Hemos registrado en las Cortes de Aragón, a través de nuestro portavoz Álvaro Sanz, una pregunta para su respuesta escrita relacionada con la situación de dificultad por la que pasan los 8 comedores escolares autogestionados por AMPAs en la ciudad de Zaragoza.

Las citadas AMPAs se sienten “solas y desamparadas” por el departamento de Educación, debido a las dificultades de la pandemia y al aumento de nuevos gastos relacionados con la seguridad e higiene de las instalaciones y con la contratación de personal extra para atender los grupos burbuja, conforme a sus respectivos planes de contingencia.

Denuncian que, a pesar de unos acuerdos iniciales con el Gobierno de Aragón, “no ha habido la financiación prometida, ni tampoco una solución a medio plazo, más allá de las buenas palabras”. Además, indican que la situación es “insostenible” y no descartan tener que echar el cierre, si el Departamento de Educación “no asume los compromisos pactados”.

Este tipo de comedores proveen comida de calidad, productos cercanos y de temporada a

un precio de menú diario (materia prima) aproximadamente un 25% inferior al precio que fija la DGA en la licitación para la gestión por empresas mercantiles externas.

Realmente, “la gestión directa de los comedores escolares por AMPAs le sale más barata a la DGA que la gestión de otros comedores por parte de empresas, habida cuenta quelas AMPAs no obtienen beneficio económico en su gestión y hay una aportación de trabajo voluntario de las propias AMPAs, añadiendo además una mayor calidad en la prestación del servicio y un consumo de productos de proximidad y temporada”, explica Álvaro Sanz. Otros de sus beneficios, apunta Sanz, es la creación de empleo en personal de cocina, al trabajar con producto fresco y saludable frente a la generalización de la cuarta y quinta gama de alimentos en los comedores externalizados. “Este beneficio en la salud de las y los usuarios de estos comedores debería también valorarse”, señala.

En estos comedores escolares se trabajacon otras organizaciones, como CERAI, Justicia Alimentaria, “en una concienciación de consumo basada en la soberanía alimentaria y el respeto ambiental, asuntos que tanto afectan al problema del cambio climático”, aservera el diputado. En la actualidad, se realizan acciones de sensibilización en este sentido a familias, docentes y trabajadores de varios comedores autogestionados. Este beneficio en la huella ecológica debería también valorarse.

En su opinión, lo normal y deseable, en estas circunstancias excepcionales, sería que el departamento de Educación se volcase en apoyar este modelo de gestión directa de los comedores escolares por AMPAs, por las ventajas de toda índole que comportan sobre el modelo de empresas externas, cuya calidad siempre es cuestionable.

Por ello, Sanz ha preguntado a Educación si va a reunirse con las AMPAs afectadas con urgencia, y si va a apoyar económicamente este tipo de comedores escolares, según las propuestas contenidas en sus Planes de contingencia y entregadas a la Directora General de Planificación y Equidad al principio de curso.