El portavoz municipal de IU en materia de Vivienda, Pablo Muñoz, ha solicitado al Ayuntamiento de Zaragoza que se dirija al Ministerio de Fomento y reclame que “la parte de las viviendas sin vender que el Ejecutivo quiere aglutinar en un ‘banco malo’ situadas en la capital aragonesa sean gestionadas por el propio Consistorio para crear un parque de vivienda de alquiler social”. La iniciativa de IU surge a raíz las declaraciones de la ministra de Fomento, Ana Pastor, quien aseguró que “el banco malo podría contener en stock de cerca de 700.000 viviendas por un valor de unos 180.000 millones de euros, distribuidas por todas las ciudades”.
Para Muñoz, “lo lógico es que, si se han comprado estos activos con dinero público, se utilicen con un interés social, máxime cuando en estos momentos hay mucha necesidad de viviendas de alquiler a precios sociales y en Aragón sigue habiendo una media de cinco desahucios al día”. “La demanda de vivienda en condiciones asequibles, especialmente entre los jóvenes, es ya hoy uno de los principales problemas del país”, apunta.
Muñoz recuerda que el Ayuntamiento ya gestiona un parque de viviendas de alquiler público a través de la Sociedad Zaragoza Vivienda, “por lo que tiene medios, experiencia y capacidad para gestionar la demanda”. De hecho, el concejal de IU ha señalado esta entidad “como la posible gestora de estas viviendas, dado que ya gestiona la “oficina antidesahucios”. “Por eso, proponemos que solicite la gestión y administración de estas viviendas para añadirlas al actual parque de viviendas sociales que alquiler”, señala.
“La vivienda es una de las necesidades más urgentes y desde el Ayuntamiento hay que actuar con contundencia”, reclama para añadir que “nadie debería pagar más de una tercera parte de sus ingresos por un alquiler de vivienda, al menos desde lo público”.
Muñoz también muestra la opinión de IU respecto al banco malo que, a su juicio, hay que convertirlo en un “banco social” creando un parque público de viviendas de alquiler en todo el Estado. “No tiene sentido gastar dinero público en salvar a la banca, comprarle sus activos tóxicos y asumir las pérdidas y ahora, además jugar a especular con esa vivienda, hay que hacer un uso social”, concluye.