Hemos solicitado al departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales información sobre el control que desde la Dirección de Consumo se está desarrollando sobre la calidad del aceite de oliva. En concreto, hemos registrado una pregunta parlamentaria ante la imposición sanciones desde algunas Comunidades Autónomas por la venta de productos etiquetados como “aceite de oliva virgen extra” siendo de inferior calidad, lo que supone un grave fraude. Además, los fabricantes y las marcas afectadas por los análisis que han resultado de menor calidad a la etiquetada, se pueden encontrar en los lineales de consumo aragoneses.

En el conjunto del Estado, Baleares ha sido la comunidad pionera en la lucha contra el fraude en el aceite de oliva y la mejora de su calidad. También Cataluña ha realizado controles para detectar irregularidades. En cuanto a los resultados, el 40% de los análisis realizados en torno a la calidad del “oro líquido” desvelan fraudes.

Este “engaño” daña irremediablemente la imagen y la reputación de uno de los productos agroalimentarios más prestigiosos del país, base de la dieta mediterránea y supone una “estafa” para los consumidores que están pagando un precio por un producto de menor calidad, con un etiquetado que “no dice la verdad”.

En el caso de Aragón no se conocen datos y esto ha motivado que nuestro portavoz Álvaro Sanz haya solicitado a la consejera del ramo, María Victoria Broto, que informe del número de inspecciones y análisis que se han llevado a cabo para comprobar la calidad y el fraude en la venta del aceite de oliva en Aragón, así como de los resultados de los citados análisis en cuanto al número de irregularidades y las marcas y productos sancionados.