(Artículo Publicado el 6 de marzo en Diario de Teruel)

En 1975 la ONU declaró el 8 de Marzo como día internacional de la mujer. A lo largo de la lucha feminista hay una serie de hitos vinculados a marzo que acabaron confluyendo en esa fecha. El 8 de marzo de 1857 trabajadoras del textil de Nueva York protestaban por sus espantosas condiciones laborales, reclamaban una reducción en el horario de trabajo y el fin del trabajo infantil.
Otra fecha de marzo es la del capítulo más trágico. El 25 de marzo de 1911 se produjo un incendio en una fábrica textil de Nueva York. Murieron 123 mujeres y 23 hombres. Aunque hay teorías que asocian el uso del color violeta con el humo de ese incendio, la verdad es que las sufragistas inglesas ya usaban el color morado en 1908.
En Europa, en 1910, en Copenhague se celebró la 2a Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, con más de 100 mujeres de 17 países. Acordaron proclamar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Allí estaban, entre otras, Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo. Fijaron el mes de marzo.
A partir de ese año, se fue celebrando el día de la mujer en sucesivos países en el mes de marzo. En España la primera vez fue en 1936.
Cada año, las mujeres de todo el mundo salimos a las calles el 8 de Marzo para exigir que la igualdad real tiene que ser un hecho. El feminismo es una lucha constante para ir avanzando hacia la igualdad entre mujeres y hombres.
Luchamos por un mundo sin violencias machistas ni sexuales, con igualdad real, sin discriminaciones laborales o de reparto de tareas, sin roles definidos a priori.
La desigualdad es violencia en sí, la desigualdad incentiva la precariedad y hace más vulnerables a las mujeres. Y esto sucede en todo el mundo. Con diferencias de intensidad, pero en todo el mundo.
Y en una sociedad como la nuestra puede haber una igualdad sobre el papel. Pero todas las personas que no queremos dar la espalda a la evidencia sabemos que esa igualdad no es real en lo cotidiano, en el trabajo, en las relaciones. Sigue habiendo subsidiariedad de las mujeres, techos de cristal, brecha salarial, la carga de los cuidados cae mayoritariamente sobre los hombros de las mujeres, hay hombres que matan a mujeres por el hecho de ser mujeres.
Quiero hacer una referencia específica al mundo rural. Mantener la vida en la España despoblada tiene que ver también con cambios de mentalidad. Las mujeres en el mundo rural han trabajado siempre dentro y fuera de casa. Han trabajado asumiendo la carga de cuidados, pero además compartiendo la actividad de explotaciones agrarias y ganaderas sin que eso se valorara, ni social, ni laboralmente. Ya que tradicionalmente el trabajo en el campo se veía como una prolongación de la actividad del ámbito doméstico. Es hora de que eso cambie, de que se ponga su trabajo en valor.
Son las mujeres las que asumen la tarea de cuidados en unas sociedades que cada vez están más envejecidas. En los cambios de mentalidad y en el mantenimiento de la población rural es fundamental el papel de las mujeres. La invisibilización de los cuidados es uno de los elementos fundamentales de una sociedad heteropatriarcal. Algo que debe cambiar. Ahora además nos enfrentamos a un auge de sectores ultraderechistas que niegan la realidad. Que niegan que haya una violencia específica contra las mujeres. Que usan, no solo la manipulación, sino la burda mentira como estrategia política. Y que se inventan problemas donde no los hay. Y han decidido que el feminismo es su enemigo político. Y por eso, bloquean declaraciones
institucionales y nos sorprenden diciendo cosas absurdas, porque de ese modo acaparan titulares de prensa. La forma más clara de hacer frente a sus mentiras es mostrando la evidencia, como que ya 14 mujeres (y una niña) han sido asesinadas en lo que va de año en España por sus parejas y sus exparejas.
Es indignante que se niegue la evidencia. La desigualdad es real, y la sociedad tiene que ser consciente para transitar por caminos que nos lleven a la igualdad, es una cuestión de justicia social. Es fundamental ser conscientes de que la conquista de derechos no es lineal. No podemos dormirnos. Los derechos se luchan cada día, para conquistarlos y para no perderlos. Y esto es algo que muy especialmente hay que recordar cada 8 de Marzo y por eso, un año más, tenemos que llenar las calles el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer.

Anabel Gimeno Pérez

Portavoz Ganar Teruel – Izquierda Unida