sido la recalificación de los terrenos de la antigua estación para permutarlos a un particular por el edificio del Hotel Ituriasso. Recalificación que desveló el verdadero proyecto oculto y el mayor engaño de Beamonte a los votantes, el cambio de criterio sobre los usos del Palacio de Egüarás y la adquisición del Hotel Ituriasso. Una vez elegido Alcalde anunció la conversión del Palacio de Egüaras en una hospedería de gestión privada cuando en el programa con que concurrió a las elecciones proponía un centro  de actividad administrativa y universitaria además de la construcción de una nueva biblioteca en el antiguo convento de San Joaquín, propuestas que se aproximaba más a las que hacemos desde CC-IU y por las que estamos dispuestos a consensuar los mayores acuerdos posibles. Además, con el actual planteamiento, hemos perdido una oportunidad de oro para poner en marcha un verdadero centro de día y no un bar para mayores, que es lo que realmente se va a hacer del Ituriasso.

Durante este periodo los y las turiasonenses hemos salido a la calle en respuesta a dos llamamientos sociales multitudinarios. El primero, desde las asociaciones de vecinos para demandar una residencia pública para nuestros mayores que, al final, ha resultado ser la eterna promesa de todos: los unos y los otros prometen y nadie cumple (siempre por culpa del contrario). Y segundo, realizado por los sindicatos de trabajadores y los comités de empresa, por el empleo, ante los expedientes de regulación y extinción de empleo de varias empresas de la ciudad, especialmente, por el cierre de Wrigley y que motivó la creación de una mesa de empleo coordinada desde el Ayuntamiento y la aprobación, en las Cortes de Aragón, de un plan especial para priorizar la fijación de empresas en la comarca, de los que no conocemos resultados positivos después de dos años.

Por otro lado, la gestión económica municipal ha sido errática y nos conducido a la ruina, ya que se ha gastado sin mesura,  hipotecando la acción de gobierno de futuros ayuntamientos, lo que obligará a subir impuestos sin que se amplíen o mejoren servicios municipales. Al igual que ocurriera en el último mandato popular, la deuda municipal se ha disparado, elevándose a 17 millones de euros. Prueba de ello han sido los reiterados expedientes de modificaciones presupuestarias al incumplir sus propios planes económicos financieros y de saneamiento de la citada deuda.

Mención especial requiere el capítulo de la gestión del PP y el PAR en la institución comarcal gobernada de hecho por Lamata, pero presidida de facto por Beamonte, máximo beneficiario y responsable del disparate en la gestión y el descontrol institucional, administrativo y político de la Comarca de Tarazona y el Moncayo; aprobación de expedientes irregulares, la contratación de dos “asesores” políticos, la reiterada desobediencia al Justicia de Aragón, la pérdida de subvenciones por incapacidad e inacción y un sinfín de despropósitos, han conducido al desprestigio de una institución que, a nuestro juicio, resulta especialmente necesaria en la prestación de servicios básicos. Harán falta muchos esfuerzos durante los próximos años para recuperar el prestigio perdido.

Asimismo, CC–IU echa de menos “proyectos de los que no se sabe nada, salvo reiterados anuncios, como las gestiones para el abastecimiento de agua potable de varios municipios desde el embalse del Val, la concentración parcelaria o los regadíos sociales, el acondicionamiento del recinto ferial, la estación de autobuses, la adquisición de la plaza de toros o las gestiones para incorporarnos al Consorcio del Valle Medio del Ebro”.

En los próximos años, la Catedral de Tarazona deberá ser motor para  el turismo y los servicios de la ciudad, por lo que deberemos luchar y seguir trabajando para su rehabilitación total. Tras casi 30 años de espera, CC-IU lamenta que los intereses electoralistas de unos y otros hagan que su apertura se lleve a cabo de manera precipitada y controvertida.

                En estos cuatro años, el trabajo, la actitud y el criterio manifestado en todos los foros posibles, políticos y ciudadanos, ha situado a la coalición conformada por el Colectivo de Convergencia e Izquierda Unida como referente de la oposición en el Ayuntamiento y en la Comarca, canalizando el sentimiento crítico y alternativo de la ciudadanía. Con ese bagaje volvemos a concurrir a las elecciones esperando contar con la confianza de los vecinos para enderezar el rumbo  y poner de nuevo a los y las turiasonenses en el centro de la política municipal.