Mañana viernes 25 de mayo se celebra un homenaje a los trabajadores de ayuntamiento que se han jubilado el año pasado. Esto es una cosa estupenda, porque es un reconocimiento al trabajo realizado durante su vida laboral.

El acto tiene dos partes: Una misa en el salón de plenos y otro acto en el Casino.

De nuevo el ayuntamiento organiza una misa en el salón de plenos. Un acto impropio, rescoldo aún de los años en los que se fundía y confundía lo religioso con lo profano.

Ya sé que no me van a hacer caso, pero los ayuntamientos democráticos después de la Constitución de 1.978 no deben organizar actos religiosos. De ninguna confesión. Y mucho menos realizarlos en sus locales.

La Catedral, una hermosa Catedral, está a pocos metros del ayuntamiento. Los jubilados que lo sientan así, deberían pedir al obispo que les celebre una misa en la Catedral. Seguro que accede.

Pero el ayuntamiento no debe organizarla. Debe ser el obispo el que lo haga. Y debe hacer la misa en un local destinado al culto. O en todo caso, no debe invadir un espacio como el salón de plenos.

Con todo el respeto a quienes profesan las distintas religiones, hay que separar Iglesias y Estado. No sé cuánto tiempo tardaremos en poner orden en esto, pero estoy convencido de que al final, lo conseguiremos.

Teruel, 24 de mayo de 2012

José María Martínez Marco, Concejal de IU en Teruel