Incluimos el debate íntegro en la Comisión de Industria del Congreso, entre el diputado de la Izquierda de Aragón Chesús Yuste y el Ministro, José Manuel Soria, que tuvo lugar el pasado día 31 de enero de 2012, en el que se debatieron cuestiones relevantes para Aragón como los recortes del Plan Miner o la posición del nuevo Gobierno ante las propuestas de reactivar las conexiones eléctricas con Francia por el Pirineo.

El señor PRESIDENTE: Por La Izquierda Plural tiene la palabra don Chesús Yuste.

El señor YUSTE CABELLO: Señor ministro, le saludo en nombre del Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural y le deseo que acierte en su gestión, es decir, le deseo que cambie el rumbo, porque le adelanto ya que las primeras decisiones que ha adoptado desde su ministerio, a nuestro juicio, están profundamente equivocadas y aspiro a intentar convencerle para que rectifique. Ya sabe usted que en España hay 5.300.000 parados, la mitad de los jóvenes está en el desempleo. Cómo es posible que sigamos teniendo la obsesión por reducir el déficit, cuando deberíamos tener una obsesión por la creación de empleo.

La creación de empleo debería ser el primer objetivo. Usted ha dicho que es un objetivo prioritario de este Gobierno. Ha adaptado el discurso a esto, pero lo cierto es que luego en su intervención no hemos visto esas propuestas de estímulo a la economía que deberían ser las que hiciera un ministro de Industria. Durante la campaña electoral solo lo decíamos nosotros, pero ahora ya parece que se ha extendido, porque casi todo el mundo ve que con las políticas de ajuste nos encaminamos a una nueva recesión, que con más parados, con salarios más bajos y recortando el gasto público se está hundiendo el consumo y se está paralizando la actividad económica. Esperábamos que usted, como ministro de Industria, hubiera hecho las propuestas de impulso a la actividad económica que no están haciendo otros miembros de su Gobierno.

Es cierto que en tiempos de Aznar no había Ministerio de Industria, ahora sí lo hay, igual es porque el señor Rajoy se ha dado cuenta de que hace falta un ministerio de Industria, una política industrial activa y un cambio de modelo productivo. Ojalá sea eso, ojalá. Pero aparte del nombre del ministerio, no hemos visto una especial concreción o especiales medidas en la dirección que le estamos reclamando.

Frente a los recortes que se imponen desde el Ministerio de Hacienda, usted debería defender la necesidad de una política industrial activa, la necesidad de poner en marcha medidas que estimularan la actividad económica y que impulsarán el tejido industrial. A lo largo de este último año, usted lo sabe, el índice de producción industrial ha caído en un 7 por ciento, son datos de noviembre, los últimos que hay. ¿Va usted a hacer algo o va a contemplarlo como mero espectador? Espero que no. Espero que haga algo. En el acuerdo de no disponibilidad, que recortó el presupuesto prorrogado en 8.900 millones de euros, aprobado en Consejo de Ministros de 30 de diciembre, a su ministerio le recortaron 1.091 millones, un 18 por ciento del volumen presupuestario de su ministerio. Un 18 por ciento menos. Se nos anuncia además que los recortes más graves llegarán en marzo o después de las elecciones andaluzas.

Se habla de hasta 40.000 millones de euros en nuevos recortes. Permítame la pregunta, señor ministro: ¿Decidió usted esa cifra de 1.091 millones o se la dieron? En todo caso, ¿de dónde van a salir?, ¿de qué partidas van a salir esos 1.091 millones de euros que no van a estar disponibles en su ministerio? Dicho de otra manera, ¿quiénes serán los paganos de ese ajuste?

En estos momentos solo conocemos una víctima, la única que aparecía detallada en línea y media en la referencia del Consejo de Ministros en la web de la Moncloa del penúltimo día del año. Una víctima que son las infraestructuras del Plan Miner para el desarrollo alternativo de las comarcas mineras. Puedo repetir la pregunta: ¿Lo decidió usted o llegó con la decisión ya tomada? La responsabilidad como ministro es suya, obviamente, usted es el responsable de dar la cara, de explicar las consecuencias de esa medida y de buscar alternativas para las comarcas mineras de Asturias, de Castilla-León, de Aragón, de Galicia y de Andalucía, entre otras comunidades autónomas.

Unas comarcas que con esta decisión han recibido un golpe mortal a las expectativas de desarrollo alternativo, un golpe mortal a un programa que es imprescindible si se quiere atraer proyectos empresariales generadores de empleo en esas comarcas, que están abocadas a una profunda reconversión energética. Usted tiene que responder a esas comarcas y a esa incertidumbre que tienen en estos momentos. ¿Puede dar marcha atrás en esa decisión? Hágalo, hágalo, se lo decimos desde el Grupo La Izquierda Plural, pero se lo están diciendo también otras instituciones. Ayer mismo el pleno de la Diputación Provincial de Teruel, por unanimidad, reclamaba que se cumplieran los compromisos del plan vigente, que recordemos tiene vigencia hasta el 2012, e incluso iba más allá y le pedía que se diera continuidad a un nuevo plan con el horizonte 2018. Eso es lo que le están reclamando los sectores afectados y también quieren saber muchas otras cosas. ¿Se pagarán este año las inversiones que se están acometiendo correspondientes al año pasado? Explíquelo, se ha generado mucha incertidumbre y usted debería de ser claro en esta cuestión. Sé que tenemos pendiente una comparecencia monográfica al respecto, que hemos solicitado desde nuestro grupo, pero entenderá que no podía dejar pasar la ocasión sin exigirle una respuesta que en estos momentos están esperando desde las cuencas mineras de Asturias, de Castilla-León, de Aragón, de Galicia, de Andalucía y de otras comunidades autónomas.

