Sólo en Zaragoza supone más de un millón y medio de euros. Ante el dispendio de recursos al que estamos asistiendo con la JMJ, la Iglesia católica ha demostrado que tiene la capacidad económica suficiente para contribuir solidariamente con este impuesto, al igual que todos los ciudadanos y ciudadanas.
La ciudad está pasando por unos momentos muy duros en el ámbito económico, y es necesario que todos y todas arrimemos el hombro por igual para salir adelante. En los próximos meses, cuando muchos zaragozanos y zaragozanas reciban la domiciliación de este impuesto municipal, solicitamos que también lo hagan los titulares de templos y capillas destinados al culto o a la actividad pastoral, de la residencia del obispo, de los canónicos y de los sacerdotes, de las oficinas de la diócesis y de las parroquias, de las casas o conventos de las órdenes, congregaciones religiosas e institutos de vida consagrada.
El grupo municipal de IU ya alertó anteriormente que la suma del IBI de todos esos inmuebles en Zaragoza sería de 1’6 millones de euros. Raul Ariza: “tras la futura revisión del catastro, esta cantidad probablemente será mayor”.
El edil también insiste en que, en virtud del Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre asuntos económicos de 1979, la Iglesia disfruta de «la exención total y permanente en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO)» en todos los inmuebles que estén «exentos de la Contribución Territorial Urbana» (el actual IBI).
“Poco a poco, la Iglesia católica ha ido perdiendo privilegios que son propios de siglos anteriores (exención del IVA en 2006), pero todavía queda mucho camino por delante para que la Iglesia católica apechugue con la crisis, al igual que las trabajadoras y trabajadores”, finaliza el concejal.