Recuerdan que llevamos más de un año conociendo la necesidad de dar respuesta a la crisis migratoria y a la situación generada en Canarias.
El Gobierno de Aragón ha optado por el boicot en lugar de asumir su responsabilidad, dificultando que la acogida de menores se convierta en lo que debe ser: una obligación de las comunidades autónomas, competentes en materia de protección de la infancia. No es la primera vez que se debe dar respuesta a esta situación. En el pasado el sistema se amplió para acoger a más menores, demostrando que lo que falta ahora no son recursos, sino voluntad política y corresponsabilidad. El Ejecutivo aragonés está utilizando este asunto como arma partidista, alimentando un discurso racista que nada tiene que ver con el interés superior de los niños y niñas migrantes.
El Gobierno de Aragón está ocultando información al insistir en que el sistema cuenta únicamente con 104 plazas, cuando en realidad son 244, sumando las del programa 17 Plus creado en 2019 para la acogida de menores no acompañados. Este programa, prorrogable anualmente, sufrió un recorte de 10 plazas en septiembre de 2024, mientras la consejería retrasaba cualquier planificación a pesar de saber desde hace más de un año que llegarían nuevos menores.
La gestión del Ejecutivo aragonés ha agravado la situación al recortar 6,8 millones de euros en la protección de menores en marzo de 2025, al mismo tiempo que aumentaba en 16 millones el gasto en publicidad institucional. Todo ello contrasta con el esfuerzo del Gobierno estatal, que ha puesto a disposición de las comunidades 100 millones de euros para reforzar la atención a estos menores. A esta reducción presupuestaria se suma la merma de la red de programas de transición a la vida independiente, que ha pasado de 269 plazas en 2019 a solo 26 en la actualidad.
Para Izquierda Unida Aragón, la estrategia del Gobierno autonómico busca forzar un colapso del sistema con el único fin de justificar su postura antisolidaria. Frente a esta deriva, Margarita Deyá, responsable de Derechos Sociales de Izquierda Unida Aragón, ha subrayado: “Es inaceptable que se juegue con la vida y el futuro de estos niños y niñas para hacer oposición política. Aragón tiene capacidad para acoger y debe hacerlo con responsabilidad, solidaridad y justicia”.
Izquierda Unida Aragón reclama que se abandone la confrontación partidista y se priorice una respuesta humanitaria y coordinada, en la que la protección de los menores migrantes no acompañados sea el centro de la acción política.