El grupo parlamentario de IU Aragón instará mañana al Gobierno autonómico a negociar con las concesionarias de las autopistas AP-2 y AP-68 y el ministerio de Fomento la prohibición del paso de vehículos pesados de cuatro ejes o más por la N-II entre Fraga y Alfajarín y por la N-232 entre Tudela y Alagón, así como las compensaciones económicas y rebajas del importe de peaje de autopistas que haya lugar, al objeto de solucionar a la mayor brevedad los problemas del tráfico y de la seguridad vial en ambas carreteras nacionales a su paso por la Comunidad Autónoma.

El portavoz de Obras Públicas, Urbanismo y Transporte de IU en las Cortes, Miguel Aso, hará esta propuesta a través de una Proposición no de Ley que se debatirá mañana en la Comisión del ramo. Una iniciativa que desde la formación política y social registró tras la decisión de la Generalitat de Catalunya de prohibir el paso de vehículos pesados de cuatro ejes o más por la carretera Nacional II a su paso por Girona por la alta siniestralidad que presenta esta vía. En concreto, la Generalitat buscó un acuerdo a tres bandas con la empresa concesionaria de la AP-7 y Fomento para financiar parte del coste que esto le ocasiona a los vehículos pesados que deben trasladarse a la autopista de peaje.

Para Aso, este acuerdo puede trasladarse a Aragón porque “la Nacional II y la Nacional 232 tienen situaciones muy similares en nuestro territorio y, prueba de ello, es la alta siniestralidad de las mismas y el colapso en el tráfico como consecuencia del elevado paso de camiones por las mismas”. Cabe recordar que para intentar evitar esta situación, el Gobierno de Aragón puso en marcha medidas de bonificación parcial para estos transportistas. “Sin embargo, explica el diputado, estas acciones no han resuelto el problema, por lo que la situación no ha mejorado y las quejas vecinales y, lo que es peor, los accidentes, siguen produciéndose”.

Izquierda Unida considera que para mejorar la situación de manera definitiva en Aragón podrán adoptarse dos medidas. La primera, a más largo plazo, sería la de desdoblar la N-II y la N-232, “pero esta tiene un elevadísimo impacto ambiental y coste económico que hoy difícilmente es asumible”, señala Aso. Por otro, la liberalización completa de las autopistas AP-2 y AP-68, incluso rescatando anticipadamente sus concesiones si es preciso.

En su opinión, “prohibir el paso a vehículos pesados de cuatro ejes o más por estas carreteras nacionales e indemnización parcial a los transportistas cobra especial valor, ya que abre la vía a desviar el tráfico pesado de mercancías a lugares más seguros, desbloquea el tráfico en el ámbito de las carreteras nacionales y, de algún modo, permite aplicar la ‘euroviñeta’, impuesto por el cual se hace pagar a los transportes pesados por carretera el impacto que generan y que, en gran medida, debieran ser desviados al ferrocarril”.