El presupuesto para Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente sube un 6,2% sobre el consolidado con respecto al del año anterior. Se trata de uno de los Departamentos que más importantes en cuanto a cuantía, con un 11,6%, aunque es cierto que se trata de unas cuentas donde hay un gran peso de los programas financiados con recursos de la UE y del Estado (tres cuartas partes de los 731 millones). Al igual que el resto de Departamentos inversores, se nota la incorporación de fondos provenientes de los Fondos “Next Generation”, Fondos React-EU y el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.

Tras estudiar las cuentas, se constata que el capítulo de inversión vuelve a incrementarse este año de forma sobresaliente en un 99% y repartido entre diferentes programas. Cabe recordar que este es también un Departamento en el que desarrollar la capacidad de la obra pública como dinamizadora, impulsora de la actividad económica y, en este caso, del medio rural.

Un dato que sorprende es que las transferencias de capital suben sustancialmente, un 18 %, para todos los programas menos en Protección y Mejora del Medio Ambiente, cuando debería ser un objetivo de todas las políticas del Gobierno de Aragón. Además de estas transferencias, las que se destinan a empresas privadas, que es algo que está caracterizando el destino de los fondos de transformación como hemos visto a lo largo de la semana, ascienden un 25,3%.

En cuanto al capítulo 4, el de las transferencias corrientes, éste es el más importante de este Departamento y representa el 56% del gasto, a pesar de bajar ligeramente respecto al ejercicio anterior. Se trata en su mayoría de fondos de la UE para financiar la PAC. En este sentido, nuestro Coordinador y portavoz parlamentario, Álvaro Sanz, ha señalado que es la “constatación” de lo que ya sabemos, que somos un mero transmisor de las ayudas de la PAC, con muy poca capacidad de incidir en las políticas que se aplican, ya que las condiciones para su desarrollo vienen dadas y la Comunidad ejerce solamente las funciones pagadoras e inspectoras.

Una vez perdida la batalla de la reforma de la PAC en la UE y del Plan Estratégico que ha defendido Olona en el Estado, Sanz ha preguntado al consejero qué margen dejan estas cuentas para priorizar la explotación social y familiar, más ligada al territorio. En su opinión, “no podemos pedir que se apoye la renta de los y las agricultoras profesionales y familiares y después apoyar un modelo agroindustrial que no vertebra, que somete, precariza e impacta negativamente en el entorno”. Con esto, Sanz ha hecho referencia a los fondos dedicados en diferentes Departamentos del Gobierno, incluido el de Olona, con el apoyo a determinadas infraestructuras o con el reparto de los fondos del PDR.

En el programa de Producción Agraria y Gestión de Ayudas, que es el responsable de asegurar el apoyo directo a las rentas de los agricultores y agricultoras de la mayor parte de los pagos de la PAC, hay un ligero descenso de las subvenciones corrientes, por un incremento del 20,5% en las transferencias de capital que incrementan las medidas agroambientales, cuyos mayores beneficiarios son las explotaciones ganaderas. Asimismo, el incremento relativo más notable en inversiones propias se produce en el programa de Calidad y Seguridad Alimentaria, con fondos provenientes de los MMR. Sin embargo, no hemos sido capaces de saber para qué van a utilizarse esos 3,5 millones de euros, cuestión que nuestro portavoz ha trasladado al consejero.

Dentro de la Dirección General de Desarrollo Rural se mantiene la partida de apoyo a las organizaciones de criadores de razas autóctonas que el año pasado ya dijimos que era insuficiente. Por otra parte, se incrementan las inversiones propias y las subvenciones para capital en un 49% y 7,65% respectivamente, “pero vemos con cierta preocupación una nueva bajada del apoyo a los seguros agrarios”, ha advertido Sanz para señalar el notable incremento en los importes consignados para Indemnización Compensatoria en zonas desfavorecidas, lo que nos podía haber convencido si no se leyera en la memoria que “no se contempla la recepción de nuevas solicitudes”. Una cuestión sobre la que Sanz ha pedido una aclaración.

