El consejero de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial, Arturo Aliaga, ha comparecido esta mañana para explicar las líneas generales del proyecto de ley de Presupuestos de Aragón para el ejercicio 2020 en lo que respecta a su Departamento.

Nuestro portavoz parlamentario, Álvaro Sanz, ha comenzado su intervención recordando los compromisos que el PSOE asumió en el acuerdo alcanzado con IU para su investidura. Unos compromisos que sí debieran o pudieran al menos tener un reflejo presupuestario para ser ejecutadas a lo largo de los cuatro años de legislatura. En el caso concreto de Industria, estamos hablando del impulso una transición energética justa, con la inversión necesaria para ello y en coordinación con otras administraciones, que reactive económica de la zona dentro de un nuevo modelo productivo; del impulso del autoconsumo eléctrico y medidas que garanticen la lucha efectiva contra la pobreza energética en Aragón en colaboración con las entidades locales; y la puesta en marcha de un ambicioso plan específico del pequeño comercio.

Sobre esto último, el comercio, el diputado ha criticado al Ejecutivo por haber rebajado la partida, la que más baja, un 26%. Priman el consumo a gran escala y el online y no tienen en cuenta al pequeño comercio y de proximidad que es el que el que mayores rendimientos presenta en el mantenimiento del empleo. Es un error, en los últimos años hemos visto el cierre de centenares de comercios tradicionales que no van a poder “competir” con Torre Village o vía internet con Amazon. Hace falta un apoyo más decidido, no solo presupuestario, también normativo (urbanístico, comercio, sanidad…) para decir que estamos con el comercio minorista de proximidad incluso el artesano.

Sanz ha preguntado al consejero si existen planes para los polígonos industriales comarcales del territorio, de las comarcas menos dinámicas, que ahora están vacíos. Y también se ha mostrado preocupado por el impulso a las pymes ante un sistema en el que el más  lento o pequeño es devorado por el mercado depredador. IU apuesta por un impulso con mayor cooperación dentro de los agentes de cada sector, con menores impactos ambientales, con sueldos dignos, con mayor igualdad y con menores brechas salariales. Por este motivo vemos con buenos ojos el apoyo a la innovación, a la industria tecnológica y sostenible.

En cuanto al “Programa de Fomento Industrial para el año 2020” esperamos que sea capaz de enmendar las recetas económicas aplicadas en los últimos tiempos que no están consiguiendo que salgamos de la crisis con una mayor cohesión social y territorial.

Sanz ha continuado su intervención exigiendo que Industria incluya una estrategia de desarrollo socioeconómico alternativo y viable para el futuro de nuestras Cuencas Mineras con una transición que realmente sea justa, porque los  esfuerzos vistos hasta ahora no nos tranquilizan y nos preocupa la forma de repartir los proyectos por lo que debemos de ser capaces de evaluar la efectividad de este tipo de fondos en la generación de economía alternativa.

También ha pedido hacer una reflexión con respecto a la tradicional concesión de ayudas para la instalación de empresas. Se ha referido al condicionado y la garantía sobre la posibilidad de especular en el futuro o al cierre y deslocalización de la actividad sin cumplir con ningún compromiso de mantenimiento del empleo, tanto en cantidad como en calidad. Se deben implementar mecanismos que permitan la reversión de las ayudas, los suelos o las instalaciones para lo público, cuando no hablemos de mejorar los mecanismos sancionadores o disuasorios. El mercado es libre, pero desde el momento que lo público interviene en el mercado, este ya no puede ser libre, debe servir al interés general. Sanz ha pedido que en el caso de Amazon, todas las ayudas, tanto de trámite administrativo como económicas, estén condicionadas al interés general. No podemos permitirnos más cierres y deslocalizaciones.

Consideramos fundamental la diversificación de la economía, al igual que la implantación de actividad en todo el territorio, especialmente en el medio rural, y todos los esfuerzos son necesarios pero tenemos que ser capaces de atinar en medidas efectivas. El turismo es una de las alternativas para el territorio y que ayuda a generar oportunidades en todas las comarcas aragonesas. Pero no es la única, ni es el maná. En este borrador de presupuestos ha subido mucho la promoción, la publicidad y aquí más que el “cuánto”, nos interesa el “para qué” y el “cómo”. De nada sirve presupuestar y no gastar, como no gastarlo bien. Tampoco negamos que algunas de las infraestructuras turísticas nos preocupan por su impacto social y medioambiental.

Dentro del Departamento de Industria se aloja la entidad de la Ciudad del Motor de Aragón, S.A, Motorland, con un presupuesto de 19 millones (transferencia corriente 2,5 M) y cuya “situación financiera para hacer frente a sus compromisos está relacionada con las aportaciones efectuadas por sus socios (87% DGA, 6,5% DPT y 6,5% Ayuntamiento de Alcañiz), al no ser capaz de generar flujos de caja positivos”.

Esta empresa no para de recibir millones públicos y todavía no hemos visto un informe serio de impacto en el resto de la economía, más allá de un fin de semana que nos cuesta otra millonada. Al final del ejercicio constan acreedores por importe de 5,1 millones de euros que esperan al FITE para cobrar. “Es el FITE para esto?, ha preguntado Sanz, quien ha pedido a Aliaga las cuentas para poder profundizar en el estudio de esta sociedad.

En cuanto a la memoria del Departamento, aparece que se aproxima la caducidad de los contratos de las concesiones administrativas de gestión de las estaciones de ITV y que se debe estudiar las diversas posibilidades de gestión para mejorar el servicio de ITV en los próximos años. En IU queremos que se valore la internalización del servicio para prestarlo desde lo público.

Por último, entre las colaboraciones que mantiene este Departamento nos parece especialmente interesante el de la Universidad de Zaragoza y probablemente mereciera un reforzamiento en el futuro para: mejorar la cooperación entre el mundo académico y el empresarial; avanzar en la investigación y mejorar los mecanismos de diseño y programación industrial.