A nuestro juicio, su ministerio debería desempeñar un papel importantísimo en el reto de cambiar de modelo productivo. Es decir, cambiar de modelo para pasar de la economía especulativa del ladrillo a la economía real, a la economía productiva, apostando por sectores de alto valor añadido basados en la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica. Pero usted de eso casi no ha dicho nada. Ha enumerado una serie de sectores prioritarios, pero han sido todos. Ha citado todos. Ha hablado de sectores de futuro, es verdad, pero también ha mezclado sectores maduros como el calzado o el textil. Todos son estratégicos para usted. Me gustaría que pudiera profundizar en eso.
En otras decisiones de sus compañeros de gabinete estamos viendo que su Gobierno parece haber apostado por volver al pasado, hay una especie de nostalgia de las vacas gordas, aunque sea imposible regresar al vientre de la madre. Es imposible. Sin embargo, las primeras medidas de sus compañeros parecen añorar esa burbuja inmobiliaria: deducción en la renta por adquisición de vivienda; reforma profunda de la Ley de Costas, que nos anunciaba el señor Arias Cañete; la ciudad del juego en Madrid, que nos anunciaba la señora Aguirre, y mientras tanto se están sacrificando precisamente las piezas que deberían ayudarnos a cambiar de modelo de crecimiento. Se recortan los programas de investigación, desarrollo e innovación en 600 millones de euros y se paraliza el desarrollo de las energías renovables. Este es su modelo. ¿Cuál es su modelo, señor ministro? Dice que España no puede renunciar a ser una economía industrial, ojalá, señor ministro. Ojalá no renuncie a ser una economía industrial.

El señor PRESIDENTE: Vaya concluyendo, señor Yuste.

El señor YUSTE CABELLO: Concluyo rápidamente.
Solo le quiero hacer una pregunta sobre el desarrollo de nuevas tecnologías y de la sociedad de la información. ¿Se compromete usted a reducir el precio y a aumentar la velocidad de las conexiones a Internet, que en España son las más caras de la Unión Europea? ¿Está en condiciones de comprometerse a llegar a unos niveles de precio y de velocidad en los que podamos converger con la media europea?
Usted está llamado a ser el hombre del turismo en este Gobierno, pero le quería aclarar una cosa. Esperaba de usted algunas propuestas. Ha dicho algo que sonaba interesante, pero también ha venido a decir laissez faire. Creo que en este momento hay que hacer cosas. Es cierto que este año 2011 ha ido bien en cuanto a visitas, pero no debemos engañarnos cuando jugamos en solitario. La inestabilidad provocada por la primavera democrática en el mundo árabe ha ayudado a que el turismo español salve el año. Por eso no podemos confiar en factores coyunturales, tenemos que optar por la modernización de nuestras instalaciones, tenemos que competir con calidad y con destinos turísticos sostenibles y de calidad, que puedan superar otras ofertas que se están produciendo y para eso necesitamos desestacionalizar nuestra oferta. No solo de sol y de playa debe vivir el turismo español. Usted habla de la marca España. Si la marca España quiere decir hormigón en las playas y alcohol barato, me temo que eso no prestigia ni añade valor precisamente a la amplísima y riquísima oferta turística que hay en los pueblos de España.

El señor PRESIDENTE: Concluya, señor Yuste.

El señor YUSTE CABELLO: Concluyo con una pregunta directa.
Un asunto pendiente de la pasada legislatura fue la interconexión eléctrica entre España y Francia. Lo ha esbozado la portavoz del Grupo de Convergència i Unió. La línea de alta tensión que sustituyera a la descartada Aragón-Cazaril y que ahora anda buscando un trazado entre las protestas de los vecinos de Aragón y de Cataluña, que se niegan al enorme impacto ambiental y de salud pública que supone la reutilización de parte del trazado de las líneas anteriormente desechadas, como la Sentmenat-Sallente, ha provocado incertidumbre. Queremos saber cuál es la posición del nuevo Gobierno acerca de esta línea de alta tensión, que ahora parece que se está moviendo con el trazado Peñalba-Graus-Isona.

El señor PRESIDENTE: Señor Yuste, lo lamento, tiene que concluir.

El señor YUSTE CABELLO: Concluyo con esto.
Nuestro grupo estima que las primeras decisiones que usted ha tomado en materia energética, tanto en nuclear como en renovables, están profundamente equivocadas, porque suponen una contrarrevolución energética. Está dando pasos atrás, pero de esto hablará más en profundidad mi compañera doña Laia Ortiz.

Respuesta del Ministro de Industria, Energía y Turismo: José Manuel Soria

Quiero referirme ahora a la intervención del señor Yuste Cabello, por Izquierda Plural, Izquierda Unida y la Chunta Aragonesista. No tenemos una obsesión por reducir el déficit, tenemos una obsesión por disminuir el paro, y el paro nunca disminuirá en España mientras no seamos capaces de contener el déficit público, por lo que le decía con anterioridad, porque el déficit público genera un efecto expulsión de la financiación de quienes realmente tienen que crear empleo, que son las pequeñas y medianas empresas. Cuestión distinta es que se diga: No; mi criterio es que el empleo lo tienen que crear las administraciones públicas o el sector público. Es un criterio muy respetable, pero yo no lo comparto. Yo creo que quienes tienen que crear el empleo en una economía de mercado son las empresas y, particularmente, en una economía como la española, las pequeñas y medianas empresas.

En cuanto al ajuste presupuestario, es verdad que el ajuste que hemos hecho en el Consejo de Ministros del día 30 de diciembre es importante. Usted me preguntaba: ¿Quién ha hecho ese ajuste? El ministro de Hacienda. ¿Quién va a hacer un ajuste del presupuesto en un gobierno? No conozco ningún gobierno en el que sea posible hacer un ajuste a mano alzada. Decir: A ver, ¿cuánto cree que tiene que disminuir su departamento? ¿Y su departamento, cuánto? Yo he sido consejero de Hacienda de la Comunidad Autónoma de Canarias algunos años. Hice ajustes en el año 2008, en el 2009, en el 2010 y para 2011 y, ciertamente, eran cuestiones que en entraban dentro de la competencia de la Consejería de Hacienda. Así entiendo que ocurre en todas las comunidades autónomas, en todos los ayuntamientos, diputaciones y cabildos, y el Gobierno de la nación no es una excepción. Es el Ministerio de Hacienda quien lleva a cabo estos ajustes. Insisto en que probablemente este ajuste no hubiera sido tan intenso, de 15.000 millones de euros, de haberse desviado un poco el objetivo de déficit público, pero no tanto como finalmente hemos constatado. Por tanto, respondiendo directamente a su pregunta, el ajuste lo ha hecho el Ministerio de Hacienda, cuyo ministro tiene la competencia. Por cierto, el ajuste es compartido por todo el Gobierno. No tenemos que ver esto como compartimentos estanco. Todo el Gobierno trabaja en el objetivo de disminución del déficit público. En mi departamento hay una disminución de 1.100 millones de euros, del 19 por ciento. Lógicamente, a mí me hubiese encantado -permítame que lo diga así- que no hubiese habido ningún tipo de ajuste. Me hubiese gustado mucho, pero no es posible y lo asumo porque soy parte del Gobierno.
Me hablaba usted del cambio del modelo productivo. Si eso es lo que se decide, ¿por qué no? Ahora bien, ¿el Gobierno tiene alguna intención de cambiar el modelo productivo de España por real decreto, por norma o por ley? No, porque los modelos productivos no se cambian por decreto; los modelos productivos tienen mayor o menor peso de un sector en función de decisiones libres y legítimas de las empresas. Es decir, si hay una empresa que decide aumentar las inversiones en turismo, otra empresa en industria u otra en energía será porque esa empresa considera que se dan las condiciones necesarias para eso, pero no lo hará porque el Gobierno le diga: Ahora usted va a aumentar la participación en este sector del 2 al 4 por ciento del PIB. No conozco ninguna economía en la que eso funcione así, salvando economías planificadas; pero, claro, no estamos en el caso de una economía planificada, estamos en el caso de una economía libre, en la que el Gobierno, en nuestra opinión, lo que tiene que hacer es intentar generar las condiciones para que se den decisiones libres de las empresas y que en ese proceso las empresas decidan unas veces invertir más en turismo, otras veces en industria y otras veces en energía. Por tanto, el cambio de modelo productivo no lo vamos a hacer por decreto. Cuestión distinta es que de la evolución de la economía ello se traduzca así.

