Zaragoza, 29 de septiembre de 2022.- Los medios se hacen eco de la “alerta de hundimiento del sistema médico por la jubilación masiva” ya que la previsión es que en unos años se jubile el 30% de profesionales de medicina en Aragón, sobre todo de Atención Primaria, una cifra que puede aumentar con la cronificación de estrés laboral causado durante la pandemia. La falta de profesionales del Salud es, para IU Aragón, un problema al que responder con soluciones estructurales, entre las cuales está definir el equipo básico necesario de profesionales con una visión integral de la salud. Una cuestión esta que se recoge en el Marco estratégico de APS de 2019, lanzada por el Gobierno Estatal, o en el Plan Salud 2030 de nuestra Comunidad, pero que según IU no se ha desarrollado y sigue esperando su estudio.  

Por ello, hemos presentado una Proposición No de Ley en las Cortes que contempla la incorporación al equipo básico actual de Medicina de Familia, Pediatría y Enfermería, otros perfiles como el de Trabajo Social, Matronas, Fisioterapia, Odontología y Terapia Ocupacional para que estén en todos los centros de salud y puedan participar de las decisiones, los contratos de gestión y las tareas encomendadas de forma cotidiana; profesionales a los que el usuario pueda acceder de forma directa.

“No se puede reforzar la Atención Primaria si seguimos anclados en un equipo básico diseñado en los años 80, hace falta dotar a la red de las herramientas para que realmente pueda llevar a cabo su labor. Tenemos escasez de médicos y enfermeras, pero lo que planteamos es introducir más profesionales que refuercen la red”, afirma nuestro Coordinador General y diputado, Álvaro Sanz.

Si una labor fundamental de la Atención Primaria es el seguimiento de crónicos, proponemos la creación de unidades específicas de baja complejidad y programas de rehabilitación y soporte para mejorar la calidad de vida de las personas con procesos crónicos en los propios centros de salud. “Ahora la rehabilitación se concentra en hospitales con lo que conlleva de traslados, cuando podría vertebrarse en la red de Atención Primaria en cuestiones de procesos crónicos y procesos de baja complicidad”, asegura Sanz.

El plan de Atención Primaria pone de relevancia el papel de la Farmacia comunitaria, pero consideramos que se le asignan múltiples tareas imposibles de cumplir si es un profesional por sector sanitario, así como de Salud Pública cuyo papel se ha reconocido durante la pandemia y que debe potenciarse para incidir en actuaciones que deben ser coordinadas como la de médico centinela que se va a poner en marcha.

Por eso, en nuestra PNL propone que entre el apoyo a Atención Primaria debería contemplarse al menos, los profesionales de Farmacia comunitaria y Salud Pública con una dotación suficiente por sector sanitario que no supere la ratio poblacional entre 50.00 y 70.000 habitantes por profesional.

Por otra parte, criticamos que todavía haya sectores sanitarios sin un servicio de geriatría de referencia, un sinsentido en un territorio como el nuestro con altas tasas de envejecimiento de la población, y proponemos mejorar la equidad territorial en los diferentes sectores sanitarios que pueda apoyar la labor en los centros residenciales y con la población mayor que se lleva a cabo desde Atención Primaria.

En cuanto a salud mental, dado el peso de la Estrategia de salud comunitaria y para coordinar de forma efectiva los objetivos, se debería incluir en dicha estrategia el papel que deben llevar a cabo las unidades de salud mental, tanto en el apoyo y coordinación como en la atención directa de malestares. Por esta razón, sostenemos la necesidad de dotar a las unidades de salud mental del personal necesario para poder desarrollar programas de salud comunitaria en coordinación con la Red de Atención Primaria y otros agentes sociales y comunitarios.

“La salud mental forma parte de la atención integral del ciudadano y, aunque el Plan de Salud Mental hace referencia al trabajo colaborativo con Atención Primaria, realmente creemos que requiere de más dotación de medios, del impulso de la salud mental comunitaria e incluir a las unidades de salud mental en la estrategia de atención comunitaria”, afirma Sanz.

Estos elementos son básicos para realmente encarar un nuevo modelo, donde la telemedicina es un recurso y no el peso del modelo. Con estas condiciones el nuevo modelo tendría más capacidad para dar continuidad asistencial, generar atenciones y que no tuvieran que pasar todas por Medicina, saturándola, y potenciar la atención comunitaria, el reto real de la Atención Primaria, y que realmente posibilitara avanzar en salud.