Zaragoza, 4 de octubre de 2021.- El Ministerio de Trabajo y Economía Social ha publicado los datos de desempleo correspondientes al mes de septiembre en los cuales se revela una bajada del 5,37% respecto al mes anterior y sitúa el número de personas paradas en Aragón en 63.149. Si se comparan las cifras de septiembre de este año con el mismo mes del pasado año, la caída es aún mayor, un 17,68%.

En cuanto a personas afiliadas en la Seguridad Social, los resultados para nuestra comunidad autónoma es de pérdida, con 4.687 personas menos afiliadas en septiembre.

Se trata del séptimo mes consecutivo de bajada de desempleo. Septiembre deja, sin embargo, una mayor subida de personas desempleadas en el sector servicios y en personas con edades entre 30 y 44 años y mayores de 48 años, especialmente mujeres.

“Los datos certifican que las políticas para preservar las estructuras productivas y el empleo  han sido un éxito; no obstante, como hemos venido denunciando a lo largo de estos meses, la realidad del trabajo generado se llama precariedad”, afirma nuestro Coordinador General de IU Aragón, Álvaro Sanz.

Sanz advierte que los bajos salarios, la temporalidad o la parcialidad son “la tónica general” de un sistema productivo “insuficiente” que depende de sectores económicos que se sostienen con este tipo de precariedades.

“Es urgente abordar este problema estructural que padece nuestro modelo productivo y avanzar hacia la superación de brechas preexistentes y otras que puedan surgir tras la pandemia”, apunta Sanz. Y añade: “Después del shock sistémico que ha supuesto la COVID-19, es momento de hablar de los problemas previos a la pandemia”.

Entre estos problemas está la brecha laboral de género que hace que, de nuevo, las mujeres sean las que más sufren el desempleo, un 60,28% de la cifra total actual. También es significativo que haya más mujeres que hombres actualmente en ERTE.

“Es momento de abordar la reforma del mercado del trabajo para acabar con las reformas laborales que han propiciado el desguace del empleo y la precariedad subiendo, así mismo, el SMI en aras de garantizar la mejora del poder adquisitivo de las personas trabajadoras que padecen de forma más lacerante la precariedad”, asevera Sanz.