La formación denuncia que el fallecimiento de una persona, en situación administrativa irregular que se ganaba la vida en Fraga durante la campaña frutícola, vuelve a poner en evidencia la impunidad de quienes incumplen la normativa en salud laboral y abusan de personas vulnerables.
Izquierda Unida de Aragón expresa su profundo dolor y condena la muerte de un trabajador temporero ocurrida el pasado viernes en Fraga (Huesca), tras sufrir un golpe de calor mientras recolectaba fruta en una explotación agrícola del Baix Cinca. La víctima de origen pakistaní que, según fuentes de la Guardia Civil, carecía de contrato de trabajo y residencia, fue abandonada gravemente enferma por sus compañeros tras llevarle hasta el Centro de Salud de Fraga, donde finalmente falleció pese a los esfuerzos del personal sanitario.
La Guardia Civil y la Inspección de Trabajo han abierto investigaciones, bajo la coordinación del Juzgado de Instrucción número 1 de Fraga, para esclarecer las circunstancias del accidente mortal, causado, según los primeros indicios, por una exposición extrema a las altas temperaturas. Ese día se registraron en Fraga máximas de hasta 39 °C, después de varias jornadas consecutivas de calor sofocante.
Salva Noguero, coordinador de Izquierda Unida Baix Cinca, ha denunciado que “este caso no es un hecho aislado, sino una consecuencia directa de la precariedad laboral, la falta de inspecciones efectivas y la invisibilización de cientos de trabajadores migrantes que cada verano recogen nuestra fruta en condiciones indignas”. Noguero exige que “las empresas del sector y las administraciones tomen medidas inmediatas para garantizar alojamiento digno, jornadas seguras y protección frente al calor. No podemos permitir que recoger fruta siga siendo una actividad de alto riesgo para los más vulnerables”.
Solo un día después del fallecimiento, la Guardia Civil detuvo a dos personas e investigó a otra más y a tres empresas frutícolas de la comarca tras descubrir que alojaban a 147 trabajadores en condiciones insalubres, sin canalización de aguas fecales, con instalaciones eléctricas precarias y riesgo de incendio.
Vicente Guerrero, coordinador de Izquierda Unida del Altoaragón, ha afirmado que “este tipo de hechos nos obligan a mirar de frente una realidad que se repite cada campaña: el abuso sistemático, la desprotección y la connivencia de quienes miran para otro lado mientras se vulneran derechos básicos”. Guerrero ha pedido también “una revisión profunda de cómo se desarrolla la campaña frutícola en el Baix Cinca, con garantías de legalidad, salud laboral y dignidad humana”.
Álvaro Sanz, coordinador general de Izquierda Unida Aragón y portavoz en las Cortes, ha sido contundente al afirmar que “lo ocurrido en Fraga no puede tratarse como un accidente: es un caso de explotación laboral que acaba en tragedia y que bien podríamos llamar asesinato. Todo el peso de la ley debe caer sobre los responsables”. Sanz ha añadido que “tanto la precariedad laboral como el cambio climático no pueden seguir tratándose como problemas secundarios. Están matando, y necesitamos compromisos firmes desde todas las instituciones”.
Izquierda Unida exige que se depuren responsabilidades tanto penales como políticas y que se refuercen los recursos públicos destinados a inspección laboral, protección de temporeros y condiciones de seguridad durante la campaña agrícola. No podemos normalizar que trabajar en el campo bajo el sol signifique poner en riesgo la vida. Nadie debería perder la vida por ganársela.