Nuestro portavoz parlamentario, Álvaro Sanz, critica la respuesta recibida del consejero de Educación, Felipe Faci, a una pregunta realizada a través del grupo parlamentario en la que indica que la instalación de contadores de CO2 “no se considera necesaria” y, además, “podrían dar lugar a la existencia de una falsa sensación de seguridad”.

Para Sanz, la estrategia de ventilación de aulas y espacios escolares, establecida por el Departamento de Educación en el mes de noviembre es “apropiada parcialmente para luchar contra la propagación del virus en los interiores, pero no la única”. Cabe destacar que este periodo invernal se cruza con el frío reinante, especialmente, en las zonas de climatología más rigurosa que suponen unos niveles de temperatura más bajos de lo establecido por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Algunos centros han recomendado a las familias que el alumnado vaya con mantas, para protegerse las piernas contra el frío reinante en el aula lo que, a jucio de IU, resulta bastante “extremo”.

Por eso, también creemos que, de manera complementaria, se debería dotar a los centros escolares de medidores de CO2, tal como explica la recién creada ‘Asociación COVIDWarriors’, que tiene como objetivos la concienciación de la sociedad sobre la difusión del virus por aerosoles y llevar los medidores de CO2 a cuantas más aulas posibles.

Científicos e investigadores, entre ellos el zaragozano José Luis Jiménez, doctor en Ingeniería y catedrático de Química y Ciencias Medioambientales en la Universidad de Colorado, indican que la ventilación es imprescindible y que la medición del CO2 es una estrategia para comprobar la calidad del aire de un espacio cerrado, lo que nos da idea de la necesidad o no de ventilar de nuevo el espacio interior.

Resulta muy significativo que el Ayuntamiento de Zaragoza haya tomado la decisión de instalar medidores de CO2 en los Colegios públicos de la capital, contando con el asesoramiento y ayuda de la Universidad de Zaragoza y del CSIC. Un proyecto “muy interesante” para control de la calidad del aire de las aulas, el confort del alumnado y el ahorro energético. “Lamentamos que el Departamento de Educación se quede a la cola de la innovación”, señala Sanz para quien “se va a producir un claro agravio con el alumnado que no va a disponer de los medidores de CO2, que es el alumnado de las zonas rurales más frías, que son quienes más los necesitan”. En su opinión, “el consejero Faci debería estar más atento a la seguridad y calidad ambiental del alumnado al que tiene que servir y no refugiarse en argumentos que, finalmente, esconden un interés por el ahorro presupuestario”.

En otra línea, el diputado critica las explicaciones que el consejero de Educación ha dado en una respuesta a otra pregunta suya, sobre la transparencia de datos de contagiados en los centros escolares. Felipe Faci indica que debe tenerse en cuenta “el derecho de alumnado, profesorado y personal PAS a la protección de datos personales, de acuerdo con lo dispuesto en el Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de abril de 2016, relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos”.

Álvaro Sanz considera que esta respuesta es “salirse por la tangente” para no contestar a lo que se le preguntaba, ya que Izquierda Unida no le pedía los nombres de las personas contagiadas, “obviamente”, sino el número de alumnado, profesorado y personal no docente contagiado. “El conocimiento de los datos es un aspecto de transparencia administrativa que se realiza con normalidad en alguna Comunidad Autónoma”, apunta.

Por tanto, reiteramos la necesidad de que el Departamento de Educación ofrezca semanalmente, al menos, datos de personas contagiadas en el ámbito educativo, como mínimo por sectores (profesorado, PAS, alumnado) y también sería deseable por centros educativos. Hasta el momento, en el aspecto de transparencia de datos sanitarios, el Departamento de Educación está “sacando un suspenso, que debería corregir para no instalarse en el oscurantismo y la opacidad”, concluye.