El tratamiento que hace el Departamento de Educación con relación al CEIP María Zambrano de Zaragoza es “inapropiado, insuficiente, tardío y discriminatorio”.

Por una parte, denunciamos el retraso que acumulan las obras de este nuevo centro educativo. Según indicó el pasado abril el consejero del ramo, Felipe Faci, en respuesta a una pregunta de nuestro grupo en las Cortes, el proceso de licitación ya se había iniciado, a pesar de ello consideramos que “la lentitud en el proceso de adjudicación de las obras va a poner en riesgo calendarios y, por lo tanto, la construcción en tiempo y forma.”

La consecuencia directa de este retraso será otro caso de aulas prefabricadas, ya que para el próximo curso 2021-22, este CEIP escolarizará a todo su alumnado de 3, 4 y 5 años, necesitando doce aulas, cuatro por cada nivel. “Todas ellas serán prefabricadas puesto que no existe de momento ninguna construcción escolar, solamente un solar grande y vacío”, avisa nuestro Coordinador y portavoz parlamentario, Álvaro Sanz.

Además, aunque el consejero prevea que, si las obras se iniciaran a tiempo, esta primera fase estaría disponible durante el curso 2022-23, creemos que es “difícil de cumplir”.

Por otra parte, exigimos a Faci que acepte las propuestas de las familias de este centro que solicitaban espacios complementarios, además de las aulas. Sanz ha recordado que “el propio consejero ha estado defendiendo la necesidad de que todos los centros educativos deban recuperar sus espacios” en alusión a la biblioteca, sala de psicomotricidad, aulas de desdobles, sala de profesorado, dirección, almacenes, etc, por esta circunstancia, consideramos que éste centro, aunque sea mediante aulas prefabricadas debe contar con esos espacios si no será uno de los centros aragoneses “peor tratados” por la Administración, en cuanto a calidad educativa, lo que supone una “clara discriminación”.

A todo lo anterior, se añade la “precariedad” del servicio de comedor escolar para el alumnado de este centro (unos 200), que se tendrán que desplazar dos veces al día al comedor del CPI Parque Venecia y lo tendrán que hacer de manera “precaria”, a través de una comunicación interior entre los dos centros y que Educación tiene que instalar antes del 1 de septiembre.

Una infraestructura que el curso pasado debería haber estado instalada pero Educación “no cumplió”. En este sentido, esperamos que esta comunicación interior cumpla con todas las medidas de seguridad, especialmente este año teniendo en cuenta que el propio CPI Parque Venecia está en obras y el elevado número de comensales del centro María Zambrano, con edades comprendidas entre 3 y 5 años.

Por último, Sanz vuelve a exigir a Educación que escuche y tenga en cuenta las propuestas de las familias que proponían realizar la comida de los 200 alumnos y alumnas en el propio CEIP María Zambrano, con los alimentos elaborados en el comedor del Parque Venecia.

“Estas reclamaciones son necesarias y de sentido común y obviamente exigen recursos, pero en estos momentos el departamento no puede aducir problemas presupuestarios si la educación es clave, tal y como defiende el Gobierno de Aragón”, concluye.