Nuestro Coordinador General y portavoz parlamentario, Álvaro Sanz, ha preguntado hoy en el Pleno de las Cortes al consejero de Medio Ambiente, Manuel Blasco, por el Plan Pirineos del Gobierno de Aragón. Sanz solicitó información sobre este plan a Blasco y este le respondió por que “se plantea como un ambicioso proyecto para la dinamización social y económica”, incidiendo en que “se contempla un impulso integral que abarca todos los sectores” y que “turismo será uno de los ejes principales, no solo el sector de la nieve, sino también el turismo de naturaleza y en general el ocio de montaña”.
Tanto en esta respuesta como en declaraciones a la prensa, el Gobierno de las derechas anuncia que el plan alcanza los 250 millones de euros de inversión, pero en la información trasladada a nuestro grupo en las Cortes solo se enumeran unos proyectos por importe de 62 millones, cuyo mayor importe ya proviene de la Estrategia de Sostenibilidad Turística, integrada y financiada con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El Gobierno de Aragón solo pone el 26%
Un plan serio, dispone mínimamente de memoria, diagnóstico, objetivos, finalidades, una justificación de las soluciones o medidas planteadas, cronograma y un marco financiero. Su ausencia revela que este plan es todo fruto de la improvisación y no existe, por ello Sanz le ha pedido a Blasco que relatara cuáles son los proyectos del Plan Pirineos hasta llegar a los 250 millones que han prometido.
El Plan Pirineos no cuenta con una estrategia reflexiva para enfrentar la transformación del turismo de montaña y responde al modelo “a menos nieve, más dinero público para las estaciones de esquí” sin entender las consecuencias del cambio climático y, por tanto, sin acertar con el modelo de desarrollo que se necesita. El modelo del Gobierno PP-VOX y PAR es un es caduco y en absoluto sostenible.
Hablar de sostenibilidad, cohesión social o de evitar la despoblación en el Alto Aragón y gracias a este Plan nos parece una tomadura de pelo que, no sería tal, si el dinero que pretenden invertir en favorecer a unos cuantos y llenar de hierros nuestras montañas, los utilizasen realmente para eso: para que la Jacetania disponga de una UVI Móvil, para mejorar la Atención Sanitaria, y no cerrar centros de salud, para la escuela de Caneto, para el fortalecimiento de los servicios públicos (Vivienda, servicios públicos, trato específico a la agricultura de montaña en el marco de la PAC, banda ancha).
El Plan Pirineos de Azcón responde únicamente a un reparto partidista y discrecional, fiel reflejo de lo que fue el presupuesto.
Por otro lado, el Ejecutivo tendrá que aclarar la confusión que sigue habiendo con el telecabina o telesquí entre Candanchú y Astún y explicar si se llegará al cumplimento de los hitos para recibir los fondos.
El telecabina de Benasque también tiene problemas de impacto ambiental y de seguridad ya que la base se encuentra en zona inundable, pero de esto el Gobierno no aclara nada.
Ahora pretenderán incluir las inversiones en innivación de 78 millones: 61,2 de las arcas autonómicas, 14,2 del FITE (público 50/50) y el resto de los propietarios, sin que suponga una mayor participación accionarial en las sociedades mercantiles, lo que supone una descapitalización de lo público, una menor garantía en la transparencia de estos fondos para sociedades opacas y es irracional (energía y agua). Y todo esto lo hacen no sólo para mejorar los sistemas viejos, también será para nuevos dominios, como el sector de Castanesa, cuando lo poco que se invadió ya, ha sido un fracaso en los dos años que lleva en marcha.
Hoy queríamos que el Gobierno reconociera que no hay plan. Y por supuesto, eso no ha pasado. Blasco ha seguido la ruta de basar el Plan Pirineos en titulares, promesas y deseos del PP. A día de hoy, el plan contempla, en su mayoría, proyectos que ya existían y que tenían la financiación asignada antes que llegarán al gobierno. Lo demás son artificios.