Planteaba usted, y he creído entender que lo hacía -entre comillas- como un reproche, que teníamos nostalgia de la época de las vacas gordas. Pues sí, mucha; la verdad es que mucha. ¿Tenemos nostalgia de la época en la que la economía española crecía al 3 por ciento? Mucha. ¿Tenemos nostalgia de la época en la que de cada diez empleos que se creaban en Europa ocho se creaban en España? Mucha nostalgia. ¿Tenemos alguna nostalgia de seguir en una situación en la que de cada diez empleos que se destruyen ocho sean en España? No; la verdad es que de eso no. Esto de la economía son ciclos. Hay ciclos que son mejores y otros que son peores. Es verdad que en España hemos tenido ciclos buenos y ciclos malos. Hombre, es verdad que casi siempre los malos coinciden con determinadas etapas políticas, pero al final son ciclos económicos. Yo prefiero el ciclo anterior, insisto, el de la segunda parte de los años noventa y primera parte de los años dos mil, donde se crecía a tasas que generaban empleo.

En cuanto al turismo, me parece haberle escuchado alguna cautela respecto al laissez faire. Ninguna cautela. Cuestión distinta es que en una economía de mercado el Gobierno deba procurar, a través de los órganos reguladores correspondientes, velar por que se cumplan las reglas del mercado, porque lo otro sería una jungla. Es decir, laissez faire sí, economía de mercado sí, pero con organismos reguladores que velen por el cumplimiento de las reglas, para que las reglas sean iguales para todos, para que no haya algunos que puedan sacar ventajas de unas reglas y otros no, para que sea en homogeneidad para todos. Por tanto, ningún temor a esto.

Respecto a la marca España, es intención del Gobierno ponerla en valor. Creemos que es una buena marca. Pensamos que es totalmente compatible con que luego cada comunidad autónoma, cada provincia, cada isla o cada municipio quiera promocionar la enorme riqueza y heterogeneidad de activos y fortalezas que tiene. Creo que la marca España es un gran paraguas, sobre todo es un gran paraguas de cara al potencial que ofrece en mercados emergentes. A lo mejor no tanto en mercados convencionales, a nivel agregado, turismo europeo, como pueden ser el escandinavo, el centroeuropeo, el alemán o el británico. Ahí probablemente el nombre de cada una de las comunidades autónomas es un nombre que puede promocionarse por sí solo. Ahora bien, pongamos mercados emisores emergentes, por ejemplo Rusia. En Rusia hay un creciente número de personas que tienen una gran capacidad de consumir, una renta disponible media superior incluso a la que tienen turistas que vienen de otros países. ¿Cómo atraer a estos turistas? Casi mejor con el paraguas de la marca España, y de eso nos beneficiamos todas las comunidades autónomas y todos los territorios de España.Incluimos el debate íntegro en la Comisión de Industria del Congreso, entre el diputado de la Izquierda de Aragón Chesús Yuste y el Ministro, José Manuel Soria, que tuvo lugar el pasado día 31 de enero de 2012, en el que se debatieron cuestiones relevantes para Aragón como los recortes del Plan Miner o la posición del nuevo Gobierno ante las propuestas de reactivar las conexiones eléctricas con Francia por el Pirineo.

El señor PRESIDENTE: Por La Izquierda Plural tiene la palabra don Chesús Yuste.

El señor YUSTE CABELLO: Señor ministro, le saludo en nombre del Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural y le deseo que acierte en su gestión, es decir, le deseo que cambie el rumbo, porque le adelanto ya que las primeras decisiones que ha adoptado desde su ministerio, a nuestro juicio, están profundamente equivocadas y aspiro a intentar convencerle para que rectifique. Ya sabe usted que en España hay 5.300.000 parados, la mitad de los jóvenes está en el desempleo. Cómo es posible que sigamos teniendo la obsesión por reducir el déficit, cuando deberíamos tener una obsesión por la creación de empleo.

La creación de empleo debería ser el primer objetivo. Usted ha dicho que es un objetivo prioritario de este Gobierno. Ha adaptado el discurso a esto, pero lo cierto es que luego en su intervención no hemos visto esas propuestas de estímulo a la economía que deberían ser las que hiciera un ministro de Industria. Durante la campaña electoral solo lo decíamos nosotros, pero ahora ya parece que se ha extendido, porque casi todo el mundo ve que con las políticas de ajuste nos encaminamos a una nueva recesión, que con más parados, con salarios más bajos y recortando el gasto público se está hundiendo el consumo y se está paralizando la actividad económica. Esperábamos que usted, como ministro de Industria, hubiera hecho las propuestas de impulso a la actividad económica que no están haciendo otros miembros de su Gobierno.

Es cierto que en tiempos de Aznar no había Ministerio de Industria, ahora sí lo hay, igual es porque el señor Rajoy se ha dado cuenta de que hace falta un ministerio de Industria, una política industrial activa y un cambio de modelo productivo. Ojalá sea eso, ojalá. Pero aparte del nombre del ministerio, no hemos visto una especial concreción o especiales medidas en la dirección que le estamos reclamando.

