Los consumidores también podemos y debemos ser socialmente comprometidos con un modelo socioeconómico responsable así como con nuestro territorio: no podemos ser cómplices de la codicia. Por ello, instamos a dejar de comprar sus productos, vestidos en el mercado, con las marcas de la multinacional Mars- Wrigley que se muestran en la imagen.

A las grandes corporaciones multinacionales les gusta mucho vanagloriarse de “su compromiso social, medioambiental…”, cuando en realidad se trata, simplemente, de un lavado de imagen. Es eso, precisamente, lo que más les importa, la imagen, el mayor patrimonio que creen poseer, sus marcas y sus cuotas de mercado pero no sus instalaciones o, lo más importante, sus trabajadores.

Éstos han sido los motivos que han provocado las distintas fusiones o adquisiciones de una fábrica que dejó de hacer cerillas hace 21 años, para hacer caramelos y que ahora cierra, dejando en la calle a 160 trabajadoras/es (un 80%, empleo femenino) en una comarca azotada por la crisis y el desempleo de manera dramática.

Y decimos que éstos han sido los motivos y no otros, puesto que la propia empresa sólo argumenta cuestiones organizativas y de producción, no económicas, para el cierre de la planta turiasonense.

Hay que saber que se marchan, que cierran y eso, a pesar de que el grupo multinacional presentó un incremento de los beneficios del 34% en el último año…. con la que está cayendo.