El pasado 1 de junio el Grupo de Izquierda Unida en las Cortes de Aragón planteaba una serie de preguntas sobre la residencia de estudiantes Luis Buñuel de Teruel al Gobierno de Aragón, que pretende cerrar. Hoy hemos recibido la respuesta de la DGA (RESPUESTA RESIDENCIA) sobre la que queremos hacer algunas valoraciones.
Afirman que para tomar la decisión de cerrar la residencia se han basado en dos documentos técnicos:
– Proyecto de 2003: Construcción del núcleo de comunicaciones entre los edificios de 5 y 3 plantas.
– Proyecto de 2008: Obras en materia de prevención y extinción de incendios.
Citan la inadaptación al Código Técnico de la Edificación y al Decreto 19/1999 sobre accesibilidad.
Del texto se deduce que las intervenciones necesarias son las siguientes:
1- Construcción de un núcleo de comunicación entre edificios.
2- Instalación de rampas y ascensor para garantizar la accesibilidad.
3- Construcción de segundas salidas en el salón de actos y comedor.
4- Sustitución del grupo de presión.
5- Sustitución de las bocas de incendio.
6- Instalación de un hidrante exterior.
7- Construcción de un depósito de incendios.
8- Sectorización de la cocina mediante un vestíbulo de independencia.
9- Sectorización de los cuerpos edificados.
Finalmente reconocen que no han redactado un nuevo proyecto y que todo queda sujeto a la disponibilidad presupuestaria. Eso cuando en los presupuestos vigentes no hay partida al respecto, a pesar de que el cierre es inminente.
Lo primero que nos llama la atención es que el Gobierno de Aragón se lance a cerrar la residencia sin tener un documento técnico actualizado. Ahora entendemos los devaneos de la dirección del IAJ, que de una semana a otra cambia de opinión y de cifras. Lo que ocurre es que no tienen ni idea y que todo esto no es más que lo que parece: el cierre de un servicio público porque quieren reducir gastos.
De las obras relacionadas nuestra conclusión es clara: se pueden hacer sin necesidad de cerrar la residencia, y si no es así, que lo justifiquen. Ninguna de estas obras debería requerir de un plazo de ejecución superior a dos meses, por lo que su realización durante las vacaciones de verano, tal y como venimos reclamando desde el principio, sería lo adecuado, como se ha hecho tantas veces en otros centros educativos. Es más, muchas de las acciones propuestas ni siquiera deberían interrumpir la rutina de la residencia, ya que se llevarían a cabo en el exterior o simplemente consistirían en la renovación de instalaciones.
A esto hay que añadir que las alternativas para acoger a los estudiantes que anunció el director del IAJ no se han publicado en ninguna parte, mientras sí que han publicado el acceso a las otras residencias.
En conclusión, la respuesta de la DGA a las preguntas de IU confirma lo que todos sabíamos, que esto es una tomadura de pelo, una burla por parte del director del IAJ y de todo el Gobierno, que buscaban cualquier excusa para cerrar esta residencia de estudiantes, para aplicar un nuevo recorte en gasto educativo, para castigar más si cabe al medio rural y a las familias que pretenden seguir viviendo en él y para hipotecar el futuro universitario de la ciudad de Teruel.
Desde Izquierda Unida vamos a seguir oponiéndonos al cierre de la Residencia Luis Buñuel, sea temporal como ahora pretenden hacernos creer o definitivo, y vamos a estar muy atentos por si detrás de esta operación hubiera un nuevo intento de privatización o de favorecer a sectores privados.
Sabemos que son tiempos en los que las agresiones a los servicios públicos y a los derechos de los ciudadanos se concentran de tal forma que a veces nos podemos llegar a relajar, pero hacemos un llamamiento a todos los turolenses para que no se olviden de esta afrenta de la DGA, porque el cierre de la residencia Luis Buñuel bajo la premisa de que los servicios públicos deben tener coste cero, tal y como declaró el alcalde de Teruel en el último Pleno, es extraordinariamente grave, es el ejemplo en nuestras narices de lo que significa el fin del Estado del Bienestar y la imposición definitiva de la dictadura de mercado.
En Teruel, a 15 de junio de 2012