Autorizar alargar la “vida” de la central nuclear de Ascó (Tarragona) es una irresponsabilidad del ministro de Industria, Miguel Sebastián, el de explotación concluía el próximo 1 de octubre.
Adolfo Barrena lamenta que el Gobierno no “se tome en serio el peligro nuclear y alargue el permiso de la planta sin haber concluido las pruebas de resistencia y planteando la construcción de un almacén de residuos antes de 2014”.
Sin querer ser catastrofistas advertimos al Gobierno de Aragón de las consecuencias para nuestro territorio y nuestra ciudadanía que tendría un incidente en las plantas de Ascó y Valdellós (Tarragona), por su cercanía a Aragón y la de Santa María de Garoña (Burgos), por su ubicación en la cabecera del Ebro.
Hace diez días hubo un accidente en la planta de Marcoule (Francia) que puso de de manifiesto los graves e inasumibles riesgos de la energía nuclear y la falta de previsión de Ejecutivo aragonés que, al contrario que la Generalitat, no sabemos si tomó medidas ante una posible fuga radioactiva.
Alfredo Pérez Rubalcaba, juega al despiste y a confundir a la ciudadanía porque vende la promesa del cierre de las nucleares y mientras su Gobierno aprueba hoy un Real-Decreto para prolongar la vida de las centrales nucleares españolas y de las fuentes radioactivas.
Reclamamos, una vez más, al Ejecutivo socialista un calendario de cierre de todas las centrales nucleares, así como un plan energético que, en el plazo de 10 años, sustituya las nucleares por energías renovables, generadoras de empleo local y garantía de energía autóctona como alternativa a la dependencia energética. Todo ello debe ir unido a urgentes medidas de dinamización socioeconómicas para garantizar el futuro laboral en aquellas zonas cuya actividad productiva depende hoy en día de la presencia de una central nuclear.