Hay que tener muy “mala uva” para no querer pertenecer a la Ruta de la Garnacha.
Desde estas líneas, el Colectivo de Convergencia –IU no puede más que lamentar la autoexclusión de la Comarca de Tarazona y el Moncayo de un proyecto muy interesante y positivo; una oportunidad perdida para dinamizar nuestro territorio; sólo nos queda desear lo mejor para la asociación que comienza a andar y, por ende, a trabajar .
Pensemos que cuanto mejor le vaya a la Comarca del Campo de Borja, mejor le irá a la de Tarazona y el Moncayo, y viceversa. En turismo (y en casi todo), somos complementarios, juntos sumamos y no restamos.
Esta semana hemos visto en los medios de comunicación, con cierto pesar, que se presentó la nueva Ruta de la Garnacha, una asociación para la promoción turística de territorios que cuentan con un patrimonio histórico, cultural, popular y ecológico tan importante como son el Campo de Borja y el Moncayo, aprovechando el tirón del ecoturismo, que últimamente está tan de moda como complemento gastronómico.
En un principio, la asociación tutelada con empeño por ASOMO, debería estar compuesta por la Denominación de Origen, la Comarca del Campo de Borja y por la Comarca de Tarazona y el Moncayo. Finalmente no ha sido así: la tercera parte se ha caído del proyecto, quizás la representación del territorio que aportaría mayor patrimonio (Tarazona, Veruela, el Moncayo…) y mayor capacidad turística (experiencia, habitaciones, restaurantes…). Desde nuestro punto de vista, resulta cuando menos contradictorio con la pretensión de desarrollo del turismo como elemento dinamizador de esta comarca.
El equipo de gobierno de la Comarca de Tarazona y el Moncayo ha tratado de hacer creer que la Comarca no quería participar en la asociación, que había discrepancias insalvables con las otras dos instituciones participantes. Pero esto no es así, han sido motivos personales, de vanidad, de falta de talante y capacidad política, los que han primado en «su» decisión («a mandar que pa´ eso estamos…»), ya que el Consejo de la Comarca, los 25 consejeros, por unanimidad acordaron la participación en la “Ruta de la Garnacha”, ahora son “dos personas” las que incumplen el acuerdo del Consejo.