Desde Ganar-IU Teruel  expresamos nuestra preocupación por las consecuencias de diverso tipo que la situación concursal de la empresa pudiera acarrear para estos 9 centros educativos.

Por eso, el Grupo Parlamentario de IU en las Cortes de Aragón registrará, el lunes día 12 de febrero, varias preguntas para respuesta escrita ante la consejera de Educación sobre esta grave situación, que se produce justo en mitad del curso escolar.

Lo primero que nos preocupa es que los comedores escolares sigan funcionando con normalidad, independientemente del cambio de empresa, para que el alumnado usuario no sufra ningún tipo de consecuencias negativas. Para eso, el Departamento de Educación tiene que dedicarse con intensidad y premura a resolver esta situación sobrevenida.

Lo segundo es que la calidad del servicio de comedor escolar no puede verse resentida. Sea una u otra la empresa que se haga cargo de estos comedores escolares, la calidad de los menús, las ratios y la atención de las monitoras se mantenga en el nivel más alto.

Lo tercero es que se asegure el mantenimiento de los empleos vinculados a los comedores, que se mantenga a las trabajadoras en sus puestos de trabajo y que las trabajadoras afectadas por el impago de la nómina de enero cobren lo antes posible, para lo cual la DGA debe intervenir, si es necesario.

Finalmente, necesitamos reflexionar sobre el modelo de los comedores escolares. En la actualidad, el servicio está externalizado; o sea, privatizado. Un servicio inherente a la actividad escolar, integrado totalmente en el ámbito educativo, necesario para los centros educativos, imprescindible en el devenir diario del alumnado y sus familias. Con todo esto, ¿por qué está privatizado el servicio de comedores escolares?

Es momento de replantearse la situación y volver a internalizar el servicio de comedores escolares, para que sea el Departamento de Educación el que gestione de manera directa, con personal propio, los comedores escolares.

De esta forma, los beneficios que ahora obtienen las empresas privadas redundarían en una mejora de la calidad de los comedores, tanto en unas mejores condiciones laborales y salariales de las trabajadoras, como en una mejora de los menús y en el necesario avance de las cocinas propias en los colegios, para ir abandonando el sistema de cáterin.