Señalan que se trata de un problema generalizado, que trasciende los límites de los municipios, por lo que debe ser la DGA la que regule y no los municipios, tal y como ha sucedido en Huesca

Huesca, 13 de febrero de 2020.- IU Alto Aragón considera urgente que se apruebe por el Gobierno de Aragón una moratoria a la concesión de nuevas licencias para construcción de macro granjas en zonas sobreexplotadas. Una medida que iría de la mano del acuerdo extrapresupuestario pactado entre IU Aragón y el PSOE para limitar las dimensiones de las explotaciones de ganadería intensiva porcina en la Comunidad Autónoma.

Las altas concentraciones de nitrógeno, amoniaco, metano y otras sustancias nocivas que contienen las importantes cantidades de purines que genera la actividad, son responsables de la contaminación de acuíferos y aguas superficiales, de graves perjuicios a la salud pública, de la emisión de gases de efecto invernadero y de la contaminación de suelos por exceso de nutrientes.

Además, el monocultivo de la ganadería industrial está suponiendo la desaparición, por incapacidad para competir, de las actividades agroganaderas tradicionales y dificultando otras opciones de desarrollo como el turismo rural y las actividades ecoturísticas. “Supone una de las principales causas de la uberización de la ganadería y del campo”, ha denunciado el coordinador de IU Alto Aragón, Antonio Camacho.

Los graves problemas de carácter medioambiental, social y económico que genera esta actividad industrial no pueden ser resueltos con la normativa vigente, ni con los escasos mecanismos de control establecidos por la Administración. Tampoco pueden ser los Ayuntamientos quienes, por la inacción de la Administración Autonómica y las constantes quejas de la ciudadanía, pero sometidos a las presiones del sector, regulen la actividad en sus municipios con modificaciones en sus Planes Generales de Ordenación Urbana o mediante la aprobación de nuevas ordenanzas, tal y como ha sucedido esta semana en la capital oscense.

Ante la sobredimensión del sector, las dificultades técnicas y económicas para evitar sus efectos nocivos sobre la salud y medioambiente, y su difícil coexistencia con tejidos económicos más sostenibles, el principio de prudencia exige, en opinión de IU Huesca, que se paralice su crecimiento en nuestro territorio mediante la declaración de una moratoria.