Mientras los últimos meses hemos estado hablando de un serio problema como es la falta de bomberos profesionales en Aragón y, especialmente, en la provincia de Huesca como consecuencia de la nula voluntad política pasada y presente del Gobierno de la Comunidad Autónoma y de la Diputación Provincial por solucionar este problema que entre otras cosas, ha ocasionado el injusto despido de bomberos en la Litera, y en espera que el Gobierno del PP-PAR en Aragón, cumpla con el mandato de las Cortes de tener presentada antes de este verano la mal llamada Ley del Fuego, nuestro querido Aragón sigue bajo políticas de mucho humo y pocos resultados. Y es que el ejemplo de los bomberos viene bien para sacar a la luz el problema de la inmensa humareda de la que la política PP-PAR está haciendo uso para tapar la falta de soluciones a los problemas reales de Aragón. Para solucionar la falta de bomberos hablamos de una Ley que debe ser importante,  pero no será nada si no hay dinero para desarrollarla y no parece este el camino de nuestro Gobierno. En materia de defensa del Patrimonio más de lo mismo. Una humareda terrible hablando día sí, día también, de los Bienes de la Franja, mientras se quiere atentar contra el aragonés o no se pone dinero para mejorar el inmenso patrimonio que tenemos. En materia de infraestructuras, mucho más de lo mismo.

Desayunarnos con el humo de la Travesía Central de los Pirineos es lo normal, una infraestructura de la que se ha llegado a decir que es rentable sin que nadie haya dado un dato sobre el coste siquiera aproximado de la misma y que no solucionará mañana ni pasado, la falta de unas necesarias conexiones con Francia por Aragón, mientras el Canfranc, que sí puede hacerlo, ha pasado a un segundo plano, porque para eso sí hay que poner dinero ya. O mientras se tapa ese gran sueño del PP ejecutado con maestría por el PSOE, como fue el aeropuerto de Huesca, que sigue sin solución costando muchísimo dinero y para el que se habla de 7 proyectos (más humo) que no suponen ni mucho menos una solución real para el objetivo del mismo, que no era otro que llenar el Pirineo de turistas. Y todo ello, por no hablar del problema real de Aragón y de España: El paro, cuya solución pasa según nuestro actual y pasado Gobierno por reducir el déficit. Aún me tendrán que explicar, algún día, en qué ayuda a un parado la reducción del déficit para encontrar trabajo. Pero, mientras esto sucede, la realidad es que las listas del paro se siguen engordando, la reducción de los derechos laborales y de los servicios públicos sigue en aumento y el agujero en el que estamos se sigue haciendo cada día más grande gracias a unas políticas, ayer social-liberales y hoy neoliberales, cuyos resultados quieren ocultarse bajo una inmensa humareda que, lejos de solucionar nuestros problemas hoy, solo sirven para eso, para tapar una realidad política cuya evolución indica que no hay luz al final del túnel del capitalismo.