Frente a los recortes que se imponen desde el Ministerio de Hacienda, usted debería defender la necesidad de una política industrial activa, la necesidad de poner en marcha medidas que estimularan la actividad económica y que impulsarán el tejido industrial. A lo largo de este último año, usted lo sabe, el índice de producción industrial ha caído en un 7 por ciento, son datos de noviembre, los últimos que hay. ¿Va usted a hacer algo o va a contemplarlo como mero espectador? Espero que no. Espero que haga algo. En el acuerdo de no disponibilidad, que recortó el presupuesto prorrogado en 8.900 millones de euros, aprobado en Consejo de Ministros de 30 de diciembre, a su ministerio le recortaron 1.091 millones, un 18 por ciento del volumen presupuestario de su ministerio. Un 18 por ciento menos. Se nos anuncia además que los recortes más graves llegarán en marzo o después de las elecciones andaluzas.

Se habla de hasta 40.000 millones de euros en nuevos recortes. Permítame la pregunta, señor ministro: ¿Decidió usted esa cifra de 1.091 millones o se la dieron? En todo caso, ¿de dónde van a salir?, ¿de qué partidas van a salir esos 1.091 millones de euros que no van a estar disponibles en su ministerio? Dicho de otra manera, ¿quiénes serán los paganos de ese ajuste?

En estos momentos solo conocemos una víctima, la única que aparecía detallada en línea y media en la referencia del Consejo de Ministros en la web de la Moncloa del penúltimo día del año. Una víctima que son las infraestructuras del Plan Miner para el desarrollo alternativo de las comarcas mineras. Puedo repetir la pregunta: ¿Lo decidió usted o llegó con la decisión ya tomada? La responsabilidad como ministro es suya, obviamente, usted es el responsable de dar la cara, de explicar las consecuencias de esa medida y de buscar alternativas para las comarcas mineras de Asturias, de Castilla-León, de Aragón, de Galicia y de Andalucía, entre otras comunidades autónomas.

Unas comarcas que con esta decisión han recibido un golpe mortal a las expectativas de desarrollo alternativo, un golpe mortal a un programa que es imprescindible si se quiere atraer proyectos empresariales generadores de empleo en esas comarcas, que están abocadas a una profunda reconversión energética. Usted tiene que responder a esas comarcas y a esa incertidumbre que tienen en estos momentos. ¿Puede dar marcha atrás en esa decisión? Hágalo, hágalo, se lo decimos desde el Grupo La Izquierda Plural, pero se lo están diciendo también otras instituciones. Ayer mismo el pleno de la Diputación Provincial de Teruel, por unanimidad, reclamaba que se cumplieran los compromisos del plan vigente, que recordemos tiene vigencia hasta el 2012, e incluso iba más allá y le pedía que se diera continuidad a un nuevo plan con el horizonte 2018. Eso es lo que le están reclamando los sectores afectados y también quieren saber muchas otras cosas. ¿Se pagarán este año las inversiones que se están acometiendo correspondientes al año pasado? Explíquelo, se ha generado mucha incertidumbre y usted debería de ser claro en esta cuestión. Sé que tenemos pendiente una comparecencia monográfica al respecto, que hemos solicitado desde nuestro grupo, pero entenderá que no podía dejar pasar la ocasión sin exigirle una respuesta que en estos momentos están esperando desde las cuencas mineras de Asturias, de Castilla-León, de Aragón, de Galicia, de Andalucía y de otras comunidades autónomas.

A nuestro juicio, su ministerio debería desempeñar un papel importantísimo en el reto de cambiar de modelo productivo. Es decir, cambiar de modelo para pasar de la economía especulativa del ladrillo a la economía real, a la economía productiva, apostando por sectores de alto valor añadido basados en la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica. Pero usted de eso casi no ha dicho nada. Ha enumerado una serie de sectores prioritarios, pero han sido todos. Ha citado todos. Ha hablado de sectores de futuro, es verdad, pero también ha mezclado sectores maduros como el calzado o el textil. Todos son estratégicos para usted. Me gustaría que pudiera profundizar en eso.
En otras decisiones de sus compañeros de gabinete estamos viendo que su Gobierno parece haber apostado por volver al pasado, hay una especie de nostalgia de las vacas gordas, aunque sea imposible regresar al vientre de la madre. Es imposible. Sin embargo, las primeras medidas de sus compañeros parecen añorar esa burbuja inmobiliaria: deducción en la renta por adquisición de vivienda; reforma profunda de la Ley de Costas, que nos anunciaba el señor Arias Cañete; la ciudad del juego en Madrid, que nos anunciaba la señora Aguirre, y mientras tanto se están sacrificando precisamente las piezas que deberían ayudarnos a cambiar de modelo de crecimiento. Se recortan los programas de investigación, desarrollo e innovación en 600 millones de euros y se paraliza el desarrollo de las energías renovables. Este es su modelo. ¿Cuál es su modelo, señor ministro? Dice que España no puede renunciar a ser una economía industrial, ojalá, señor ministro. Ojalá no renuncie a ser una economía industrial.

El señor PRESIDENTE: Vaya concluyendo, señor Yuste.

El señor YUSTE CABELLO: Concluyo rápidamente.
Solo le quiero hacer una pregunta sobre el desarrollo de nuevas tecnologías y de la sociedad de la información. ¿Se compromete usted a reducir el precio y a aumentar la velocidad de las conexiones a Internet, que en España son las más caras de la Unión Europea? ¿Está en condiciones de comprometerse a llegar a unos niveles de precio y de velocidad en los que podamos converger con la media europea?
Usted está llamado a ser el hombre del turismo en este Gobierno, pero le quería aclarar una cosa. Esperaba de usted algunas propuestas. Ha dicho algo que sonaba interesante, pero también ha venido a decir laissez faire. Creo que en este momento hay que hacer cosas. Es cierto que este año 2011 ha ido bien en cuanto a visitas, pero no debemos engañarnos cuando jugamos en solitario. La inestabilidad provocada por la primavera democrática en el mundo árabe ha ayudado a que el turismo español salve el año. Por eso no podemos confiar en factores coyunturales, tenemos que optar por la modernización de nuestras instalaciones, tenemos que competir con calidad y con destinos turísticos sostenibles y de calidad, que puedan superar otras ofertas que se están produciendo y para eso necesitamos desestacionalizar nuestra oferta. No solo de sol y de playa debe vivir el turismo español. Usted habla de la marca España. Si la marca España quiere decir hormigón en las playas y alcohol barato, me temo que eso no prestigia ni añade valor precisamente a la amplísima y riquísima oferta turística que hay en los pueblos de España.

