Artículo de Marga Deyá publicado el 25 de mayo de 2022 en Heraldo de Aragón

Las leyes son el marco donde se regulan los derechos, necesitan modificarse para responder y garantizar el respeto a la libertad y corregir disfunciones del sistema.

La nueva modificación de la llamada Ley del Aborto incluye demandas de hace mucho tiempo como que se pueda garantizar la interrupción del embarazo en la sanidad pública. Este tema no es pequeño porque, aunque ya tenemos el derecho, este se hace mayoritariamente en clínicas concertadas. Esto se pretende conseguir removiendo los obstáculos que nos hemos ido encontrando, el primero con un registro de objetores hasta ahora inexistente, objeción de conciencia emitida desde los órganos de gestión con su traslado a la concertación. El aborto forma parte de la cartera de servicios y debe llevarse a cabo en nuestro centro de referencia, como todo lo demás, no es algo pecaminoso ni complejo. El segundo, incorporando la previsión de la proximidad del domicilio, para que las mujeres lo hagan en su sector sanitario y no tengan que ir obligatoriamente a Zaragoza a hacerlo, a la clínica concertada. Y se le otorga al Estado el ejercicio de inspección en esta cuestión para que no haya brechas y diferencias entre las diferentes provincias.

Otro tema es reconocer la capacidad de las mayores de 16 años y de las mujeres con discapacidad para decidir sobre su maternidad. Compartimos el acompañamiento de las familias en esta situación, sí, pero no imponer una decisión por encima de quien debe ser o no madre. El aborto es la última actuación ante un embarazo no deseado, antes esta la educación sexual para tener relaciones basadas en el respeto, placer y cuidado de ambos, utilizando los mecanismos barrera de forma consciente y efectiva. Este tema también se incluye y se facilita el acceso a estos con la nueva modificación. La educación sexo-afectiva cobra más importancia a lo largo de toda la vida, forma parte de la educación integral, nos conforma también como ciudadanas. Las familias pueden trasladar sus valores pero no impedir que todos y todas nos formemos en una cuestión básica de las relaciones humanas y sociales.

La baja por menstruación incapacitante ha causado mucho revuelo y creemos que una potencialidad de esta medida es que salga a la luz, una realidad oculta y muy poco investigada que afecta a mujeres. Avanzar en investigación sobre temas que nos afectan es algo que parezca necesitar de un impulso que va más allá de nuestra salud. El dolor no tiene que formar parte de nuestra vida aunque lo diga el Génesis de la Biblia. Esta baja ya se podía otorgar por tu médico, pero corría a cuenta del salario de la mujer o de quien contrata. Ahora lo que se plantea es que se pague desde la Seguridad Social por ser un problema, para quien lo tiene, recurrente y que supone un alto coste.

Otros temas se han avanzado poco pero se van abriendo paso. Son el tema de la violencia obstétrica en la que solo se hace referencia a un protocolo sobre el parto respetado y en el que aún queda mucho que concretar para equilibrar la garantía del seguimiento médico y la práctica generalizada de protocolos más pensados para la comodidad del personal sanitario que para la mujer. Y el tema de los vientres de alquiler en el que se prohíbe la publicidad de unas empresas que se están haciendo de oro con una práctica que es ilegal en nuestro país, camuflando las consecuencias que tiene en otros lugares su realización. Desde el feminismo no podemos ignorar cómo esta cuestión afecta a las mujeres vulnerables de otros países y cómo el sistema capitalista lo utiliza para su propio beneficio.

Y el último tema que se ha quedado pendiente es que los productos que se usan en la menstruación tengan el IVA de productos de primera necesidad. Hacienda no lo ha aceptado porque estima que dejaría de ingresar 30 millones, aunque luego se gastan mucho más en otras cosas como el mantenimiento y lujos de la Casa Real.

Son avances que veremos en qué se concretan tras la tramitación ya que los derechos de las mujeres siempre se mantienen en cuestión. Estaremos como siempre, visibilizando y denunciando, porque no es ideología de género lo que nos mueve sino defensa de derechos y las leyes son puntales sobre los que fijarlos para que no venga cualquiera a llevárselos por delante.