Zaragoza, 4 de Abril de 2022.- El Ayuntamiento de Zaragoza ha procedido hoy a la ‘resignificación’ de dos calles zaragozanas que, según la Fundación 14 de Abril, “todavía están dedicadas a personas con clara relación con quienes se sublevaron contra el legítimo Gobierno de la II República”. Se trata de las calles dedicadas a Agustina Simón y a Pedro Lázaro.

Agustina Simón fue una joven enfermera, de militancia carlista, que participó en tareas de apoyo a las milicias carlistas que llegaban a Zaragoza y que se unió de inmediato a la sublevación. Participó junto a los sublevados en la Batalla de Belchite; allí fue detenida junto a otros combatientes carlistas y finalmente fusilada. Por su parte, Pedro Lázaro fue el primer soldado muerto de la barriada de Escudero (Arrabal) como consecuencia de la Guerra y que fue significado como ‘primer soldado hijo del pueblo que murió en este glorioso movimiento’.

“Es indudable la vinculación de ambas personas con el bando franquista y, tal y como dice el Artículo 31 de la vigente Ley de Memoria Democrática de Aragón, tener calles dedicadas es contrario a los preceptos de la Ley y deben ser retiradas”, advierte Álvaro Sanz, Presidente de la Fundación 14 de Abril.

Desde la Fundación critican “la visión revisionista de la derecha” y aseguran que el Ayuntamiento de Zaragoza “se inventa una figura que no recoge la legislación, burlándose de la ley” y procede a resignificarlas, dicen, “manteniendo el nombre de las calles y añadiendo una placa “en la que tratan de justificar que esas personas merecen aparecer en el callejero zaragozano”.

“El Ayuntamiento obvia decir que hubo un golpe de Estado fascista y una guerra motivada por la sublevación contra el legítimo orden constitucional que representaba el Gobierno de la II República”, afirma Sanz.

El Presidente de la Fundación denuncia que definir la sublevación franquista como “una terrible guerra entre españoles” es adoptar la “equidistancia”, y que con ello “se pretende blanquear el fascismo, ya que equiparan a quienes defendieron la legalidad constitucional con quienes se sublevaron”.

En 2019, la Fundación 14 de Abril reclamó al Ayuntamiento de Zaragoza el cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática y pidió el cambio de nombre de estas dos calles, así como las del Arzobispo Domenech, Gonzalo Calamita y Allué Salvador que fueron señalados franquistas.

“A pesar de la Ley, que obliga a retirar menciones en calles y plazas públicas de personas que apoyaron el golpe fascista y se identificaron con la sublevación y con la dictadura que siguió, zaragozanos y zaragozanas seguimos sin ver nuestras calles y plazas limpias de esos recuerdos”, concluye Sanz.