Desde Izquierda Unida Huesca queremos denunciar el radical giro del gobierno de Luís Felipe en materia de vivienda.

Muy lejos queda ya la pasada legislatura en el ayuntamiento de Huesca, que recogiendo el anhelo de cambio de la ciudadanía conformó un gobierno tripartito de izquierdas, que dio al problema de la vivienda una posición prioritaria, con la idea de afrontar un problema que ha generado mucho dolor y sufrimiento a las familias trabajadoras de esta ciudad.

Se plantearon diferentes medidas y proyectos que poco a poco se han ido quedando por el camino. El principal, el del impulso y construcción de un bloque de viviendas para alquiler social en el solar de la Merced enseguida se vio aparcado con un nulo interés por parte del Consistorio. El del censo de viviendas vacías, que a duras penas pudo acabarse en la legislatura, debería dar su resultado en ésta, con la implementación de medidas fiscales para promover el uso social de las más de 3.000 viviendas vacías en la ciudad de Huesca. También la oficina municipal de vivienda, que desde su apertura en 2016 ha atendido a 2.000 personas y recuperado más de 200.000 euros que la banca había robado de los bolsillos de la gente, demostrando muy buen funcionamiento y resultando ser una herramienta útil en las competencias asignadas y con los recursos existentes.

Pero con la llegada de la nueva legislatura se ha visto la verdadera cara del gobierno del PSOE, que ha conformado unas nuevas alianzas con las que, como comprobamos en estos presupuestos, Luís Felipe se siente más cómodo e identificado.

La concejalía de vivienda va a desaparecer y en lugar de utilizar el IBI como herramienta para hacer políticas justas en vivienda, gravando las vacías para fomentar su salida al mercado con programas municipales, hemos visto como la rebaja generalizada del impuesto ha supuesto la pérdida de 600.000 euros para las arcas municipales.

Como propuesta de su socio de facto en el Consistorio, el grupo ultraderechista VOX, ha eliminado la oficina municipal de vivienda, en lugar de dotarla con más competencias para gestionar y dar utilidad al censo de viviendas vacías, retirando su presupuesto, lo que supondrá su cierre en unos meses y el despido de sus tres trabajadores, como ya sucedió con Infancia y Juventud, aumentando de esta forma las filas del paro y dejando sin herramientas útiles a los vecinos y vecinas que luchan por un techo digno para desarrollar sus vidas.

Luís Felipe no contempló destinar presupuesto para impulsar la construcción de vivienda social en el solar de la Merced ni instar a la DGA para promover esa construcción, renunciando además al porcentaje de viviendas de Protección Oficial en el polígono de Las Harineras. Para el alcalde ha sido más prioritario ceder terrenos para el cuartel. Clara demostración de que por encima de los principios interesa mantenerse en el cargo. Desde Izquierda Unida instamos al gobierno municipal a que empiece a hacer políticas en materia de vivienda a favor de las personas y no en beneficio de la banca. Aceptar un día medidas retrógradas de la ultraderecha y al siguiente acudir a Madrid a “hacerse la foto” con el nuevo gobierno de coalición del Estado, dice mucho de la forma peculiar de entender el socialismo por parte del sr. Alcalde y del grupo municipal socialista.