El señor PRESIDENTE: Concluya, señor Yuste.

El señor YUSTE CABELLO: Concluyo con una pregunta directa.
Un asunto pendiente de la pasada legislatura fue la interconexión eléctrica entre España y Francia. Lo ha esbozado la portavoz del Grupo de Convergència i Unió. La línea de alta tensión que sustituyera a la descartada Aragón-Cazaril y que ahora anda buscando un trazado entre las protestas de los vecinos de Aragón y de Cataluña, que se niegan al enorme impacto ambiental y de salud pública que supone la reutilización de parte del trazado de las líneas anteriormente desechadas, como la Sentmenat-Sallente, ha provocado incertidumbre. Queremos saber cuál es la posición del nuevo Gobierno acerca de esta línea de alta tensión, que ahora parece que se está moviendo con el trazado Peñalba-Graus-Isona.

El señor PRESIDENTE: Señor Yuste, lo lamento, tiene que concluir.

El señor YUSTE CABELLO: Concluyo con esto.
Nuestro grupo estima que las primeras decisiones que usted ha tomado en materia energética, tanto en nuclear como en renovables, están profundamente equivocadas, porque suponen una contrarrevolución energética. Está dando pasos atrás, pero de esto hablará más en profundidad mi compañera doña Laia Ortiz.

Respuesta del Ministro de Industria, Energía y Turismo: José Manuel Soria

Quiero referirme ahora a la intervención del señor Yuste Cabello, por Izquierda Plural, Izquierda Unida y la Chunta Aragonesista. No tenemos una obsesión por reducir el déficit, tenemos una obsesión por disminuir el paro, y el paro nunca disminuirá en España mientras no seamos capaces de contener el déficit público, por lo que le decía con anterioridad, porque el déficit público genera un efecto expulsión de la financiación de quienes realmente tienen que crear empleo, que son las pequeñas y medianas empresas. Cuestión distinta es que se diga: No; mi criterio es que el empleo lo tienen que crear las administraciones públicas o el sector público. Es un criterio muy respetable, pero yo no lo comparto. Yo creo que quienes tienen que crear el empleo en una economía de mercado son las empresas y, particularmente, en una economía como la española, las pequeñas y medianas empresas.

En cuanto al ajuste presupuestario, es verdad que el ajuste que hemos hecho en el Consejo de Ministros del día 30 de diciembre es importante. Usted me preguntaba: ¿Quién ha hecho ese ajuste? El ministro de Hacienda. ¿Quién va a hacer un ajuste del presupuesto en un gobierno? No conozco ningún gobierno en el que sea posible hacer un ajuste a mano alzada. Decir: A ver, ¿cuánto cree que tiene que disminuir su departamento? ¿Y su departamento, cuánto? Yo he sido consejero de Hacienda de la Comunidad Autónoma de Canarias algunos años. Hice ajustes en el año 2008, en el 2009, en el 2010 y para 2011 y, ciertamente, eran cuestiones que en entraban dentro de la competencia de la Consejería de Hacienda. Así entiendo que ocurre en todas las comunidades autónomas, en todos los ayuntamientos, diputaciones y cabildos, y el Gobierno de la nación no es una excepción. Es el Ministerio de Hacienda quien lleva a cabo estos ajustes. Insisto en que probablemente este ajuste no hubiera sido tan intenso, de 15.000 millones de euros, de haberse desviado un poco el objetivo de déficit público, pero no tanto como finalmente hemos constatado. Por tanto, respondiendo directamente a su pregunta, el ajuste lo ha hecho el Ministerio de Hacienda, cuyo ministro tiene la competencia. Por cierto, el ajuste es compartido por todo el Gobierno. No tenemos que ver esto como compartimentos estanco. Todo el Gobierno trabaja en el objetivo de disminución del déficit público. En mi departamento hay una disminución de 1.100 millones de euros, del 19 por ciento. Lógicamente, a mí me hubiese encantado -permítame que lo diga así- que no hubiese habido ningún tipo de ajuste. Me hubiese gustado mucho, pero no es posible y lo asumo porque soy parte del Gobierno.
Me hablaba usted del cambio del modelo productivo. Si eso es lo que se decide, ¿por qué no? Ahora bien, ¿el Gobierno tiene alguna intención de cambiar el modelo productivo de España por real decreto, por norma o por ley? No, porque los modelos productivos no se cambian por decreto; los modelos productivos tienen mayor o menor peso de un sector en función de decisiones libres y legítimas de las empresas. Es decir, si hay una empresa que decide aumentar las inversiones en turismo, otra empresa en industria u otra en energía será porque esa empresa considera que se dan las condiciones necesarias para eso, pero no lo hará porque el Gobierno le diga: Ahora usted va a aumentar la participación en este sector del 2 al 4 por ciento del PIB. No conozco ninguna economía en la que eso funcione así, salvando economías planificadas; pero, claro, no estamos en el caso de una economía planificada, estamos en el caso de una economía libre, en la que el Gobierno, en nuestra opinión, lo que tiene que hacer es intentar generar las condiciones para que se den decisiones libres de las empresas y que en ese proceso las empresas decidan unas veces invertir más en turismo, otras veces en industria y otras veces en energía. Por tanto, el cambio de modelo productivo no lo vamos a hacer por decreto. Cuestión distinta es que de la evolución de la economía ello se traduzca así.

Planteaba usted, y he creído entender que lo hacía -entre comillas- como un reproche, que teníamos nostalgia de la época de las vacas gordas. Pues sí, mucha; la verdad es que mucha. ¿Tenemos nostalgia de la época en la que la economía española crecía al 3 por ciento? Mucha. ¿Tenemos nostalgia de la época en la que de cada diez empleos que se creaban en Europa ocho se creaban en España? Mucha nostalgia. ¿Tenemos alguna nostalgia de seguir en una situación en la que de cada diez empleos que se destruyen ocho sean en España? No; la verdad es que de eso no. Esto de la economía son ciclos. Hay ciclos que son mejores y otros que son peores. Es verdad que en España hemos tenido ciclos buenos y ciclos malos. Hombre, es verdad que casi siempre los malos coinciden con determinadas etapas políticas, pero al final son ciclos económicos. Yo prefiero el ciclo anterior, insisto, el de la segunda parte de los años noventa y primera parte de los años dos mil, donde se crecía a tasas que generaban empleo.

