Izquierda Unida se define como un movimiento político y social que pretende contribuir a la transformación del actual sistema capitalista en un sistema socialista democrático, fundamentado en los principios de justicia, igualdad, solidaridad y respeto por la naturaleza y las diferencias personales. Esta sociedad socialista se organizará a través de un Estado socialista y democrático de derecho, republicano y federal.

Izquierda Unida es un proyecto construido de manera colectiva por quienes estimamos que nuestro compromiso personal por la transformación social puede hacerse desde una organización que se define como política y social, no como un mero partido político, y por quienes confluyen en esa concepción abierta, plural y ciudadana de construcción social y política.

Izquierda Unida quiere ser un instrumento para la imprescindible alternativa que ha de configurarse, es decir, configurarse como una herramienta de construcción y no como un fin en sí misma. Con presencia en las instituciones pero, sobre todo, con implantación en la calle, con músculo social que no se agote en el traslado a los órganos institucionales de propuestas, sino que contribuya a la dinamización de la sociedad y su implicación en la construcción de otro modelo social, económico, político e institucional.

A Izquierda Unida le interesa una sociedad concienciada, que se preocupa, analiza, debate y adquiere protagonismo, que critica y juzga y es capaz de discernir entre unos y otros. Una sociedad movilizada, agitada, activa.

El tiempo histórico que nos ha tocado vivir es exigente en cuanto a nuestra obligación de implicarnos en su quehacer. Si alguien piensa que es posible refugiarse en su pequeña vida esperando que los malos vientos pasen de largo y no le afecten, se equivoca; todas las personas estamos concernidas en este combate y en ese combate está Izquierda Unida, ofreciendo aliento, camaradería y apoyo a quien se decida afrontarlo, poniendo a su disposición lo mejor de sí misma: su discurso, su organización, sus militantes.