La activista trans Mar Cambrollé y la diputada de IU en el Parlamento andaluz Alba Doblás, acompañadas de Marga Deyá (responsable del Área de Mujer de IU Aragón) y Sara Merci (secretaria de Organización de IU Zaragoza), han desgranado en una rueda de prensa los dos principales hitos de la Ley Integral andaluza: la despatologización y la libre autodeterminación de género

Zaragoza, 18 de diciembre de 2014.- El área de Mujer de IU Aragón ha convocado esta tarde una charla formativa para exponer los logros conseguidos con la “Ley Integral para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales de Andalucía”, más conocida como Ley de Transexualidad de Andalucía.

Previamente a la charla, se ha ofrecido por parte de la diputada andaluza de IU Alba Doblás y la presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía Mar Cambrollé, acompañadas por Marga Deyá (responsable del Área de Mujer de IU Aragón) y Sara Merci (secretaria de Organización de IU Zaragoza).

En el encuentro con los medios de comunicación se ha explicado la situación actual que viven las personas transexuales en Aragón, “viéndose abocadas a un tratamiento psicológico de dos años, que estigmatiza como personas con enfermedad mental a los transexuales”, además del hormonal. Además, se denuncian problemas en el DNI a la hora de cambiar el nombre y el género, “cuando el único identificativo como personas importante es el número”, ha explicado Marga Deyá. Se ha denunciado la situación de vulnerabilidad en el que se ven las personas transexuales, víctimas de la transfobia que muchas veces afecta a los estudios o incluso a la hora de conseguir empleo, provocando situaciones de pobreza. “La Transexualidad no es una patología, es un tema de identidad”, ha recalcado.

Por su parte, Alba Doblás, diputada de IU Andalucía ha explicado el proceso de cómo se gestó esta ley, modélica en España porque, aunque existen otras normas autonómicas (País Vasco, Navarra y Canarias) ninguna de ellas es integral ni por la no discriminación y reconocimiento de derechos”.

“Todo empezó por el programa participativo de IU en el que se incluyeron las demandas del colectivo LGTBI –ha explicado la parlamentaria andaluza-, incluyendo esta Ley en el acuerdo de gobierno con el PSOE”. “A pesar de que a priori no había ninguna incoherencia ideológica con ellos, fue difícil sacarla adelante”, recuerda. “Nos lanzamos a un proceso de elaboración de la Ley con un grupo extraparlamentario (algo inaudito en los 30 años de gobierno del PSOE en solitario), con la colaboración imprescindible del activismo”, explica Doblás, señalando que no fue fácil, que incluso hubo gente como el activista Quim Pérez que amenazó con hacer una huelga de hambre para forzar su presentación.

Pero, finalmente, se consiguió su aprobación “consiguiendo lo más importante, la libertad de autodeterminación de género o la descentralización de la cobertura sanitaria, entre otras conquistas”.

En este sentido, Mar Cambrollé ha explicado que este modelo “sometía a las personas transexuales a rellenar formularios, a pasar duros y largos procesos estigmatizantes y segregadores que resultaban degradantes”.

“La Ley Andaluza reconoce la libre autodeterminación del género, tomando el carácter de Derecho Humano”. La activista ha señalado que “el Consejo de Europa recomendó en 2012 seguir el ejemplo de la Ley Argentina, similar a la andaluza, aunque la española le supera, puesto que no excluye a menores transexuales, beneficia a TODOS los residentes en Andalucía y libera a las personas transexuales de la tutela médica, como sujetos de pleno derecho”.

La presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía ha subrayado que “hay que desterrar conceptos biomédicos como cambio de sexo” y ha insistido en que “el proceso de control psicológico implica ser sospechosas de ser enfermas mentales”. Por su parte, Doblás ha destacado que “es muy significativo que con 16 años te puedas poner tetas pero no quitártelas”. Otro avance de la Ley andaluza es la descentralización de la atención sanitaria, puesto que, a pesar de consistir básicamente en tratamientos de estrógenos o de testosterona, que se ofrecen también en casos de menopausia u otras afecciones, antes se separaba a las personas transexuales de las cisexuales.

“Lo lógico es que las personas trans sean las que marquen su propia hoja de ruta, no desde otros colectivos”, ha indicado Cambrollé, recordando que “todo movimiento social debe tener su aliado en las instituciones”.

En la charla del centro de historias también ha participado el activista transgénero Urko Gato.