El 6 de agosto de 1936 Ramón Acín, anarcosindicalista, pintor, escultor y pedagogo oscense, era detenido en su domicilio junto con su mujer Concha Monrás. A Ramón y a Concha los detuvieron y apalearon en presencia de sus hijas, Katia y Sol, de 13 y 11 años

Ramón, una vez detenido, pasó por una comisaría donde fue brutalmente torturado, y llevado a las tapias del cementerio donde fue asesinado. Su “delito” fue ser un artista comprometido con la libertad y la democracia, con la república y los valores republicanos y claramente opositores al fascismo. Su trayectoria era conocida por cuanto ya se distinguió en la fallida sublevación de Jaca de Diciembre de 1930 y, tan pronto se produjo el golpe de estado, fue perseguido para eliminarle.

“En estos momentos, declara Álvaro Sanz, portavoz parlamentario y Coordinador general, en Aragón, por exigencia de la ultraderecha y por la complicidad del Gobierno del Sr. Azcón, está sustituida la Ley de Memoria Democrática por un cínico “Plan de Concordia” que omite lo que fue el franquismo y la dictadura, que condena al olvido a víctimas como Ramón Acín y que oculta los horrores cometidos, desde el momento de la sublevación, por el franquismo”.

Hoy, una vez más, exigimos al Gobierno de Aragón que retire su “Plan de Concordia” y recupere la Ley de Memoria Democrática de Aragón.

“Tenemos noticias de que, una vez repudiados por VOX, hay Gobiernos del PP que no quieren continuar con su política de ataques a la memoria democrática y a las víctimas del franquismo. ¿Cuál es la posición del Gobierno de Aragón?, pregunta Álvaro Sanz. Azcón solo tiene dos alternativas: Demostrar que estaba de acuerdo con derogar la Ley de Memoria Democrática que era el camino que marcaba VOX o retirar su falso “Plan de Concordia” y volver a reconocer los derechos marcados en la Ley de Memoria Democrática derogada.

“En cualquier caso. Nosotros y nosotras, continua Sanz, desde Izquierda Unida queremos recordar los hechos, queremos que se sepa lo sucedido, queremos que nombres como los de Ramón Acín, Concha Monrás, y tantos y tantos otros, sean recordados, que sus asesinatos y las circunstancias en los que se cometieron, sean conocidos y que no se oculte lo sucedido en nuestro país en nuestro pasado más inmediato”.

“Nos parece, añade Álvaro Sanz, que en estos tiempos en los que reaparecen nostálgicos del franquismo, que se quiere reescribir la historia, que quiere recuperarse el obligado silencio impuesto por la dictadura, que se pretende hacer tabla rasa entre las víctimas y los victimarios, es un deber democrático no perder la perspectiva de la historia reciente y tener memoria de lo vivido”.

“No es posible chantajear la historia al igual que un país que se llame democrático no puede acallar el golpe de estado fascista, la represión salvaje, las miles y miles de víctimas abandonadas por fosas, barrancos y cunetas, los campos de concentración, el exilio, la humillación continua de las mujeres, los bebés robados, el trabajo esclavo y la complicidad de la Iglesia, afirma.

“Por todo ello, concluye, hoy rendimos recuerdo y homenaje a Ramón Acín y a cuantas personas fueron asesinadas por el franquismo. Hoy reclamamos, una vez más, Memoria, Verdad, Justicia y Reparación”.