Artículo de Alberto Cubero publicado el 1 de junio de 2021 en Arainfo

Dice Calviño, la representante de la banca en el Gobierno, que no es momento de subir el impuesto a los ricos en plena pandemia. Pero al parecer sí que es momento para subirnos la factura de la luz, según alertan organizaciones de consumidores como OCU y FACUA hasta un 27%. Guante de seda con los ricos, puño de hierro con las familias que les sobra mes al final del sueldo.

Para evitar la subida nos recomiendan poner la lavadora y cocinar de madrugada. Claro que bastante complicadas son nuestras vidas como para ponernos a lavar y cocinar de madrugada. Con los horarios laborales “flexibles” que impiden conciliar, cuidar a los hijos o atender a los padres ya mayores, justo nos viene para encajar la lavadora en algún momento del día y ese momento desde luego no suele ser de madrugada, de planchar ya ni hablamos que la vida no nos da.

No solamente no se cumple con el acuerdo de gobierno que implicaba meter mano de una vez al oligopolio eléctrico para lograr una bajada de la luz, sino que encima nos la suben. Y para colmo nos trasladan la responsabilidad. Si nos sube la factura será por nuestra culpa, por no lavar y cocinar de madrugada.

Este es el gobierno de las recomendaciones. Lo mismo nos recomiendan poner la lavadora de madrugada que al BBVA no despedir trabajadores. A un banco con un beneficio de 3.000 millones de euros en pandemia y con un presidente cobrando retribuciones de más de 5 millones de euros también le recomiendan, en este caso no despedir porque no es “ético” ni “empático”. Aún se oyen las carcajadas en el consejo de administración.

Recomendar es situar en la responsabilidad individual la resolución de los problemas. Si eres pobre la culpa es tuya, si tienes un trabajo de mierda o no puedes tener una vivienda digna la culpa es tuya. Y ahora si te suben la luz también es culpa tuya que no has puesto la lavadora de madrugada y además te estas cargando el planeta.

Se pone la responsabilidad en plano de igualdad como si todos partiéramos de las mismas condiciones. Pero cuando haces malabarismo con los cuidados y los horarios del curro, cuando tu problema es llegar a final de mes y no dormirte en el transporte público de camino al trabajo, que te recomienden poner la lavadora de madrugada es tocar las narices por hablar finamente.

Situar la responsabilidad en lo individual permite además ocultar a los verdaderos responsables y las causas estructurales, un oligopolio de empresas energéticas llenas de ex ministros del PSOE y el PP en sus consejos de administración. Porque una cosa son las recomendaciones y otras las decisiones y el PSOE se niega a intervenir el mercado energético, tal y como pide UP, pero no tiene problema en subirnos la factura de la luz para asegurar el beneficio de las tres grandes empresas que controlan el 90% del mercado energético español.

Por cierto, igual que el BBVA, estas tampoco han perdido dinero precisamente en el año de la pandemia. Naturgy tuvo un beneficio en el primer trimestre de este año de 383 millones de euros, algo más de los 307 millones por los que Felipe González la vendió cuando era pública y se llamaba Enagás. Iberdrola 3.600 millones de beneficios en 2020. Endesa, privatizada por Aznar, un beneficio de 1.400 millones de euros.

La misma Endesa que se enriqueció con el carbón de Teruel y ahora se cierra la térmica y no hay más transición que la juventud emigrando para buscarse la vida. Como recortan paradas y frecuencias del tren emigran en vehículo privado y contaminante y lo hacen rápido antes de que cobren los peajes, por la ventanilla pueden ver otro megaparque eólico que no generará empleo ni fijará población, pero seguro recibe fondos europeos.

Nos ha hecho el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, un nombre ministerial donde cada letra es una burla a la provincia de Teruel, un cartel donde aparece un ciudadano plácidamente dormido mientras carga un coche eléctrico.

Aquí ya se burla no solo de los turolenses si no de millones que, si tienen coche, es de segunda mano y hasta temen ir al mecánico por lo que les pueda cobrar. ¿Pero desde qué palacio de marfil nos habla este ministerio?

Y es que empiezan a cansar todas estas medidas con envoltorio verde pero que siempre perjudican a la mayoría social y casualmente nunca tocan los intereses del Ibex. Unos pagamos, otros recogen beneficios, y mientras la temperatura media del planeta seguirá subiendo.

Porque no nos engañemos, el capitalismo verde es tan falso como el capitalismo de rostro humano. El ecologismo o es anticapitalista o no pasa de ser un simple “greenwashing” (lavado verde). Y la transición o es socialmente justa o no será porque no se logrará que la gente asuma cambios importantes en sus modos de vida si bastante tiene con vivir.

Aviva aún más el malestar estas recomendaciones pensadas desde vidas cómodas y apacibles alegadas de la precariedad y el conflicto permanente de la vida diaria de la mayoría social trabajadora de este país. Apena que quienes deberían estar organizando el malestar pierdan credibilidad defendiendo lo indefendible, por querer gestionar lo ingestionable.