En cuanto al Instituto Aragonés del Agua, el Ejecutivo incrementa su presupuesto en 1 millón de euros, un 1.41 % más que el año pasado, y vuelven a ser protagonistas las transferencias a entidades locales para impulsar una gestión sostenible de un recurso natural vital como es el agua y para la construcción de sus depuradoras. Asimismo, previsiblemente, el nuevo Impuesto Medioambiental de las Aguas Residuales entrará en vigor en unas semanas sustituyendo al antiguo ICA. Sin embargo, lo que no está sobre la mesa, aunque ya debiera tener reflejo en este presupuesto, es el nuevo Plan de Saneamiento para el futuro que entierre definitivamente el desastroso y sobredimensionado método concesional.

Sanz también ha denunciado la falta de apoyo al INAGA que no se refuerza en este presupuesto a pesar del incremento de la demanda de autorizaciones ambientales previsiblemente derivadas de una mayor actividad económica, en gran parte impulsada por los fondos externos que aportará el Gobierno de Aragón. Sanz ha destacado un dato relevante de la memoria del Instituto de Gestión Ambiental y es que los ingresos por actividad solo alcanzan para cubrir el 71,9% de los gastos, es decir, las tasas no cubren la totalidad de la prestación del servicio que se cubre con la aportación del Departamento de Olona por valor de 7 millones de euros. Unos millones que dejan de ser utilizados para otros gastos que también son necesarios, tanto en agricultura como en medio ambiente. “A diferencia de lo que ocurría en el ejercicio anterior y en el 2020 con las modificaciones de crédito que minoraban las partidas de medioambiente y biodiversidad, estas cuentas vienen con importantes incrementos de las inversiones reales”, ha reconocido Sanz quien ha exigido al consejero que aclare la desaparición de ciertos programas que financiaban a actividades de residuos y cambio climático en las entidades locales.

También se incrementa la dotación de las actuaciones para la descontaminación del lindano. “Una tarea que nos debe servir para aprender las lecciones en el presente sobre el coste la facilitación de las actividades industriales y empresariales a toda costa, ni medir las consecuencias ambientales”, ha apuntado nuestro diputado.

Por otra parte, en la Dirección General de Gestión Forestal y Medio Natural se constata un incremento en inversiones superior a 15 millones de euros en el programa de Protección y Mejora del Medio Natural, pero al leer el anexo y ver el detalle nos encontramos con dos proyectos que se llevan más de 20 millones: La prestación de servicios aéreos de extinción de incendios forestales (campañas 2012-2015) y actuaciones de prevención de riesgos y extinción de incendios. Para Sanz, es necesario que el consejero se explique porque el primero de esos proyectos se refiere a campañas muy lejanas y el segundo es muy “indefinido”.

Conservación de la Biodiversidad y Desarrollo Sostenible también sube más de 5 millones en inversión, pero en este caso, ha explicado Sanz, ocurre lo mismo que en otros programas: se financian con los MMR pero no detallan para qué son.

En el programa de Desarrollo Agroalimentario y Fomento Asociativo, Sanz ha recordado que a IU nos parece correcto incentivar la transformación agroalimentaria pero siempre que sea para impulsar el empleo de calidad ligado al territorio con condiciones laborales dignas y sirva para dar valor a las producciones de la explotación social y familiar. “Sin embargo, -ha criticado-, es que la realidad es dan millones a grupos empresariales que son competitivos en los mercados internacionales”, que son los que están concentrando la agroindustria y que sustentan modelos laborales y de producción y que “para nada representan el modelo que decimos defender”. “Más bien compiten y dificultan su viabilidad, además de generar unas externalidades ambientales tremendas”, ha apuntado.

Por último, Sanz ha preguntado por el estado de las enmiendas negociadas incorporadas por IU el año pasado y el anterior que quedaron incorporadas en el presupuesto del 21: Programa saneamiento del ovino; campaña sensibilización protección animal; incorporación de jóvenes al sector agropecuario; programa de fomento de consumo de agricultura y ganadería ecológica; modernización de explotaciones; impulso a la ganadería extensiva; apoyo a las organizaciones de criadores de razas autóctonas; creación de un banco de Tierras; apuesta por los mercados agroaecológicos y el desarrollo del programa “la bicicleta en la escuela.