Anda el gobierno de España intentando “vender” España en el extranjero para que nos compren nuestros productos, para que vengan a vernos y se gasten el dinero, y en fin, para que tengamos cada vez más prestigio como país. Eso redundará, dicen, en más empleo y más prosperidad para todos.

Manuel Blasco, nuestro alcalde, ya dijo en el pleno del ayuntamiento de este mes que lo que les gusta a los españoles es “Misa, procesión y vino español” y desde luego él se siente cómodo en esa España, que es la de “Bienvenido Mister Marshall”, o sea la España de los años 50 y 60, y no tiene ninguna intención de mover un dedo para cambiarla. A él le va bien así.

Seguramente estas cosas las dice el alcalde apoyado en su mayoría absoluta municipal, que le permite estas licencias tan a menudo. Creo que dice lo que piensa, pero no piensa lo que dice. Total, va a ganar la votación diga lo que diga…

El alcalde se enfada cuando le digo que es conservador. Él dice que no, que es mantenedor. Como se ve, sinónimos para no aceptar la realidad, que como a él le va bien, mejor que no cambie nada.

La España que queremos otros es la España de las personas formadas, conscientes de su futuro, y que no tengan que preguntar al confesor qué hacer. Personas que tengan su criterio propio, personas solidarias, implicadas en trabajar por un futuro mejor para todos. Una España donde no se adoctrine a los jóvenes en la escuela, sino que quien libremente opte por una religión, acuda a sus templos a formarse en ella.

Una España que mime sus servicios públicos, y que no venda hospitales para que alguien haga negocio a costa del bienestar general.

Una España que se divierta también, ¿por qué no?, pero cada vez de manera más consciente y sana. Una España y un Teruel donde los jóvenes tengan lugares a donde ir a divertirse sin necesidad de consumir alcohol. Una España donde el futuro no pase por los Supercasinos importados de las Vegas.

Una España donde no se quieran hacer rentables a las empresas a costa de machacar a los trabajadores. Una España que investigue, no “que investiguen ellos” como se decía en el periodo añorado por nuestro alcalde. Una España que camine en derechos hacia Alemania y no hacia Taiwan.

Una España donde pague más el que más tiene y más gana, y que imposibilite el fraude fiscal. Y todos los demás fraudes que están apareciendo.

No nos podemos quedar como estamos, con misa, procesión y vino español, aunque al alcalde de Teruel le vaya bien así.

 

Teruel, 5 de junio de 2013

José María Martínez Marco, Concejal de IU en Teruel