Instamos al Gobierno de Aragón a retomar la planificación de infraestructuras educativas con un nuevo plan que responda las diferentes y múltiples necesidades de espacios y centros para la escolarización en todo el territorio y en todos los ámbitos. Un plan que incluya la adaptación de los centros de los años 70 de cara a medidas de eficiencia energética y digitalización, la actuación en los centros segregados que se podrían denominar “guetos”, la implantación de cocinas in situ solicitadas, así como corregir la deficiencia de plazas públicas en Educación Especial.

Para nuestro Coordinador y portavoz parlamentario, Álvaro Sanz, este plan debería tener un diagnóstico de las necesidades que, además de permitirnos priorizar, sirviera para hacer consciente a la ciudadanía de la realidad de la que se parte y de la importancia de la inversión constante y sostenida.

Para abordar estas reivindicaciones, Sanz defenderá mañana en la Comisión de Educación de las Cortes de Aragón una proposición no de ley con la mirada puesta en un nuevo Plan de Infraestructuras Educativas (PIE) 2022-2027.

El PIE 2016-2020 ya finalizó su plazo de vigencia y su ejecución se encuentra con un desarrollo “razonable”, sin embargo, la irrupción de la pandemia de la Covid-19 hizo cambiar al Gobierno aragonés las previsiones y desarrollo de la construcción de infraestructuras educativas y el nuevo plan 2021-2025 no se ha podido desarrollar en las fechas previstas. Creemos que ahora es el momento de hacer el siguiente plan y no esperar a unas fechas en las que éste pueda ser utilizado con fines “electoralistas”.

Sobre este futuro plan, Sanz preguntó al consejero de Educación, Felipe Faci, que respondió que se ha demorado por la aprobación de dos líneas de financiación, Fondos REACT-EU y Fondos estatales —Next Generation—, a través de las cuales se canalizará la ejecución de obras que inicialmente se iban a contemplar en el futuro plan y que, a la vista de las nuevas líneas de financiación, deben reprogramarse para cumplir con las condiciones que determina su normativa reguladora.

Cabe destacar que, en el caso de los fondos europeos, se exige que se lleven a cabo en un determinado período de tiempo (2021-2022). Las obras que se realicen para mejorar la eficiencia energética, como el cambio de cubiertas y ventanas previstas en el proyecto del plan, deben enmarcarse en las actuaciones de remodelación.

El consejero señaló en su respuesta que, una vez se determine qué actuaciones se incluyen en estas líneas de financiación, se aprobará el nuevo plan de infraestructuras educativas.

Ante esta situación y las diferentes y múltiples necesidades del sistema escolar, Sanz presentará mañana martes una iniciativa parlamentaria en la que reclama al Ejecutivo a elaborar un diagnóstico de las infraestructuras educativas disponibles con las necesidades detectadas; a señalar en el plan de infraestructuras 2022-2027 las diferentes líneas de actuación que permitan agrupar la intervención en las necesidades detectadas y hacer un seguimiento de estas; a recoger de forma específica en el plan de infraestructuras la ampliación de la red de centros de Educación Especial de titularidad pública que complete las zonas de escolarización que carecen de él, adecuando otros centros ya construidos o diseñando centros de nueva construcción; y a recoger en el plan de infraestructuras las demandas aprobadas en las Cortes de Aragón sobre infraestructuras, como el segundo instituto de Monzón.