Nuestro portavoz parlamentario, Álvaro Sanz, defenderá mañana en el Pleno de las Cortes de Aragón una proposición no de ley para mejorar la salud de las mujeres y eliminar los sesgos de género en su atención sanitaria.

Históricamente, la medicina ha utilizado como modelo el cuerpo masculino que, como el género gramatical, representaba al universal humano, sin tener en cuenta las diferencias de sexo (biológicas) y, aún más, de género (sociales). Una de las consecuencias es que, a pesar de los esfuerzos de científicas para visibilizar diferencias como en el caso del infarto, persisten sesgos de género en salud cuando se trata las enfermedades que afectan a las mujeres teniendo como modelo único y de referencia al hombre, ignorando la biología femenina. Otra consecuencia es que no se tiene en cuenta es la situación de las mujeres en las causas de la enfermedad, sobre todo cuando los protocolos sanitarios invisibilizan enfermedades de las mujeres psicologizando las patologías físicas, medicalizando la desigualdad y el estrés social crónico “que afecta a las mujeres y a sus condiciones concretas de vida, proliferando la prescripción de psicofármacos”, explica el diputado.

Con esta iniciativa, pretendemos abordar una cuestión fundamental que es “la situación de las mujeres cuidadoras de personas dependientes”, ya que “su prescripción de fármacos” para la depresión, la ansiedad y el insomnio “es hasta 3 veces mayor” que en el resto de la población. “Por eso necesitamos desarrollar recursos de respiro para incidir y mejorar la salud, como una estrategia fundamental en la atención comunitaria y actuar sobre las causas y no solo sobre los síntomas”, detalla el diputado. “Y en este sentido, -continúa- debemos utilizar las herramientas de las que disponemos para identificar y actuar en consecuencia en la prevención de riesgos laborales con perspectiva de género”.

Otra enfermedad que afecta más a las mujeres es la fibromialgia, en la que representan el 85% de las personas afectadas. “Una enfermedad poco reconocida, de difícil diagnóstico y sin cura que requiere de más investigación por su carácter invalidante”, apunta Sanz para recordar otras patologías como la endometriosis que requieren de “protocolos sanitarios dirigidos a mejorar la calidad de vida de las pacientes desde una perspectiva multidisciplinar y concienciación a la sociedad sobre su existencia y características”.

Y a pesar de que muchas veces la salud de la mujer se ha reducido a la salud sexual y reproductiva, quedan muchos aspectos que abordar desde el sistema público de salud como el acceso al IVE en el hospital de referencia, eliminar la violencia obstétrica o la rehabilitación del suelo pélvico.

Para Sanz, la salud de las mujeres sigue siendo una “asignatura pendiente” y un “paso imprescindible” para transformar la sociedad y construir igualdad. Por ello, mañana en el Pleno de las Cortes presentará una iniciativa para instar al Gobierno de Aragón a:

1.       Desarrollar un Plan de igualdad referido al desarrollo de las actuaciones en salud en el que se realice un diagnóstico que identifique los sesgos de género existentes, las desigualdades presentes y las medidas encaminadas a revertirlos.

2.       Instar a la administración competente a revisar el plan de formación de las disciplinas sanitarias para corregir los sesgos de género existentes

3.       Desarrollar un eje dentro de las estrategias de atención comunitaria dedicada a fortalecer y prevenir la salud de las personas cuidadoras, contando con la coordinación con los servicios sociales para posibilitar recursos adecuados a sus necesidades.

4.       Revisar los procedimientos utilizados relacionados con la salud sexual y reproductiva para corregir la violencia obstétrica, atender eficazmente la endometriosis, histerectomías totales y garantizar el acceso a una salud integral en este ámbito y dentro de los servicios públicos de salud que incluya la rehabilitación del suelo pélvico.

5.       Impulsar un plan para la prevención e investigación de enfermedades invisibilizadas que afectan a las mujeres, tales como la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica. O enfermedades nuevas como el Covid persistente.

6.       Impulsar la investigación de la fibromialgia y la endometriosis y garantizar la aplicación de protocolos sanitarios dirigidos a mejorar la calidad de vida de las pacientes desde una perspectiva multidisciplinar, además de impulsar campañas de concienciación sobre las características de la enfermedad y la necesidad de comprensión social hacia las pacientes.

7.       Posibilitar una vía de denuncia desde atención primaria con salud laboral e inspección de trabajo ante posibles situaciones de riesgo psicosocial para facilitar la actuación coordinada y eliminar los factores que dañan la salud. Así mismo mejorar la detección de enfermedades laborales vinculadas con el trabajo de cuidados y revisar los parámetros que se usan en prevención donde las mujeres están infrarrepresentadas, como la mayoría de los parámetros de tóxicos que no están divididos por   sexo, provocando que siga habiendo mayor afección en mujeres.

8.       Instar al gobierno estatal a tomar medidas concretas de control y sanción para garantizar la obligatoriedad de incluir en los estudios clínicos y preclínicos un porcentaje relevante de mujeres, acorde a su incidencia, y que contemplen las diferencias por sexo como el peso, la variabilidad hormonal de las mujeres o las reacciones cruzadas con otros fármacos que suelen consumir las mujeres.