Artículo de Jorge Serrano Fernández publicado el 10 de noviembre en Arainfo

No creo que seamos mejores que las personas que se manifiestan delante de las sedes del PSOE en algunas ciudades de España. Aunque en las aglomeraciones de estas personas se lancen proclamas racistas, cantos totalitarios y expresiones vejatorias contra individuos e instituciones con el fin de deshumanizar a las personas que portan otros ideales o militan en diferentes movimientos políticos y sociales.

No somos moralmente superiores al conjunto de los votantes de la primera fuerza política de España, aunque desde el PP se muestren orgullosos de acompañar en primera fila a la extrema derecha y darles todo lo que piden en los gobiernos municipales y autonómicos.

Pero hay algo que es innegable y es que nos produce tristeza ver imágenes y vídeos de este tipo de acciones antidemocráticas y mucho más si son en la ciudad en la que nos movemos y convivimos en la más rotunda diversidad.

Cientos de personas se manifestaron hace un par de días en la sede del PSOE de Zaragoza, ubicada en Conde Aranda, esta vieja avenida que hace unos cuantos años se llamaba General Franco. Pero no era el dictador el presente aquel día sino los símbolos, banderas y estandartes que un día le acompañaron y que todo el mundo hemos visto en redes sociales y medios de comunicación.

El PP estuvo aquella oscura jornada acompañado y custodiado por la extrema derecha y su variada simbología. La bandera del yugo y las flechas fue protagonista. El mismo yugo y las mismas flechas que portaban los que fueron responsables directos del asesinato de miles de personas en Zaragoza en la década 1936-1946. Los mismos que mostraron su apoyo a los regímenes totalitarios europeos que sembraron en Europa un gran río de sangre que acabó con la vida de millones de personas.

Cuando terminó el conflicto algunos partidos conservadores que habían colaborado con el régimen nazi o la Italia fascista abrieron procesos de democratización y condenaron su violento pasado. En España no ocurrió nada de eso cuando acabó la dictadura franquista. Quienes llevaron en su día camisas azules y trajes del movimiento se pusieron la chaqueta democrática de la noche a la mañana. Alianza Popular (actual PP) fue fundado por ministros franquistas. En las elecciones de 1977 AP consiguió más de 1,5 millones de votos y 16 diputados, 13 de ellos habían sido ministros con Franco.

En España no existe una derecha democrática porque no han roto con su pasado y se muestran orgullosos de él, utilizan sus cargos públicos para enriquecerse y sacar beneficios personales, aprovechan el dolor y la memoria de las víctimas del terrorismo para sacar rédito electoral y siempre que han estado en el poder han intentado destrozar los grandes consensos sociales y el Estado del bienestar.

Algunas ideas quedan. Que compartan espacios con neonazis y fascistas no debe sorprende a nadie.

Yo entiendo que haya personas que se manifiesten en contra de la amnistía, pero vivimos en España, un país que jamás juzgó a los asesinos que provocaron una Guerra Civil e instalaron una dictadura de casi cuatro décadas.

Y ellos tienen que entender que la política es el arte del diálogo y de las cesiones. Deben comprender los versos de Antonio Machado que resumen lo que significa la actividad política: Tu verdad no, la Verdad; y ven conmigo a buscarla. La tuya guárdatela.

Finalizo afirmando lo mencionado al principio. No somos mejores que ellos ni moralmente superiores, pero sí creo que tenemos una dignidad y unos valores que todavía no han encontrado. Yo espero que lo hagan pronto.