Una vez más exigimos al Gobierno de Aragón que mejore la alimentación de los niños y de las niñas que cada día son atendidos en los comedores escolares públicos. Nuestro Coordinador general y portavoz en las Cortes de Aragón, Álvaro Sanz, ha registrado una pregunta parlamentaria dirigida a la consejera de Educación, Tomasa Hernández, para conocer toda la información relativa al control de la calidad de los comedores escolares tras lo sucedido el pasado viernes con la empresa Serunión, que llamó a todos los colegios de Aragón para retirar de la mesa un primer plato de arroz con tomate que estaba en mal estado.
Según ha denunciado la Plataforma por unos Comedores Escolares Públicos de Calidad de Aragón “Come Pública”, la mayoría de colegios afectados tuvieron que utilizar el primer plato del lunes siguiente, forzando los procesos de “regeneración” y “recalentado” de la bandeja de precocinado, para poder dar un primer plato a algunos de los afectados, pero varios centros no dispusieron de alternativa y no a todos se les facilitó un primer plato. En el CEIP Parque Goya y el CEIP Almozara, su alumnado tuvo que quedarse sin comer el primer plato, por poner un ejemplo.
El aviso lo dieron las monitoras del comedor escolar que probaron el arroz, ya que comen antes que las y los alumnos. “Esto no puede ser considerado un mecanismo de control”, apunta el diputado quien recuerda que la empresa Serunión ya ha tenido con anterioridad problemas por poner comida en mal estado y ha terminado pagando multas y perdiendo contratos, como ocurrió en el País Vasco.
Sanz considera que es cuestión de “trabajo y seguimiento” que estas cosas se resuelvan de una forma u otra, por eso, es más relevante saber qué es lo que ha pasado y, en este sentido, hemos registrado una batería de preguntas.
La Administración tiene la capacidad de investigar y penalizar si es necesario para incentivar a que se hagan las cosas bien y, además, la capacidad de crear las estructuras y condiciones necesarias “para que estas cosas no ocurran”, subraya el portavoz que lamenta que, a pesar de que las quejas por la calidad de la comida en los comedores de línea fría son “recurrentes”, “no hay consecuencias a estas reclamaciones, ni mejoras en la calidad”.
Para conocer lo ocurrido, Sanz ha preguntado a la consejera de Educación si el arroz con tomate retirado formaba parte de una remesa caducada o no, en qué momento se produjo la contaminación, de qué clase era, cuál era el nivel de riesgo y a cuántos centros afectaba.
Además, hemos reclamado conocer si los sistemas internos de control de calidad funcionaron y el motivo por el que sean las monitoras las que tienen que dar la voz de alarma y no la cocina o el resto de la cadena de producción.
Por último, Sanz ha preguntado si se evitó dar esa comida intoxicada a todos los colegios implicados o ya era muy tarde para algunos, cuáles son las medidas que se van a tomar para que algo así no vuelva a ocurrir y qué penalidades se han impuesto a Serunión a lo largo del contrato que se mantiene todavía.
“El Gobierno de Aragón debe cumplir el mandato de las Cortes”, advierte Sanz en relación con la proposición no de ley que aprobó por unanimidad el parlamento a propuesta de nuestro grupo y en la que se acordaron cuatro medidas para impulsar unos comedores escolares de calidad y terminar con la precariedad instalada desde hace muchos años en este servicio público.
La importancia de la aprobación de esta proposición no de ley reside en que se instó al Ejecutivo a incorporar el Acuerdo Marco como modelo de contratación y a otorgar capacidad a la comunidad educativa en relación con la prestación de este servicio. “Dos cuestiones fundamentales para ganar capacidad de control de la calidad de los comedores y acabar con la precariedad de un servicio que debería ser excelente”, ha subrayado Sanz, quien denuncia que ya han pasado seis meses y el Gobierno de Azcón “sigue sin hacer nada al respecto”.