El acto “Militarismo, reacción y aranceles” reúne a activistas y referentes de la izquierda transformadora en un espacio de debate junto a los movimientos sociales.
Izquierda Unida refuerza su compromiso con la calle para enfrentar el negocio de la guerra y construir alternativa desde abajo y ha celebrado este viernes en Zaragoza el acto “Militarismo, reacción y aranceles”, una jornada de análisis y encuentro con colectivos sociales y voces de la izquierda transformadora, centrada en la necesidad de hacer frente al auge del belicismo, el autoritarismo y el saqueo económico que representa el negocio de la guerra.
El evento ha reunido a referentes como Ruth Ferrero, Carlos Sánchez Mato y Álvaro Sanz, y se enmarca dentro de la estrategia de Izquierda Unida de construir un frente amplio por la paz, la justicia social y los derechos de la mayoría social.
En un contexto marcado por el aumento del gasto militar, el rearme de la UE y el silencio institucional ante la barbarie bélica, Izquierda Unida reafirma que no hay posibilidad de cambio sin el empuje de la calle y sin la articulación de alianzas firmes con los movimientos sociales. “No se puede blanquear el negocio de la guerra mientras miles de personas mueren, migran forzadamente o viven bajo el miedo de los bombardeos. Esto no va de defensa: va de beneficios para unos pocos a costa de la vida de muchas”, han denunciado.
El acto ha puesto sobre la mesa cómo el militarismo va de la mano de los recortes en derechos, el autoritarismo y el saqueo de los recursos públicos, mientras se criminaliza la protesta y se normalizan los discursos reaccionarios. Frente a ello, Izquierda Unida plantea una respuesta colectiva, feminista, internacionalista y de clase.
Ruth Ferrero, doctora en Política Internacional y colaboradora en RTVE, ha abordado el contexto internacional “en el que está sucediendo esto, específicamente en el marco europeo, con esta deriva más militarista del proyecto europeo que quiere construirse en torno precisamente a la Europa de la defensa, abandonando otro tipo de principios y valores que son los que habían dicho que se iban a defender, los valores de derechos fundamentales y derechos humanos. Estamos viendo que esto no es así y esta nueva identidad europea se va a construir a todas luces en torno a las cuestiones que tienen que ver con la política de defensa y la secularización de las sociedades.”
Carlos Sánchez Mato, economista y exconcejal del Ayuntamiento de Madrid, ha destacado que “son necesarias estas actividades para denunciar quienes están instalando la gran mentira de que la seguridad de nuestras sociedades, las europeas en concreto, las del estado español y por descontado las de Aragón en el momento actual, pues dependen de esa espiral belicista. Más armas no son más seguridades para los pueblos. Más seguridad es el adoptar medidas y políticas públicas que mejoren el acceso a la vivienda, eso sí que garantiza la seguridad, mejoras de los salarios, las actuaciones y mejoras de los servicios públicos, eso es lo que va a ser laminado por la espiral belicista. Cuando se adopten medidas que sigan los dictados de Donald Trump o de la OTAN y lleguemos al 5% del PIB, será a costa de las pensiones públicas, de la sanidad pública, de la educación pública, de la atención de nuestros mayores y de las políticas de vivienda. No hay otro camino que oponerse a esa deriva. No solo por lo que nos puede costar, es porque la paz se construye, no con más carros de combate, hay muchos más en los países europeos de la OTAN que en Rusia, sino con políticas que defiendan la paz, con la construcción de salidas dialogadas de los conflictos y eso no es utopía, es el único camino para evitar que haya miles de muertos que pondrá como siempre la clase trabajadora.”
Álvaro Sanz, coordinador de Izquierda Unida Aragón, ha manifestado que “en Aragón es fundamental hablar de paz y superar la lógica belicista que tenemos con un presidente que está encontrando en la industria armamentística y en su desarrollo en nuestra tierra una oportunidad, que dice él, para hacer negocio. Nos parece inmoral, porque ayer mismo la ciudadanía de Zaragoza salió a la calle para criminalizar y para señalar al estado genocida de Israel y a Netanyahu y exigirle a su gobierno autonómico que se posicione en favor de ese pueblo que está siendo masacrado. El señor Azcón, frente a lo que pide la sociedad aragonesa, sigue con su desarrollo de su hub militar de su industria de la guerra. Izquierda Unida con los compañeros de Manifiesto por el Socialismo, en lo que trabaja es en la movilización, formación y la información. Queremos saber cuánto nos cuesta la guerra y en detrimento de qué va a ser.”
Desde Izquierda Unida insisten en que no se trata solo de denunciar, sino de organizarse, construir alternativas y plantar cara desde todos los frentes. Porque mientras quienes mandan promueven la guerra, quienes luchan por la paz lo hacen desde los barrios, los centros de trabajo, los espacios comunitarios y las calles.“Vamos a seguir construyendo junto a los colectivos sociales un frente amplio, diverso y valiente, que diga alto y claro que no en nuestro nombre”, ha concluido Sanz.