zquierda Unida reclama al Gobierno de Aragón que se oponga rotundamente a la Sabiñánigo-Marsillón o a cualquier otro trazado de líneas de Alta tensión o autopistas eléctricas por el Pirineo Central.

Una demanda que traslada a las Cortes a través de una proposición no de ley para su debate y votación ante el Pleno y a propuesta de la Red de Apoyo Mutuo, que está integrada por numerosas organizaciones medioambientales y ciudadanas y por particulares. Esta Red ya se ha dirigido al Departamento de Economía, Industria y Empleo para manifestar su oposición rotunda a las líneas de Muy Alta Tensión o autopistas eléctricas (de 400kV) proyectadas para cruzar el territorio de la Comunidad Autónoma de Aragón. Es decir, al proyecto conocido como Sabiñánigo-Marsillón (Francia), así como a la Autopista Eléctrica Peñalba- Arnero-Isona y al posible proyecto denominado Monzón-Cazaril por Red Eléctrica España, que están previstos en la Planificación de la red eléctrica española para el periodo 2015-2020 y posterior.

En respuesta a las Interconexiones Energéticas Pirenaicas, la Red ha enviado al Gobierno de Aragón numerosos documentos argumentando su firme oposición. La portavoz de IU en las Cortes, Patricia Luquin, explica que algunas de las razones que llevan a esta oposición son las referidas tanto a las afecciones al medio ambiente y a la salud que causarían dichos proyectos, como el planteamiento de un nuevo modelo energético para el que resultarían innecesarias y altamente costosas como son las proyectadas.

Cabe recordar que estos argumentos y explicaciones se han trasladado al Ejecutivo aragonés en respectivos documentos como la Declaración de Capella y el comunicado de Sabiñánigo, en respuesta a los megaproyectos energéticos transpirenaicos, y el Manifiesto contra la línea de Alta Tensión Sabiñánigo- Marsillón que ha sido ya suscrita por más de 1.000 personas y diversas asociaciones locales.

Muy resumidamente, se exponen argumentos como el calentamiento global; el exceso de producción de Aragón en relación a sus necesidades; el elevado coste que, por el contrario, carecen de estudios de viabilidad y análisis coste-beneficio; la inversión de ese capital en necesidades reales de la zona como las afecciones por contaminación de lindano; las múltiples afecciones para la salud, el paisaje, el medio ambiente, la calidad de vida, etc., de las grandes infraestructuras eléctricas. Argumentos que son contrarios a la apuesta de estas organizaciones, colectivos y particulares que, como IU, priman la conservación del valor natural del Pirineo como motor para el desarrollo de la economía de la población. “Estos proyectos son imposiciones que vienen desde Bruselas, que no consulta a las comunidades afectadas, y se hacen sin transparencia y ni independencia en sus estudios”, señala Luquin.

Por todo ello, IU reclama al Gobierno aragonés, además de su oposición a estos proyectos, que apruebe una moratoria a las interconexiones de esas características hasta que se realice un estudio independiente sobre cuáles son las auténticas necesidades, a largo plazo, y se consensue de manera transparente y democrática el modelo energético verdaderamente sostenible y que responda a las necesidades de las personas y generaciones futuras. Y no exclusivamente a los intereses de las grandes corporaciones y estrategias geopolíticas.

IU apuesta por la autosuficiencia energética y, por consiguiente, considera que la planificación debe responder al mix energético que se acuerde, debe apostar por el reequilibrio y la vertebración territorial y debe buscar la máxima proximidad entre los centros de producción y el consumo. En cuanto a las conexiones internacionales, IU defiende que siempre sean complementarias al objetivo de la autosuficiencia y en modo alguno contribuyan a la ralentización de las energías renovables que son claramente recursos propios y dejan en el territorio el empleo y el valor añadido.