Zaragoza, 4 de mayo de 2022.- Mañana 5 de mayo, coincidiendo con el aniversario de la liberación del campo de Mauthausen, está declarado como el Día de Homenaje y Recuerdo a los y las republicanas que fueron deportadas a los campos de concentración y exterminio nazis.

Foto: Campo de Auschwitz (Adolfo Barrena)

Este reconocimiento oficial, que llegó en 2019, cuarenta y un años después de que este país se declarase democrático, debería significar la recuperación de la memoria de estos españoles y españolas, debería darles el lugar que merecen en nuestra historia y en la defensa de las libertades y de la democracia. Ahora que vuelve a estar en auge el fascismo, su recuerdo y homenaje debería ser la memoria democrática y la advertencia contra el totalitarismo, la intolerancia, el racismo y la xenofobia.

Álvaro Sanz, nuestro Coordinador General de IU Aragón, rinde homenaje y recuerdo a los diez mil españoles y españolas que dejaron su vida o su salud en los campos nazis, “pero que nunca dejaron de luchar por sus ideales de libertad”. Sanz subraya que fueron “capaces de organizarse en los campos, que dieron ejemplos de solidaridad, apoyo y compañerismo y que nunca dejaron de soñar con la democracia”.

La deportación a los campos nazis tiene un lugar en la memoria democrática europea, además de estar presentes en el catálogo universal de víctimas de genocidios y crímenes de lesa humanidad. “Recordamos su paso por los campos de exterminio, su capacidad de resistencia y su compromiso ético con las libertades y los valores democráticos de progreso y justicia social”, añade Sanz.

Un país con una deuda democrática con los y las luchadoras antifascistas

Nuestro Coordinador General de IU Aragón lamenta que, en el país de origen de estas personas, “a pesar del establecimiento de este día oficial en su memoria siguen esperando, al igual que todas las víctimas del franquismo, que se haga Justicia, que se reconozca su Dignidad y que se conozca la Verdad”.

El exilio republicano, al huir del franquismo, no dudó en participar en la resistencia al nazismo y en las luchas y frentes antifascistas europeos. Es por eso que más de diez mil de nuestros compatriotas acabaron en los campos de concentración nazis entre 1940 y 1945. “Por ser antifascistas y republicanos, republicanas fueron abandonadas por el régimen franquista, consideradas como apátridas y sin un lugar al que regresar cuando fueron liberadas las personas supervivientes”, recuerda Sanz. Y añade: “Este país tiene una deuda democrática con todos ellos”.

Queremos hacer especial mención a los aragoneses y aragonesas que sufrieron el infierno de los campos nazis, algo más de un millar, de los que 651 no resistieron hasta la liberación y murieron a manos nazis.

“Una vez más exigimos Memoria, Verdad, Justicia y Reparación”, concluye Sanz.