En cuanto al turismo, me parece haberle escuchado alguna cautela respecto al laissez faire. Ninguna cautela. Cuestión distinta es que en una economía de mercado el Gobierno deba procurar, a través de los órganos reguladores correspondientes, velar por que se cumplan las reglas del mercado, porque lo otro sería una jungla. Es decir, laissez faire sí, economía de mercado sí, pero con organismos reguladores que velen por el cumplimiento de las reglas, para que las reglas sean iguales para todos, para que no haya algunos que puedan sacar ventajas de unas reglas y otros no, para que sea en homogeneidad para todos. Por tanto, ningún temor a esto.

Respecto a la marca España, es intención del Gobierno ponerla en valor. Creemos que es una buena marca. Pensamos que es totalmente compatible con que luego cada comunidad autónoma, cada provincia, cada isla o cada municipio quiera promocionar la enorme riqueza y heterogeneidad de activos y fortalezas que tiene. Creo que la marca España es un gran paraguas, sobre todo es un gran paraguas de cara al potencial que ofrece en mercados emergentes. A lo mejor no tanto en mercados convencionales, a nivel agregado, turismo europeo, como pueden ser el escandinavo, el centroeuropeo, el alemán o el británico. Ahí probablemente el nombre de cada una de las comunidades autónomas es un nombre que puede promocionarse por sí solo. Ahora bien, pongamos mercados emisores emergentes, por ejemplo Rusia. En Rusia hay un creciente número de personas que tienen una gran capacidad de consumir, una renta disponible media superior incluso a la que tienen turistas que vienen de otros países. ¿Cómo atraer a estos turistas? Casi mejor con el paraguas de la marca España, y de eso nos beneficiamos todas las comunidades autónomas y todos los territorios de España.Incluimos el debate íntegro en la Comisión de Industria del Congreso, entre el diputado de la Izquierda de Aragón Chesús Yuste y el Ministro, José Manuel Soria, que tuvo lugar el pasado día 31 de enero de 2012, en el que se debatieron cuestiones relevantes para Aragón como los recortes del Plan Miner o la posición del nuevo Gobierno ante las propuestas de reactivar las conexiones eléctricas con Francia por el Pirineo.

El señor PRESIDENTE: Por La Izquierda Plural tiene la palabra don Chesús Yuste.

El señor YUSTE CABELLO: Señor ministro, le saludo en nombre del Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural y le deseo que acierte en su gestión, es decir, le deseo que cambie el rumbo, porque le adelanto ya que las primeras decisiones que ha adoptado desde su ministerio, a nuestro juicio, están profundamente equivocadas y aspiro a intentar convencerle para que rectifique. Ya sabe usted que en España hay 5.300.000 parados, la mitad de los jóvenes está en el desempleo. Cómo es posible que sigamos teniendo la obsesión por reducir el déficit, cuando deberíamos tener una obsesión por la creación de empleo.

La creación de empleo debería ser el primer objetivo. Usted ha dicho que es un objetivo prioritario de este Gobierno. Ha adaptado el discurso a esto, pero lo cierto es que luego en su intervención no hemos visto esas propuestas de estímulo a la economía que deberían ser las que hiciera un ministro de Industria. Durante la campaña electoral solo lo decíamos nosotros, pero ahora ya parece que se ha extendido, porque casi todo el mundo ve que con las políticas de ajuste nos encaminamos a una nueva recesión, que con más parados, con salarios más bajos y recortando el gasto público se está hundiendo el consumo y se está paralizando la actividad económica. Esperábamos que usted, como ministro de Industria, hubiera hecho las propuestas de impulso a la actividad económica que no están haciendo otros miembros de su Gobierno.

Es cierto que en tiempos de Aznar no había Ministerio de Industria, ahora sí lo hay, igual es porque el señor Rajoy se ha dado cuenta de que hace falta un ministerio de Industria, una política industrial activa y un cambio de modelo productivo. Ojalá sea eso, ojalá. Pero aparte del nombre del ministerio, no hemos visto una especial concreción o especiales medidas en la dirección que le estamos reclamando.

Frente a los recortes que se imponen desde el Ministerio de Hacienda, usted debería defender la necesidad de una política industrial activa, la necesidad de poner en marcha medidas que estimularan la actividad económica y que impulsarán el tejido industrial. A lo largo de este último año, usted lo sabe, el índice de producción industrial ha caído en un 7 por ciento, son datos de noviembre, los últimos que hay. ¿Va usted a hacer algo o va a contemplarlo como mero espectador? Espero que no. Espero que haga algo. En el acuerdo de no disponibilidad, que recortó el presupuesto prorrogado en 8.900 millones de euros, aprobado en Consejo de Ministros de 30 de diciembre, a su ministerio le recortaron 1.091 millones, un 18 por ciento del volumen presupuestario de su ministerio. Un 18 por ciento menos. Se nos anuncia además que los recortes más graves llegarán en marzo o después de las elecciones andaluzas.

Se habla de hasta 40.000 millones de euros en nuevos recortes. Permítame la pregunta, señor ministro: ¿Decidió usted esa cifra de 1.091 millones o se la dieron? En todo caso, ¿de dónde van a salir?, ¿de qué partidas van a salir esos 1.091 millones de euros que no van a estar disponibles en su ministerio? Dicho de otra manera, ¿quiénes serán los paganos de ese ajuste?

En estos momentos solo conocemos una víctima, la única que aparecía detallada en línea y media en la referencia del Consejo de Ministros en la web de la Moncloa del penúltimo día del año. Una víctima que son las infraestructuras del Plan Miner para el desarrollo alternativo de las comarcas mineras. Puedo repetir la pregunta: ¿Lo decidió usted o llegó con la decisión ya tomada? La responsabilidad como ministro es suya, obviamente, usted es el responsable de dar la cara, de explicar las consecuencias de esa medida y de buscar alternativas para las comarcas mineras de Asturias, de Castilla-León, de Aragón, de Galicia y de Andalucía, entre otras comunidades autónomas.

