El alcalde del Partido Popular de María de Huerva, Joaquín Calleja (PP), fue reprobado este martes por la mayoría de la oposición del consistorio, tras la moción presentada desde Por María de Huerva. Se acordó en dicho pleno además que las competencias de la Junta de Gobierno sean devueltas al pleno del ayuntamiento desde ese momento.
Con los votos a favor de Por María de Huerva (4), Vox (2), Chunta (1), la abstención del PSOE y los votos en contra de los 3 concejales del PP (hubo 2 ausentes), se completó la primera moción de reprobación a su alcalde en la historia del municipio.
En el transcurso de ese mismo pleno, que tendrá su continuación este jueves, se aprobaron sendas mociones presentadas por VOX. Por un lado, se acordó que las competencias de la Junta de Gobierno, sin convocar desde hace 4 meses por Calleja, se devuelvan al pleno del ayuntamiento. Y por otro, la convocatoria mensual de sesiones, a fin de agilizar el día a día del municipio y finalizar así el colapso de trámites y pagos pendientes.
La parálisis administrativa en María de Huerva y el oscurantismo en la gestión, llevó a nuestro grupo, Por María de Huerva, a presentar el pasado 14 de noviembre -por segunda vez- una queja ante El Justicia de Aragón para buscar su amparo ante la falta de información básica a las formaciones políticas, así como la no convocatoria de las sesiones plenarias correspondientes.
Desde Por María de Huerva consideramos que “la desafectación de Joaquín Calleja con el municipio es tal que ahora se ha convertido en inoperancia. Baste decir que hemos tenido fuera de servicio la centralita del ayuntamiento 15 días, ausencia de respuesta y soluciones a la falta de papel higiénico y productos sanitarios en los baños del colegio por incumplimiento del proveedor, ausencia de convocatoria de las subvenciones de las entidades deportivas y culturales de 2024 o seguir sin noticia de los presupuestos para 2025 mientras las facturas de 2024 pendientes de abono a proveedores se amontonan en el consistorio por simple dejadez. A todo esto, y no menos importante, negar la información a vecinos y grupos municipales estirando a su antojo la Ley de Protección de Datos, como escudo del oscurantismo y el despotismo político en el que basa su gestión el Sr. Joaquín Calleja”.