Artículo de Javier Gimeno publicado el 19 de marzo de 2022 en Arainfo

La ideología neoliberal lleva décadas desprestigiando al empleado público y poniéndole todo tipo de etiquetas negativas, como si además muchas de las ineficiencias de la Administración fueran responsabilidad de los curritos que llevan a cabo el trabajo y no de quienes les dirigen. Sin embargo, la caricatura que la propaganda neoliberal hace del trabajador público tiene poco que ver con la realidad de unos servidores públicos que, como el resto de la clase trabajadora, se ganan dignamente la vida con su trabajo y ofrecen lo mejor de sí mismo, como bien hemos podido comprobar en los peores momentos de la pandemia.

La huelga convocada por la plantilla del Servicio de Instalaciones Deportivas del Ayuntamiento de Zaragoza es un buen ejemplo de lo lejos que está la propaganda neoliberal de la realidad. Las trabajadoras y trabajadores de deportes van a comenzar este sábado una huelga para exigir la contratación de más personal y defender así la calidad del servicio que se presta. La falta de personal está provocando cierres en centros deportivos y pabellones con el consiguiente perjuicio para sus usuarios. Los trabajadores están viendo claramente la estrategia del Jorge Azcón (PP), recortar la plantilla municipal (más de 100 empleos perdidos desde que su llegada a la Alcaldía) con el objetivo de justificar las privatizaciones y externalizaciones. Se trata por tanto de una huelga solidaria en defensa de la calidad del servicio público donde no se pide ni un aumento salarial ni ninguna otra mejora laboral, sólo más contrataciones para que este servicio siga siendo público. Y para ello están dispuestos a perder días de sueldo.

El Gobierno de Azcón progresivamente ha ido cambiando la estrategia. Su concejal de personal ha pasado de decir que no pensaba reunirse con los sindicatos a tener diversas reuniones y ofrecer diferentes ofertas, cada una de las cuales ha mejorado la anterior. Los trabajadores, con la simple convocatoria de huelga ya han conseguido tener más reuniones y recibir más ofertas del Gobierno en dos semanas que en dos años de peticiones que eran totalmente ignoradas. Para que luego digan que las huelgas no sirven de nada. Aún así, lo que ofrece el Gobierno todavía está lejos de lo que demanda la plantilla.

La estrategia del Gobierno de PP-Cs, ante la presión de la huelga y la previsible cancelación de partidos e incluso temporadas enteras de ligas federadas, está siendo la de atender las peticiones de contratar más trabajadores. Pero recurriendo a la fórmula de aprobar un “Plan Temporal de Empleo” que dura tres años y luego los trabajadores son cesados sin opción de prórroga. Lo que se temen con bastante lógica los sindicatos es que la estrategia de Azcón sea ganar tiempo con la vista puesta dentro de tres años donde no solamente se perderían todos los trabajadores que ahora se contratasen sino que habría que añadir todas las jubilaciones de este mismo periodo que previsiblemente tampoco serán cubiertas. Por tanto, dentro de tres años, el problema será mucho mayor y el Gobierno ya tendrá la excusa perfecta para llevar a cabo un incremento de las externalizaciones. Cabe recordar que este Gobierno ya ha recurrido a la privatización total de la gestión de la nueva pisicina que hay proyectada en La Almozara, unas instalaciones que el día que habrá sus puertas lo hará sin un sólo empleado público.

La plantilla de instalaciones deportivas está dando hoy un enorme ejemplo de solidaridad y de conciencia de la importancia del carácter público de los servicios municipales. Son conscientes de que si no dan esta batalla ahora, si no ponen pie en pared ante la apuesta por la externalización de la derecha, dentro de unos años ya será demasiado tarde. Tienen memoria y saben que mientras para las privatizaciones hay alfombras rojas, para las remunicipalizaciones todo son trabas y problemas. Revertir una privatización es diez veces más difícil que evitarla en el momento, y el momento es ahora. Por eso, la plantilla de instalaciones deportivas y los sindicatos que convocan esta huelga merecen todo el respeto, apoyo y agradecimiento de la ciudadanía de Zaragoza. Están defendido la calidad del servicio de instalaciones deportivas, evitando que algo tan importante como el deporte se convierta en simple mercancía con la que hacer negocio. La huelga empieza este sábado y no me cabe duda que, con la conciencia y determinación que está demostrando la plantilla y sus representantes, la van a ganar.