Unas comarcas que con esta decisión han recibido un golpe mortal a las expectativas de desarrollo alternativo, un golpe mortal a un programa que es imprescindible si se quiere atraer proyectos empresariales generadores de empleo en esas comarcas, que están abocadas a una profunda reconversión energética. Usted tiene que responder a esas comarcas y a esa incertidumbre que tienen en estos momentos. ¿Puede dar marcha atrás en esa decisión? Hágalo, hágalo, se lo decimos desde el Grupo La Izquierda Plural, pero se lo están diciendo también otras instituciones. Ayer mismo el pleno de la Diputación Provincial de Teruel, por unanimidad, reclamaba que se cumplieran los compromisos del plan vigente, que recordemos tiene vigencia hasta el 2012, e incluso iba más allá y le pedía que se diera continuidad a un nuevo plan con el horizonte 2018. Eso es lo que le están reclamando los sectores afectados y también quieren saber muchas otras cosas. ¿Se pagarán este año las inversiones que se están acometiendo correspondientes al año pasado? Explíquelo, se ha generado mucha incertidumbre y usted debería de ser claro en esta cuestión. Sé que tenemos pendiente una comparecencia monográfica al respecto, que hemos solicitado desde nuestro grupo, pero entenderá que no podía dejar pasar la ocasión sin exigirle una respuesta que en estos momentos están esperando desde las cuencas mineras de Asturias, de Castilla-León, de Aragón, de Galicia, de Andalucía y de otras comunidades autónomas.

A nuestro juicio, su ministerio debería desempeñar un papel importantísimo en el reto de cambiar de modelo productivo. Es decir, cambiar de modelo para pasar de la economía especulativa del ladrillo a la economía real, a la economía productiva, apostando por sectores de alto valor añadido basados en la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica. Pero usted de eso casi no ha dicho nada. Ha enumerado una serie de sectores prioritarios, pero han sido todos. Ha citado todos. Ha hablado de sectores de futuro, es verdad, pero también ha mezclado sectores maduros como el calzado o el textil. Todos son estratégicos para usted. Me gustaría que pudiera profundizar en eso.
En otras decisiones de sus compañeros de gabinete estamos viendo que su Gobierno parece haber apostado por volver al pasado, hay una especie de nostalgia de las vacas gordas, aunque sea imposible regresar al vientre de la madre. Es imposible. Sin embargo, las primeras medidas de sus compañeros parecen añorar esa burbuja inmobiliaria: deducción en la renta por adquisición de vivienda; reforma profunda de la Ley de Costas, que nos anunciaba el señor Arias Cañete; la ciudad del juego en Madrid, que nos anunciaba la señora Aguirre, y mientras tanto se están sacrificando precisamente las piezas que deberían ayudarnos a cambiar de modelo de crecimiento. Se recortan los programas de investigación, desarrollo e innovación en 600 millones de euros y se paraliza el desarrollo de las energías renovables. Este es su modelo. ¿Cuál es su modelo, señor ministro? Dice que España no puede renunciar a ser una economía industrial, ojalá, señor ministro. Ojalá no renuncie a ser una economía industrial.

El señor PRESIDENTE: Vaya concluyendo, señor Yuste.

El señor YUSTE CABELLO: Concluyo rápidamente.
Solo le quiero hacer una pregunta sobre el desarrollo de nuevas tecnologías y de la sociedad de la información. ¿Se compromete usted a reducir el precio y a aumentar la velocidad de las conexiones a Internet, que en España son las más caras de la Unión Europea? ¿Está en condiciones de comprometerse a llegar a unos niveles de precio y de velocidad en los que podamos converger con la media europea?
Usted está llamado a ser el hombre del turismo en este Gobierno, pero le quería aclarar una cosa. Esperaba de usted algunas propuestas. Ha dicho algo que sonaba interesante, pero también ha venido a decir laissez faire. Creo que en este momento hay que hacer cosas. Es cierto que este año 2011 ha ido bien en cuanto a visitas, pero no debemos engañarnos cuando jugamos en solitario. La inestabilidad provocada por la primavera democrática en el mundo árabe ha ayudado a que el turismo español salve el año. Por eso no podemos confiar en factores coyunturales, tenemos que optar por la modernización de nuestras instalaciones, tenemos que competir con calidad y con destinos turísticos sostenibles y de calidad, que puedan superar otras ofertas que se están produciendo y para eso necesitamos desestacionalizar nuestra oferta. No solo de sol y de playa debe vivir el turismo español. Usted habla de la marca España. Si la marca España quiere decir hormigón en las playas y alcohol barato, me temo que eso no prestigia ni añade valor precisamente a la amplísima y riquísima oferta turística que hay en los pueblos de España.

El señor PRESIDENTE: Concluya, señor Yuste.

El señor YUSTE CABELLO: Concluyo con una pregunta directa.
Un asunto pendiente de la pasada legislatura fue la interconexión eléctrica entre España y Francia. Lo ha esbozado la portavoz del Grupo de Convergència i Unió. La línea de alta tensión que sustituyera a la descartada Aragón-Cazaril y que ahora anda buscando un trazado entre las protestas de los vecinos de Aragón y de Cataluña, que se niegan al enorme impacto ambiental y de salud pública que supone la reutilización de parte del trazado de las líneas anteriormente desechadas, como la Sentmenat-Sallente, ha provocado incertidumbre. Queremos saber cuál es la posición del nuevo Gobierno acerca de esta línea de alta tensión, que ahora parece que se está moviendo con el trazado Peñalba-Graus-Isona.

El señor PRESIDENTE: Señor Yuste, lo lamento, tiene que concluir.

El señor YUSTE CABELLO: Concluyo con esto.
Nuestro grupo estima que las primeras decisiones que usted ha tomado en materia energética, tanto en nuclear como en renovables, están profundamente equivocadas, porque suponen una contrarrevolución energética. Está dando pasos atrás, pero de esto hablará más en profundidad mi compañera doña Laia Ortiz.

