Artículo de Alberto Cubero publicado el 6 de febrero de 2022 en Arainfo

El final trepidante en la tramitación parlamentaria de la reforma laboral muestra la miseria de los dos diputados de UPN, de una derecha tránsfuga que es capaz de cualquier ignominia pues cree que el poder le pertenece y si no lo ejerce ella es ilegitimo. Pero no debe hacernos olvidar que UPN como organización tomó la decisión consciente de votar a favor, que el diputado Casero del PP se equivocó, pero que nadie más de los 348 diputados se equivocó.

Y tenemos como resultado que la reforma laboral del gobierno sumó de manera consciente más partidos y votos de la derecha que de la izquierda. Al final la vía Ciudadanos se ha impuesto apartando a los socios de investidura de la izquierda (ERC, Bildu y BNG). Uno no puede dejar de acordarse de Pedro Sánchez y Albert Rivera y su acuerdo de gobierno reformista y de progreso de hace justo 6 años en febrero de 2016.

Que la principal medida para UP en esta legislatura salga por la vía Ciudadanos, es como para dejar de hacer memes y chistes del diputado del PP y ponerse a darle una vuelta de cómo hemos llegado hasta aquí y que implicaciones puede tener.

La reforma laboral sin duda mejora las condiciones de la clase trabajadora al recuperar la ultraactividad y favorecer la contratación indefinida, en los primeros datos de enero, la contratación indefinida ha pasado del 10% al 15%, lo que muestra que la reforma ya está teniendo un impacto significativo. Solo por ello, aunque nos pueda parecer poco o insuficiente, se debería haber apoyado en el Congreso, aunque puedo entender que socios de investidura como EH Bildu y BNG no lo hicieran. Sus referentes sindicales, CIGA y LAB, no están en el diálogo social que la ha acordado, en el trámite parlamentario no se permitió introducir cambios y por último es una reforma que incumple lo ya firmado con BNG y Bildu de derogar por completo la reforma laboral del PP.

Una primera conclusión es que el diálogo social tal y como está planteado no genera consenso político. Y el poco que genera lo hace más en la derecha que en la izquierda parlamentaria, son más partidos y votos procedentes de la derecha que de la izquierda los que ha sumado el gobierno enarbolando el diálogo social.

Partíamos con buenas cartas en esta partida, un acuerdo de gobierno que comprometía al PSOE con la derogación de la reforma laboral, un acuerdo también con Bildu y BNG que también comprometía al PSOE a una derogación completa de la reforma laboral, una mayoría parlamentaria para ello y a los sindicatos dispuestos a la derogación completa de la reforma laboral. Todo apuntaba a que el PSOE, que todos sabíamos de su poca predisposición a la derogación completa, tenía todas las papeletas para sufrir las principales contradicciones. Pero al final ha sido el más cómodo en todo esto, no solo no se ha derogado por completo la reforma laboral, además ha logrado abrir la vía Ciudadanos su objetivo desde aquel febrero de 2016.

Y desde su comodidad ha tomado nota, el dialogo social como fin en sí mismo es la llave para la vía Ciudadanos, excluye a nuestros socios de investidura por la base sindical y acerca a la derecha por la parte patronal. Además, anula de primeras cualquier posibilidad de movilización y conflicto, de verdadera lucha de clases. Jugada perfecta para la salida reformista de la crisis de régimen.

¿Por qué nos empeñamos en jugar esta partida por la estrategia del diálogo social y no por el cumplimiento íntegro del acuerdo de gobierno?

Llevamos más de la mitad de la legislatura, 27 meses de legislatura, quedan 21, está reforma laboral ha sido el parto de la burra. Seamos conscientes que es muy difícil que se vuelva a abrir la reforma laboral en lo que queda de legislatura y por tanto que se derogue por completo la del PP como dice el acuerdo de gobierno.

¿Por qué el acuerdo con CEOE es intocable y el de gobierno se puede incumplir? ¿Qué papel ha jugado la UE y sus fondos europeos? ¿Hubiera permitido la Comisión Europea una derogación total de la reforma laboral de Rajoy o nos hubiera chantajeado con los fondos europeos? Nuestra función en las instituciones y en el Gobierno también es mostrar la realidad del sistema. Si la Comisión Europea nos impedía derogar la reforma laboral al menos que se hubiera evidenciado con toda su crudeza. Nuestra democracia está tutelada por el poder económico y debemos esforzarnos al máximo porque esto lo vea la mayoría de la clase trabajadora para que comprendan que sólo desde proyectos políticos rupturistas se lograrán mejoras sociales importantes.

Hemos conseguido esto, tampoco lo minusvaloraremos, otros quejándose en twitter no han conseguido nada y se ha conseguido gracias a la presencia de los sindicatos en el dialogo social y de Unidas Podemos en el gobierno. La prevalencia del convenio y la ultraactividad son herramientas potentes para abrir ciclos de movilización obrera con un IPC por las nubes, si se está dispuesto a emplearlas claro. Porque si en algo ha fallado está reforma es que no ha habido movilizaciones sociales y obreras previas que hubieran permitido arrancar más derechos. Y de eso somos responsables todos los grupos de la izquierda, los que hemos votado a favor, los que han votado en contra y los que ni siquiera están en el parlamento y solo escriben tuits. Seamos todos conscientes que nuestros rivales son la CEOE, Arrimadas y el transfuguismo de UPN y cerremos la vía Ciudadanos en el parlamento y abramos el ciclo de movilización en la calle.