Las personas mayores en situación de soledad no deseada son las que sufren mayor vulnerabilidad. Presentan dificultades para orientarse, mortalidad prematura y un sufrimiento añadido por no tener a quién acudir en caso de necesidad, por no contar con apoyos emocionales y familiares.
La soledad no deseada está aparejada a la pérdida de redes de apoyo social y familiar, al aumento de la precariedad y las desigualdades y a la extensión progresiva del individualismo de nuestra sociedad.
Para Izquierda Unida, en la soledad no deseada influyen diversos factores y el socioeconómico es un factor fundamental. Creemos que deben ser los servicios sociales de base quienes impulsen, por ejemplo, la realización de un diagnóstico de situación para poder identificar los casos y las personas que requieren de ayuda y desarrollen los programas dentro de lo que se llama la atención comunitaria, que consideramos, además, fundamental. También los servicios sociales de base, a través de la implantación de la historia sociosanitaria, pueden ser quienes identifiquen y planifiquen las actuaciones.
En relación con la historia sociosanitaria, nos parece básico que se recojan las condiciones de la vivienda al ser un factor fundamental, en cuanto a la accesibilidad, en la posibilidad de las personas mayores de relacionarse con su entorno y donde las condiciones socioeconómicas son determinantes.
En IU apuntamos la necesidad de contar y coordinarse con Atención Primaria, y las diferentes estrategias que se articulan desde ésta, y con las asociaciones de vecinos que en muchos lugares son un activo relevante. También los Consejos de Salud donde participan éstas y otros servicios relevantes a la comunidad, los centros de mayores que pueden cumplir un papel mas proactivo…
El diseño de un plan de actuación sobre un diagnóstico previo de cada caso donde se identifique soledad no deseada solo será factible si se da ese impulso desde los servicios sociales de base con una buena coordinación y la implantación de la historia sociosanitaria. Porque dicho plan de actuación individualizado no lo puede hacer la dirección del Departamento de Ciudadanía, ni los ayuntamientos, ni las asociaciones de vecinos. Deben ser los servicios sociales de base con los suficientes recursos y medios para hacerlo.