Respuesta del Ministro de Industria, Energía y Turismo: José Manuel Soria

Quiero referirme ahora a la intervención del señor Yuste Cabello, por Izquierda Plural, Izquierda Unida y la Chunta Aragonesista. No tenemos una obsesión por reducir el déficit, tenemos una obsesión por disminuir el paro, y el paro nunca disminuirá en España mientras no seamos capaces de contener el déficit público, por lo que le decía con anterioridad, porque el déficit público genera un efecto expulsión de la financiación de quienes realmente tienen que crear empleo, que son las pequeñas y medianas empresas. Cuestión distinta es que se diga: No; mi criterio es que el empleo lo tienen que crear las administraciones públicas o el sector público. Es un criterio muy respetable, pero yo no lo comparto. Yo creo que quienes tienen que crear el empleo en una economía de mercado son las empresas y, particularmente, en una economía como la española, las pequeñas y medianas empresas.

En cuanto al ajuste presupuestario, es verdad que el ajuste que hemos hecho en el Consejo de Ministros del día 30 de diciembre es importante. Usted me preguntaba: ¿Quién ha hecho ese ajuste? El ministro de Hacienda. ¿Quién va a hacer un ajuste del presupuesto en un gobierno? No conozco ningún gobierno en el que sea posible hacer un ajuste a mano alzada. Decir: A ver, ¿cuánto cree que tiene que disminuir su departamento? ¿Y su departamento, cuánto? Yo he sido consejero de Hacienda de la Comunidad Autónoma de Canarias algunos años. Hice ajustes en el año 2008, en el 2009, en el 2010 y para 2011 y, ciertamente, eran cuestiones que en entraban dentro de la competencia de la Consejería de Hacienda. Así entiendo que ocurre en todas las comunidades autónomas, en todos los ayuntamientos, diputaciones y cabildos, y el Gobierno de la nación no es una excepción. Es el Ministerio de Hacienda quien lleva a cabo estos ajustes. Insisto en que probablemente este ajuste no hubiera sido tan intenso, de 15.000 millones de euros, de haberse desviado un poco el objetivo de déficit público, pero no tanto como finalmente hemos constatado. Por tanto, respondiendo directamente a su pregunta, el ajuste lo ha hecho el Ministerio de Hacienda, cuyo ministro tiene la competencia. Por cierto, el ajuste es compartido por todo el Gobierno. No tenemos que ver esto como compartimentos estanco. Todo el Gobierno trabaja en el objetivo de disminución del déficit público. En mi departamento hay una disminución de 1.100 millones de euros, del 19 por ciento. Lógicamente, a mí me hubiese encantado -permítame que lo diga así- que no hubiese habido ningún tipo de ajuste. Me hubiese gustado mucho, pero no es posible y lo asumo porque soy parte del Gobierno.
Me hablaba usted del cambio del modelo productivo. Si eso es lo que se decide, ¿por qué no? Ahora bien, ¿el Gobierno tiene alguna intención de cambiar el modelo productivo de España por real decreto, por norma o por ley? No, porque los modelos productivos no se cambian por decreto; los modelos productivos tienen mayor o menor peso de un sector en función de decisiones libres y legítimas de las empresas. Es decir, si hay una empresa que decide aumentar las inversiones en turismo, otra empresa en industria u otra en energía será porque esa empresa considera que se dan las condiciones necesarias para eso, pero no lo hará porque el Gobierno le diga: Ahora usted va a aumentar la participación en este sector del 2 al 4 por ciento del PIB. No conozco ninguna economía en la que eso funcione así, salvando economías planificadas; pero, claro, no estamos en el caso de una economía planificada, estamos en el caso de una economía libre, en la que el Gobierno, en nuestra opinión, lo que tiene que hacer es intentar generar las condiciones para que se den decisiones libres de las empresas y que en ese proceso las empresas decidan unas veces invertir más en turismo, otras veces en industria y otras veces en energía. Por tanto, el cambio de modelo productivo no lo vamos a hacer por decreto. Cuestión distinta es que de la evolución de la economía ello se traduzca así.

Planteaba usted, y he creído entender que lo hacía -entre comillas- como un reproche, que teníamos nostalgia de la época de las vacas gordas. Pues sí, mucha; la verdad es que mucha. ¿Tenemos nostalgia de la época en la que la economía española crecía al 3 por ciento? Mucha. ¿Tenemos nostalgia de la época en la que de cada diez empleos que se creaban en Europa ocho se creaban en España? Mucha nostalgia. ¿Tenemos alguna nostalgia de seguir en una situación en la que de cada diez empleos que se destruyen ocho sean en España? No; la verdad es que de eso no. Esto de la economía son ciclos. Hay ciclos que son mejores y otros que son peores. Es verdad que en España hemos tenido ciclos buenos y ciclos malos. Hombre, es verdad que casi siempre los malos coinciden con determinadas etapas políticas, pero al final son ciclos económicos. Yo prefiero el ciclo anterior, insisto, el de la segunda parte de los años noventa y primera parte de los años dos mil, donde se crecía a tasas que generaban empleo.

En cuanto al turismo, me parece haberle escuchado alguna cautela respecto al laissez faire. Ninguna cautela. Cuestión distinta es que en una economía de mercado el Gobierno deba procurar, a través de los órganos reguladores correspondientes, velar por que se cumplan las reglas del mercado, porque lo otro sería una jungla. Es decir, laissez faire sí, economía de mercado sí, pero con organismos reguladores que velen por el cumplimiento de las reglas, para que las reglas sean iguales para todos, para que no haya algunos que puedan sacar ventajas de unas reglas y otros no, para que sea en homogeneidad para todos. Por tanto, ningún temor a esto.

Respecto a la marca España, es intención del Gobierno ponerla en valor. Creemos que es una buena marca. Pensamos que es totalmente compatible con que luego cada comunidad autónoma, cada provincia, cada isla o cada municipio quiera promocionar la enorme riqueza y heterogeneidad de activos y fortalezas que tiene. Creo que la marca España es un gran paraguas, sobre todo es un gran paraguas de cara al potencial que ofrece en mercados emergentes. A lo mejor no tanto en mercados convencionales, a nivel agregado, turismo europeo, como pueden ser el escandinavo, el centroeuropeo, el alemán o el británico. Ahí probablemente el nombre de cada una de las comunidades autónomas es un nombre que puede promocionarse por sí solo. Ahora bien, pongamos mercados emisores emergentes, por ejemplo Rusia. En Rusia hay un creciente número de personas que tienen una gran capacidad de consumir, una renta disponible media superior incluso a la que tienen turistas que vienen de otros países. ¿Cómo atraer a estos turistas? Casi mejor con el paraguas de la marca España, y de eso nos beneficiamos todas las comunidades autónomas y todos los territorios de España.